Crecimiento de la economía se refleja en gastos para recreación
En los últimos seis años, la demanda interna ha impulsado el crecimiento de la economía boliviana que se ve reflejada en los gastos que realiza la población. Al haber más liquidez, la gente ha aumentado su consumo en centros de recreación y plazas de comida, actualmente en expansión.
Hace diez años, los espacios de proyección de películas en La Paz se reducían a dos salas de estreno. Ahora, en la urbe paceña existen al menos 60 salas de cine, de las cuales la mayoría son ofertadas por los complejos de entretenimiento MegaCenter y Multicine.
Las salas, además de poseer la última tecnología en sonido y proyección, permiten ver películas en 3D. A eso se añade que dichos complejos cuentan con una plaza de comidas, locales comerciales, gimnasios, salones de eventos y salas de juegos. En el caso del MegaCenter, éste cuenta con un supermercado Ketal y ofrece actividades como el bowling, pista para patinar sobre hielo y otros.
La Razón hizo un recorrido por los dos centros recreacionales y la plaza de comidas La Jungla de El Alto para conocer la opinión de la gente sobre el consumo que realiza en estos sitios. Quince personas consultadas por este medio coincidieron en que visitan en promedio de una hasta cuatro veces al mes estos sitios. La mayoría afirmó que el costo del consumo, aunque elevado, es accesible para ellos.
Visitas. Jordi Chaparro, presidente del consorcio Grentidem Bolivia, propietario del complejo MegaCenter, dijo a La Razón que cada año reciben alrededor de 2 millones de visitantes. El ejecutivo estimó que en la urbe paceña todas las salas de cine comercializan anualmente 1,6 millones de entradas. Señaló que dicha cantidad es similar al número de entradas que se venden en la ciudad de Santa Cruz.
Precisó que el complejo, que abrió sus puertas en 2009, vende 800 mil boletos al año, “lo que significa que tenemos el 50% del mercado”. Sin embargo, explicó que la asistencia al cine fue “más lenta de lo normal” debido a que el público paceño “perdió la costumbre de ir a una sala, aunque poco a poco la gente ha ido retomando el gusto de volver al cine”.
Oferta. Los entrevistados coincidieron en que visitan los centros de entretenimiento porque además de ver una película, pueden almorzar o cenar, comprar en las tiendas comerciales, divertirse en los juegos o ir al gimnasio. Chaparro aseguró que el negocio del entretenimiento “no sólo es rentable sino necesario (…) Era una necesidad que haya más salas de cine, además de ir de compras, al gimnasio y todo eso lo trajo el MegaCenter”.
Alejandro Yaffar, presidente de DYA, empresa que administra la plaza de comidas de El Alto, dijo que cerca de 50 mil clientes acuden a sus instalaciones cada mes y eso se debe a que en la urbe alteña “hay un movimiento económico muy grande, pero también hay necesidades insatisfechas”.
¿A qué se debe este comportamiento? En 2011, Bolivia cerró el año con buenos resultados macroeconómicos: el Producto Interno Bruto (PIB) creció al 5,1%, la inflación llegó a 6,9%, las reservas internacionales sumaron $us 12.019 millones y las exportaciones llegaron a $us 9.109,29 millones.
A eso se suma que este año el Órgano Ejecutivo dispuso un alza en el salario mínimo nacional del 22%, al pasar de Bs 815,40 a Bs 1.000. El analista económico Julio Alvarado dijo que el “auge económico” no “significa que toda la población mejoró sus condiciones de vida”, porque “los recursos del Estado, los recursos del sector privado y del sector ilegal se concentran en pocas manos”.
¿Donde está la riqueza?
El analista económico, Julio Alvarado, explicó que la “concentración de la riqueza” en algunos sectores se refleja en que, al primer semestre de este año, las utilidades del sistema financiero llegaron a $us 95,5 millones. Además, añadió que, “según datos oficiales, el sector ilegal cocalero del Chapare tendría una ganancia anual de $us 120 millones”.
MC acoge hasta 14 mil cinéfilos el miércoles
El Complejo MegaCenter recibe hasta 14 mil visitantes durante los “miércoles par”. La promoción que impulsa el centro recreacional hace tres años consiste en que dos personas pueden ingresar a las salas con una entrada.
Así lo dio a conocer a La Razón Jordi Chaparro, presidente del consorcio Grentidem Bolivia, propietario del complejo. El empresario indicó que el último miércoles recibieron la visita de alrededor de 7 .000 a 8.000 personas. Sin embargo, Chaparro dijo que existen temporadas en las que ese día la cantidad de personas alcanza los 14 mil visitantes.
Señaló que los “miércoles par” reciben la mayor cantidad de personas por la promoción que existe, aunque expresó que los fines de semana también “hay mucha afluencia de gente en el centro”. El empresario añadió además que del total de los ingresos que se perciben del Cine Center de La Paz, el 70% corresponde a la comercialización de entradas y el 30% a la venta de pipocas.
Chaparro sostuvo que en los últimos años el complejo “ha tenido un crecimiento rápido” y eso se refleja en la extensión del mismo. Precisó que el proyecto tenía una base de 42 mil metros cuadrados y creció a 93 mil metros cuadrados, “lo que permitió añadir otros servicios y otras actividades de entretenimiento para el público”.
Alejandro Yaffar, presidente de DYA, empresa que administra la plaza de comidas y entretenimiento La Jungla El Alto, señaló que en su primer año de funcionamiento recibieron la visita de 600 mil clientes y que la respuesta de la gente “ha sido satisfactoria”.
Opiniones de la población paceña
Martha Salazar: Comerciante
“Venimos con mis hijos dos veces al mes al Multicine. Somos cuatro y gastamos en promedio Bs 150, eso cubre las entradas al cine y las pipocas. Gastamos un poco más cuando comemos algo. A mis hijos les encanta venir por la sala de juegos que hay”.
Milton Soliz: Empleado
“Vamos cada fin de semana con mi familia al MegaCenter. Nos gusta venir porque hay un montón de juegos, hay comida, es grande y podemos ver películas. El costo es relativamente elevado, pero nos podemos dar ese lujo por la felicidad de mi hijo”.
Isabel Jordán: Ama de casa
“Hay mucha concurrencia de gente, sobre todo los miércoles. Recuerdo que en las vacaciones las salas estaban repletas. Ahora hay una importante circulación de dinero en distintos niveles. Vengo con mis nietos dos veces al mes al cine y a los comercios”.
César Mamani: Empleado y estudiante
“Trabajo cerca de aquí. Alguna vez almuerzo aquí porque hay comida variada. Aunque es un poco más cara, es mucho mejor que la que ofertan en la calle. Vivo en la zona de Río Seco y a veces vengo con mi familia. Sería bueno que abran más negocios de este tipo”.
Marco Antonio Flores: Empleado
“Vivo en Auquisamaña (zona Sur), pero trabajo en El Alto. Vengo a veces a almorzar con mi familia. Es un poco costoso, pero prefiero este lugar porque existen varios productos, es limpio y hay seguridad. Además, estos sitios representan un modo de inclusión”.
Cinthia Molina: Estudiante
“Vengo seguido a comer aquí porque trabajo cerca. Luego me voy a la universidad a estudiar. El precio de los productos es un poco costoso, pero tenemos las posibilidades de solventar esos gastos. Somos tres y gastamos como mínimo Bs 100”.