El precio de la castaña sube en 65% por elevada demanda y una baja producción
La comercialización de la castaña boliviana tiene como principales mercados a Alemania y Reino Unido, en Europa, y Estados Unidos, en América del Norte.
Entre enero y julio de este año, el precio de exportación por kilo de castaña o almendra boliviana subió un 65% con relación al mismo periodo de 2016. Uno de los factores es la baja producción y la elevada demanda del producto en el mercado externo.
Datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), procesados por el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), muestran que en entre enero y julio del año pasado el precio por kilo tenía un costo de $us 6,52, mientras este año subió a $us 10,75, un aumento del 65%.
El presidente de la Cámara de Exportadores del Norte (Cadexnor), Agustín Vargas, aseguró que el precio de exportación de la almendra subió “como nunca en la historia”, lo que permitió mantener el valor de las ventas con relación a la gestión pasada.
“Cuando las empresas empezaron a desesperarse a comprar (castaña del recolector), lógicamente le empezaron a subir el precio y dobló el precio anterior, pero no había castaña. Entonces se ha tenido que hacer un trabajo muy intenso de renegociación para poder elevar los precios”, explicó el empresario a La Razón.
Los factores para la baja en la producción de la castaña están relacionados con los efectos del cambio climático, tales como el retraso de la época de lluvias, las sequías y los fuertes vientos que ocasionan que los cocos de la castaña no maduren y caigan sin el fruto, manifestó el ejecutivo.
El gerente técnico de la estatal Empresa Boliviana de Almendras y Derivados (EBA), Javier Freyre, coincidió con el empresario del sector castañero y atribuyó esta caída de la producción a los efectos del cambio climático, que no solo se registró en el territorio nacional sino en los países donde crece el coco. “Por problemas climatológicos toda la zafra (de castaña) se ha visto disminuida hasta un 30% de lo que es un año normal”, explicó el profesional.
La castaña crece en la selva amazónica que es compartida por Bolivia, Brasil, Perú, Colombia y Venezuela. En el país crece en el departamento de Pando y en la región norte de La Paz y Beni.
Según Vargas, en el país hay 23 empresas beneficiadoras de almendra que comercializan el producto. Tres están en el departamento de Pando, una en Cochabamba y 19 en Riberalta, Beni. El 90% de la producción nacional que se vende al exterior sale del municipio de Riberalta, sostuvo.
En esa línea, el encargado del área de Fortalecimiento Productivo y Comercial de la Asociación de Organizaciones de Productores Ecológicos de Bolivia (AOPEB), Marco Véliz, lamentó que no haya otra forma de producir la castaña y coincidió en que los efectos climáticos perjudicaron a la zafra.
“Como es un producto de recolección no hay mucho que hacer en el tema de fertilización y manejo, entonces todo está supeditado a que la naturaleza dé el producto”, puntualizó Véliz.
Entre enero y julio de este año, Bolivia exportó 11.138 toneladas de castaña, una disminución del 30% con relación al mismo periodo de 2016, cuando se comercializó 15.901 toneladas. Ese año, el valor de las ventas llegó a $us 119,7 millones, 15% más que en 2016, cuando se comercializó por 103,8 millones.
Los principales mercados para la castaña boliviana son Europa y Estados Unidos. Alemania es el primer comprador del fruto amazónico. Entre enero y julio de este año ese país compró 2.909 toneladas por un valor de $us 30,8 millones. Le sigue Reino Unido con 2.762 toneladas por un valor de $us 30,4 millones y Estados Unidos con 1.861 toneladas por $us 23,7 millones, entre los tres principales compradores.
El director de EBA sostuvo que anualmente el país exporta 1.300 contenedores de castaña, pero por la caída en la producción se prevé que este año haya una disminución del 70%. “Solamente vamos a exportar el 30% de lo que se comercializa en un año normal”, remarcó el funcionario.
El presidente de Cadexnor informó que unas 10.000 familias se dedican a la recolección de la castaña, pero que por los efectos climáticos las empresas dedicadas a su comercialización se vieron afectadas. “Normalmente trabajaban las (empresas) medianas entre 8 y 9 meses, las grandes año redondo y las chicas entre 3 y 4 meses. Este año solamente trabajaron entre 2 y 3 meses las chicas, las medianas 4 meses y las grandes 5 meses”.
Cadexnor prevé un repunte para la próxima gestión
El presidente de la Cámara de Exportadores del Norte (Cadexnor), Agustín Vargas, espera que para el próximo año la producción de la castaña mejore y se recupere lo perdido durante este año.
“Nosotros prevemos que el próximo año esto va a aumentar, no estamos tan optimistas que vamos a volver al 100% (de la producción), pero sí estamos optimistas que vamos a empacar el 70%”, dijo el empresario castañero en contacto con La Razón.
Entre enero y julio de 2017, las exportaciones de la almendra bajaron en un 30%; sin embargo, el precio por kilo se incrementó un 65%, según datos del estatal Instituto Nacional de Estadística (INE) y que fueron procesados por el privado Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE).
Vargas consideró que una de las dificultades para que los cocos de la castaña desarrollen son los vientos, ya que no permiten este proceso y los hace caer antes de la maduración del fruto.
El encargado del área de Fortalecimiento Productivo y Comercial de la Asociación de Organizaciones de Productores Ecológicos de Bolivia (AOPEB), Marco Véliz, dijo que esa entidad espera que la recolección de los cocos mejore el próximo año y beneficie a las más de 10.000 familias que se dedican a esta labor, aunque se debe esperar el proceso de maduración del fruto para que los zafreros (personas dedicadas a la recolección de la castaña) lo recojan. “Preguntando a los productores, éstos tienen mucha esperanza de que habrá un buen año, que habrá castaña, pero hay que esperar la formación de cocos”, manifestó.
El árbol de la castaña es uno de los más altos de la selva amazónica. Llegan a alcanzar entre 40 y 60 metros de altura. Aparte de ser colosal, es centenario y puede vivir hasta más de 500 años, de hecho se han encontrado árboles en la amazonía boliviana de hasta 1.200 años de antigüedad. En condiciones naturales alcanza su madurez a los 80 años y da sus primeros frutos al cabo de 10 a 30 años.
La recolección de la castaña se realiza entre los meses de febrero y abril de cada año.