“Actualmente, la papa peruana no está llegando mucho, está escaseando. La gente no quiere la papa nacional porque consume mucho aceite”, señaló Silvia Choque, comerciante de la calle 5 de la zona Faro Murillo de la urbe alteña. Los vendedores indicaron que la mayor parte de los compradores de la papa importada son restaurantes, snacks, hoteles y otros.
El precio de la carga de papa peruana (nueve arrobas) vale de Bs 250 a 260 y el precio de la nacional cuesta de Bs 150 a 160. Un vendedor indicó que a pesar de que el producto es más caro, éste regula su precio en el mercado. “Al no haber esta papa, va a aumentar en las próximas semanas el precio de la papa nacional”, adelantó.
El 9 de mayo, el Ejecutivo prohibió la importación de papa hasta agosto de este año. La norma dispone la aplicación de “salvaguardas excepcional y temporal para la importación de partidas arancelarias de papas frescas y refrigeradas y papas preparadas o conservadas”. Ese día, la ministra de Desarrollo Productivo,
Teresa Morales, exhortó a las fábricas y restaurantes a adecuar sus necesidades a las variedades de papa que hay en el país. Pese a la restricción de la importación del producto, algunos comerciantes denunciaron que el ingreso aún se efectúa de forma ilegal.