Así lo confirmó el secretario general de la Confederación de Trabajadores en Madera de Bolivia (CTMB), Adolfo Aguilera, quien señaló que a consecuencia de la falta de madera su sector está paralizado y sus afiliados no cuentan con trabajo ni ingresos para sus familias.
«Desde que ha entrado el Gobierno ha ido subiendo todo. No tenemos materia prima, lo que costaba antes una puerta en unos 150 bolivianos ahora está en 300 ó 400 bolivianos», dijo.
El 15 de marzo, el director ejecutivo de la ABT, Cliver Rocha, anunció la puesta en vigencia del Certificado Forestal de Origen (CFO) con el objetivo de contar con una mayor vigilancia en la actividad maderera, tener información acerca de las empresas dedicadas a este trabajo y realizar el control en la comercialización de madera.
El secretario ejecutivo de la Central Unida de Artesanos de Bolivia (CUAB), Mario Salmón, explicó ayer que sus afiliados se están organizando para «hacer una sola fuerza para pedir la renuncia de los señores de la ABT por la incapacidad en no dar solución al problema y porque aquí, en La Paz, los responsables no son ingenieros forestales, sino ingenieros agrónomos».
Según ambos dirigentes sindicales, el aumento en los precios de los muebles es del orden del 50% al 100% aproximadamente. «No hay fuentes de trabajo porque no hay la materia prima, entonces nosotros estamos en una desocupación y al Gobierno parece que le gusta las marchas y la huelga de hambre», enfatizó Adolfo Aguilera.
El 30 de agosto, los carpinteros afiliados a la Federación de Artesanos y Trabajadores en Madera (Fatma) de la ciudad de El Alto protagonizaron una marcha de protesta en La Paz para denunciar la falta de madera y el aumento de los materiales para la fabricación de muebles.
DECOMISO. En criterio de Mario Salmón, en la ciudad de Santa Cruz muchos artesanos sufrieron el decomiso de sus muebles que estaban destinados a la comercialización por parte de funcionarios de la ABT porque no contaban con el CFO.
«En Santa Cruz decomisaron sillas y ellos (funcionarios de la ABT) han dicho que tienen que tener una guía de la materia prima de dónde han comprado y el Gobierno está controlando de todo, yo creo que está queriendo sacar plata», denunció.
A su turno, Aguilera indicó que la escasez de madera ha ocasionado que miles de trabajadores en madera sean perjudicados a nivel nacional, de los cuales en La Paz y El Alto el número asciende a unos 10.000.