Testaferro de desvío de dinero español, en Bolivia
Escape. Adolfo Soler se prestó para defraudar la cooperación de Valencia
Adolfo Soler, testaferro de un empresario español vinculado a un escándalo de desvío millonario a cuentas privadas de fondos de la cooperación internacional de Valencia, España, fue localizado en Bolivia.
Soler Sempere es, según las pesquisas, el principal testaferro en Valencia del empresario preso Augusto César Tauroni, acusado del desvío de fondos para la cooperación internacional a la compra de apartamentos y yates, según la página digital Levante-EMV.com
Según las conversaciones interceptadas por la Policía, el acusado partió de España el 27 de junio de 2011, en pleno escándalo. Esta persona ha sido localizada recientemente en Bolivia, está imputada y deberá prestar declaraciones a través de una videoconferencia en el marco del convenio de asistencia legal bilateral.
La investigación sobre el desvío de, al menos, 6 millones de euros (7,8 millones de dólares) de las subvenciones de cooperación para el desarrollo de países del tercer mundo otorgados por la Generalitat (conjunto de instituciones de autogobiernos de la Comunidad Valenciana en España) data de abril de 2011, pero estuvo bajo reserva por un año.
Después de que se hizo público el caso, el 23 de febrero de 2012, se realizó una serie de detenciones y registros en dependencias oficiales de la antigua Consejería de Solidaridad y Territorio (ahora integrada en Justicia) y sedes de diversas organizaciones no gubernamentales (ONG) y fundaciones implicadas.
Soler Sempere fue el impulsor de la Fundación Hemisferio, que fue el epicentro de las ayudas de cooperación. No sólo recibió directamente ayudas, sino que se dedicó a tramitar los expedientes de otras pequeñas ONG que hasta entonces apenas habían recibido pequeñas subvenciones. De golpe optaron a grandes proyectos y, aunque no demostraran experiencia previa en los países destinatarios de los fondos, ganaron los concursos, informó El País.
La Policía española considera que Soler era vicepresidente de la Fundación Hemisferio, puesto que quien tomaba las decisiones pese a que su nombre no aparecía en ningún documento oficial era Augusto César Tauroni. Asimismo, es vinculado con una serie de organizaciones que formaban parte de la trama de hechos de corrupción.
Según la jueza instructora de la causa, Pía Calderón, el testaferro localizado en Bolivia tendrá que aclarar su participación.