Hollande admite que situación en Francia es «grave»
Francia entró en recesión con un retroceso de 0,2% de su Producto Interno Bruto en el primer trimestre de 2013.
El presidente François Hollande reconoció el miércoles que la situación económica en Francia es grave, pero afirmó que la recesión es «menos profunda que la de 2008-2009», tras la caída del país en recesión y una baja histórica del poder adquisitivo.
«La situación económica es grave, no sirve de nada subestimarla», dijo el presidente en el consejo de ministros. Pero, la caída del «crecimiento concierne a toda Europa», agregó, según declaró la portavoz del gobierno Najat Vallaud-Belkacem en rueda de prensa.
Francia entró en recesión con un retroceso de 0,2% de su Producto Interno Bruto en el primer trimestre de 2013, tras una contracción similar en el último trimestre de 2012, anunció el miércoles el Instituto Nacional de Estadísticas INSEE.
Por otra parte, la caída récord del poder adquisitivo de las familias francesas registrada el año pasado fue mayor que la prevista. El INSEE, que la había evaluado en 0,4% a fines de marzo, revisó su estimación y considera ahora que tuvo un retroceso de 0,9%.
La amplitud de esta recesión es, en efecto, inferior a la registrada en Francia en 2009, cuando el país tuvo una contracción de 3,1% del PIB, pero confirma que la actividad sigue siendo cercana a cero desde hace ocho trimestres.
Los malos datos económicos acentúan la presión sobre Hollande, a quien Bruselas insta a aplicar reformas a cambio de ampliar el plazo a Francia en dos años para reducir su déficit presupuestario, y que se reunirá el miércoles en Bruselas con los 27 comisarios europeos, el mismo día del anuncio de la entrada en recesión de Francia.
En esa reunión inédita desde julio de 1997 entre un presidente francés y la Comisión Europea, Hollande defenderá su posición de reducir el déficit sin asfixiar el crecimiento.
Hay que «sanear las finanzas públicas preservando al mismo tiempo el crecimiento, recuperando el empleo y preparando la inversión para el futuro», se sostiene en París, donde se desea que esa política se convierta en modelo europeo.
Tarea que será tanto más difícil tras la publicación de las cifras económicas de este miércoles. Lo que se agrega al hecho de que la visita a Bruselas de Hollande se realiza en momentos en que circulan rumores de reorganización gubernamental que apunta al ministerio de Economía y a su titular, Pierre Moscovici.
¿Hollande va a comparecer ante 27 jueces en su reunión con la Comisión? «Por supuesto que no», «no viene en absoluto a pasar un examen», afirmó el miércoles por la mañana el presidente de la Comisión José Manuel Barroso.
Pero la Comisión, que otorgó un plazo de dos años a Francia, hasta 2015, para reducir su déficit presupuestario a 3% del PIB, va a juzgar los compromisos de París en base a acciones concretas. «Estamos analizándolas» y el veredicto se dará el 29 de mayo, dijo Barroso.
París está bajo vigilancia, y el comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn, exhortó a primeros de mayo al gobierno francés a aplicar medidas «audaces».
«Una estrategia presupuestaria fiable debe acompañarse de reformas estructurales substanciales en materia de trabajo, de jubilaciones y de apertura de los mercados», dijo Rehn.
No obstante, en Bruselas se señala la «convergencia» con París «alrededor de una acción determinada para sostener el crecimiento», con la aplicación del pacto de crecimiento decidido en la cumbre de junio de 2012 y «la necesidad de tomar más medidas a corto plazo en favor del empleo de los jóvenes», en situación catastrófica en los países del sur de Europa.