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Castedo dice que cumplió procedimientos y que solo la DGAC pudo impedir el vuelo de LaMia

Desde algún lugar en Brasil, donde se encuentra refugiada, la exfuncionaria de AASANA, Celia Castedo, ratificó que cumplió procedimientos el 28 de noviembre, cuando hizo observaciones a la aeronave CP2933 de LaMia, y dijo que solo la DGAC tenía atribuciones para parar ese vuelo, que se estrelló por falta de combustible en Colombia dejando 71 fallecidos.

“La línea aérea que quiera salir o hacer un vuelo no regular se dirige a las oficinas de la DGAC (Dirección General de Aeronáutica Civil)  y ellos son los que solicitan la autorización…solamente la DGAC es la única autoridad que puede detener la salida de una aeronave”, explicó en declaraciones a SporTV de la red O Globo de Brasil.

Según publica este martes ese medio brasileño, Castedo aún vive con miedo después de sufrir amenazas tras el siniestro del vuelo que llevaba a los jugadores del equipo Chapecoense y al que hizo cinco observaciones en su función de técnica aeronáutica de la Administración de Aeropuertos y Servicios Auxiliares a la Navegación Aérea (AASANA).

En la entrevista ratificó que hizo esas observaciones y aseguró que cumplió con el protocolo, que no le otorga atribuciones para impedir vuelos. “Mis observaciones las hice en cinco lugares: en ruta, en alternativa, en autonomía, en terminar de completar color de la aeronave y la parte donde tendría que estar el nombre del despachador”, dijo.

Cuando el entrevistador le consultó sobre cuál de esas observaciones le llamó más la atención, Castedo respondió: “La que me llamó más la atención y la que recalqué tres veces fue la autonomía del vuelo: el combustible era exacto al tiempo en ruta”.

El informe preliminar que el 26 de diciembre presentó Aeronáutica Civil de Colombia (Aerocivil) sobre este caso concluye que el avión que se estrelló viajaba “con el combustible al límite y con exceso de peso”.

Según la investigación, en el plan de vuelo presentado por el piloto en el aeropuerto de Santa Cruz de la Sierra (Bolivia), la autonomía de la aeronave era de cuatro horas y 22 minutos, exactamente igual al tiempo de vuelo, «describiendo los mismos datos» cuando debía tener combustible para un recorrido mayor.

Castedo explicó a O Globo que las observaciones que hace AASANA (como las que hizo en este caso) solamente se entregan a la línea aérea o al despachador de vuelo, que son los que al final tienen que tomarla en cuenta para realizar los ajustes que consideren necesarios.

“Nosotros no podemos pedir un cambio, solamente ellos”, afirmó. (03/01/2017)