El Gobierno deberá responder por escrito a peticiones de informe que se presentaron en la Cámara de Diputados y la Cámara Alta sobre la construcción de la carretera Ixiamas-San Buenaventura y de la hidroeléctrica Miguillas a cargo de la española Corsán Corviam.
La semana pasada se conoció que la firma española abandonó estos proyectos, ambos ubicados en La Paz. El Ministerio de Energías informó que se envió a la empresa una carta de intención de rescisión de contrato y la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC) procedió de igual forma.
“Estamos muy preocupados porque hay un posible daño económico al Estado, esta empresa ha dejado las obras abandonadas y también ha dejado una afectación a los privados, desde los que proveían alimentos hasta los que construían la carretera quedaron sin pago”, dijo el senador de oposición Yerko Núñez, quien es representante de Beni, población fronteriza con San Buenaventura, La Paz.
El asambleísta indicó que se envió las peticiones, tanto al Ministerio de Obras Públicas, Servicios y Vivienda, por el caso de la carretera Ixiamas-San Buenaventura, como al Ministerio de Energía, por la hidroeléctrica Miguillas.
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