La presidenta de la Aduana Nacional de Bolivia (ANB), Marlene Ardaya, manifestó el lunes que la toma del puesto de control en Pisiga, realizada en las últimas horas por pobladores de esa localidad, intenta fomentar y encubrir una suerte de ‘contrabando técnico’, al demandar que se cambie la actual administración en esa zona fronteriza con Chile.
Ardaya explicó que en las últimas semanas se cambió a los funcionarios que administraban ese puesto de control, porque se advirtió irregularidades, aún no probadas, en la cantidad de productos que se declaraba y el monto que en realidad ingresaba.
‘Por Pisiga ingresaban y para que todos entiendan que se declaraba 15 cajas y de pronto entraban 20 y sólo se sólo se le contabilizaban las 15, es decir, 5 entraban de contrabando, entonces había un contrabando técnico y cuando existía esta hipótesis en una primera instancia fue cambiar administraciones pero se evidenciaba con claridad’, indicó en contacto con la estatal Bolivia TV.
Pobladores de Pisiga tomaron el 3 de marzo el puesto de control de esa localidad fronteriza con Chile, encabezados por el Jilakata y las principales autoridades, en rechazo a los ajustes que se realizaban en ese despacho para mejorar y transparentar los servicios aduaneros.
Por otra parte, la presidenta de la ANB dijo que llama la atención de que la toma de las oficinas fue encabezada por las autoridades de Pisiga, cuando se supone que deberían apoyar las buenas prácticas en beneficio del Estado.
La Presidenta de la Aduana anticipó que en las próximas horas se instalará una reunión con las autoridades de Pisiga que impulsaron la toma, con el fin de llegar a un acuerdo que ponga fin al conflicto, aunque aclaró que no se negociará peticiones que vayan en contra de los beneficios del Estado.
‘Estoy a la espera de que vengan, creo en la buena fe de estas personas, porque son autoridades que no pueden encubrir el contrabando técnico’, añadió.