Para el Gobierno, la decisión de alguna dirigencia de la Central Obrera Boliviana (COB) de centrar el diálogo sobre el pago del segundo aguinaldo en subir el tope de Bs 15.000 es un “desacierto”, no solo porque este ya es un «tema cerrado», sino porque quienes quedan fuera del beneficio no llegan ni al 3% de los trabajadores sindicalizados y del aparato público.
El ministro de la Presidencia, Alfredo Rada, fue el encargado de responder al dirigente del ente matriz de los trabajares, Juan Carlos Huarachi, quien advirtió que en el ampliado de emergencia convocado para este jueves por ese organismo sindical se analizarán medidas de presión ante la negativa del Gobierno de anular la flexibilización en la cancelación del pago, también denominado “Esfuerzo por Bolivia”.
“El decreto del doble aguinaldo está en vigencia y está ya en aplicación, por lo tanto nos parece que ese tema, ya estando en aplicación y en plena vigencia, no corresponde que se vuelva el eje de los debates entre el Gobierno y la COB. Nos parece desacertada la posición de alguna dirigencia”, cuestionó el ministro en una conferencia de prensa en la Casa Grande del Pueblo.
La flexibilización cuestionada desde de la dirigencia laboral, que es aliada del oficialismo, implica que el beneficio se pague hasta marzo de 2019, que el 15% vaya a la compra de producción nacional y que solo reciban el beneficio quienes ganan menos de Bs 15.000. Huarachi demanda que el pago sea para todos y en efectivo.
El presidente Evo Morales expuso la posición de su administración a Huarachi y al resto de la cúpula dirigencial cobista el lunes, en una reunión al final de la tarde. Al cabo de la cita no hubo declaraciones de los dirigentes, solo el viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales, Arturo Alessandri, habló con los medios para decir que la flexibilización permanece vigente.
Rada explicó, en función a un informe del Ministerio de Trabajo, que ni el 3% de la masa laboral en Bolivia quedó al margen del pago del beneficio, “por lo tanto nos parece que es una cantidad muy poco significativa por lo cual los dirigentes de la COB están planteando algún tipo de observaciones a lo que es este beneficio”.
Dejó abierta las puertas del diálogo para tratar otros temas que son parte de la agenda bilateral en el marco del pliego del sector.
“El jueves va a haber reunión para determinar las medidas (…) nosotros no vamos a aceptar nada de la reglamentación, porque no ha sido consensuada por los trabajadores”, anticipó a La Razón el dirigente cobista Orlando Gutiérrez.
La COB es parte de los sectores sociales afines al oficialismo, pero ahora se mostró abiertamente crítica a la posición de Gobierno. Los empresarios, por su parte, esperaban, como finalmente ocurrió, que en la reunión del lunes no se modifique el tope para el pago del beneficio por el impacto negativo en la economía y las empresas.