Líderes de la eurozona estudian convocar una cumbre por la crisis chipriota
El tiempo apremia porque Nicosia necesita el sí de la eurozona a su plan alternativo de rescate antes del martes.
Los líderes de la eurozona barajan la posibilidad de convocar una cumbre en los próximos días, ante la gravedad de la situación en Chipre y la urgencia de encontrar un plan de rescate viable y aceptable por todos los socios, informaron hoy a Efe fuentes diplomáticas europeas.
«Es una posibilidad» que se convoque una cumbre del euro el domingo o el lunes próximos, señalaron las fuentes, que recalcaron sin embargo que «nada está decidido todavía» y «depende mucho» de la evolución de la situación en Chipre en las próximas horas.
El tiempo apremia porque Nicosia necesita el sí de la eurozona a su plan alternativo de rescate antes del martes, dado que el Banco Central Europeo (BCE) solo garantiza la liquidez de emergencia a los bancos chipriotas hasta el lunes, festivo en el país mediterráneo.
El hecho de que el lunes se celebre en Tokio la cumbre UE-Japón, a la que prevén asistir los presidentes del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, a quien formalmente corresponde convocar las cumbres del euro, y el de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, hacen improbable que los líderes se reúnen ese día, salvo que se convoque una conferencia telefónica, dijeron las fuentes.
Expertos de la troika -integrada por la CE, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI)- analizan en Nicosia los elementos del plan alternativo que está elaborando el Gobierno de Chipre.
En la noche del jueves, cuando el Eurogrupo abordó la situación de la isla mediterránea los ministros de Finanzas, las instituciones europeas y el FMI solo disponían de las líneas generales del plan, pero no de todo el proyecto, según fuentes comunitarias.
Por eso, la eurozona urgió a Nicosia a presentar cuanto antes la nueva propuesta completa, que aún debe ser votada en el Parlamento del país y después aprobada por sus socios europeos antes del martes.
Lo que más urge a los líderes e instituciones europeas es que el Parlamento chipriota apruebe «inmediatamente» una normativa genérica sobre la resolución bancaria y la ley que permitirá a Nicosia imponer restricciones a los movimientos de capital cuando abran los bancos el martes.
El objetivo de esa medida es evitar una fuga masiva de fondos y el colapso del sistema bancario, ocho veces el PIB de la isla.
De momento lo que se ha impuesto es un corralito parcial, al mantener cerradas las entidades financieras chipriotas y al haber limitaciones a la cantidad de dinero que los ciudadanos pueden sacar de los cajeros, recordaron hoy desde la CE.
Mientras, las negociaciones sobre el «plan B» prosiguen en Nicosia y en las capitales de la eurozona, pero la situación evoluciona con tal rapidez que fuentes de la CE tuvieron que desmentir que la troika haya dado ya «luz verde o luz roja» a cualquier propuesta, ante la falta de detalles.
El Parlamento chipriota prevé votar hoy un total de nueve borradores de ley, en lo que se ha conocido como el «plan B», con el que se pretende reunir los 7.530 millones de dólares que exige la troika a cambio del rescate de 13 millones de dólares.
Esas leyes prevén, entre otros, la creación de un Fondo Nacional de Solidaridad y la restricción del movimiento de capitales, la consolidación de las entidades financieras e incluso una nueva variante de la controvertida tasa sobre los depósitos privados.
Rusia, por su parte, ha dicho que estudiará participar en la ayuda a Chipre sólo después de que se concrete un acuerdo entre Nicosia y sus socios.