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La FAO convoca a fortalecer el Senasag para lograr la seguridad alimentaria con soberanía

El Fondo de las Naciones Unidas para la Alimentación y laAgricultura (FAO, por su sigla en inglés) convocó este viernes a entidadespúblicas y privadas a fortalecer al Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria einocuidad Alimentaria (Senasag), como «herramienta fundamental» paraposibilitar la seguridad alimentaria con soberanía, tal como se refleja en elPlan de Desarrollo con la visión 2025.

«Uno de los objetivos estratégicos de la FAO estrabajar bajo el enfoque de sistemas alimentarios sostenibles para laalimentación y la nutrición; en este marco la sanidad animal y la inocuidad delos alimentos resultan ser la base para acceder a alimentos sanos»,aseveró Crispim Moreira, representante de la FAO en Bolivia. 

En ese contexto y para dar continuidad al proceso decooperación técnica, la FAO capacitó a un importante número de funcionarios delSenasag en el manejo y atención de emergencias, vigilancia epidemiológica conun enfoque basado en riesgo; además la instalación de capacitación en UnidadesLocales y Regionales, con la finalidad de garantizar una acción oportuna yefectiva en caso de presentarse enfermedades transfronterizas y zoonóticas.

Este viernes, la entidad realizó un encuentro desensibilización pública dedicado a la Sanidad Agropecuaria y SeguridadAlimentaria con Soberanía junto al Senasag, la Confederación de Ganaderos deBolivia (Congabol) y miembros del Ministerio de Desarrollo Rural yAgropecuario, además de la Coordinadora Regional del proyecto Fiebre Aftosa dela FAO, Deyanira Barrero León.

En la oportunidad, se hizo un llamado para apoyar y promoveriniciativas encaminadas a la consolidación del Senasag como autoridad sanitarianacional, por las amenazas a las que se ven expuestos los productorespecuarios, especialmente por las enfermedades transfronterizas y zoonóticas queafectan a sus animales y que ponen en riesgo sus ingresos, la salud pública yla seguridad alimentaria.

Los datos estadísticos señalan que los pequeños productoresbolivianos tienen en sus manos el 43% del hato ganadero del país, y seevidencia que necesitan de un mayor acceso a diversas políticas públicas queapoyen su actividad ganadera; las cuales son concretadas en el territorio através del Senasag.

El director del Senasag, Christían Fernández, manifestó que»la institución requiere seguir fortaleciendo su capacidad técnica yoperativa para atender las necesidades de los productores y así reducir losriesgos sanitarios a los que el país está expuesto».

Según el último catastro ganadero, el país dispone de unhato de 7 millones de bovinos, alrededor de 7 millones de ovino-caprinos y 2,5millones de camélidos, que se convierten en el capital y en el ahorro de lasfamilias rurales, así como una fuente de subsistencia.

FIEBRE AFTOSA

En el encuentro quedó en evidencia que se requierenpolíticas que apunten a mejorar la bioseguridad en los sistemas pecuariosfamiliares y de pequeños productores, así como promover una mayor integraciónentre las instituciones responsables de la sanidad animal y las encargadas deldesarrollo rural y la prestación de servidos ganaderos.  También se mencionó «la necesidad quelas estrategias sean participativas y coordinadas, en las cuales losproductores y comunidades sean protagonistas y colaboradores de los ServiciosVeterinarios Oficiales», según expresó Barrero.

Desde el 2010, la FAO trabajó junto al Senasag en laconsolidación del Programa Nacional de Fiebre Aftosa, buscando su erradicaciónen todo el territorio nacional para lo cual apoyó al país en la construccióndel catastro ganadero, que fue la base para lograr la declaratoria, en 2012,del Altiplano como Zona Ubre de Fiebre Aftosa sin Vacunación.  El programa también apoyó al Senasag con elfortalecimiento de su red de laboratorios, principalmente LIDIVET y LIDIVECO a travésde su equipamiento y la modernización de los puestos de control.

Gracias al avance del país en la erradicación de la FiebreAftosa en el 2012 se logró liberar la exportación de 2.000 toneladas métricasde carne, cifra que ascendió a 6.000 toneladas en 2013, sin poner en riesgo elabastecimiento del mercado interno, lo que significa mayores divisas para losbolivianos.