La Central Obrera Boliviana (COB) concluyó este jueves un ampliado distanciándose de la oficialista Conalcam. Prohibió a sus delegados asistir a las reuniones de la  Coordinadora Nacional por el Cambio (Conalcam), ratificó su rechazo a la flexibilización en el pago del doble aguinaldo, exigió la renuncia de tres ministros y llamó a un congreso para tratar su situación política.

El dirigente del ente matriz de los trabajadores Juan Carlos Huarachi informó de las decisiones tomadas en el ampliado, en el que participaron diferentes representaciones laborales que hicieron conocer, principalmente que “muchos” mineros y fabriles son –dijo- afectados con el tope de Bs 15.000 para el beneficio social del aguinaldo.

Además denunció que “algunos ministros son defensores del empresarios privado y lo hemos visto como una traición”, por lo que ratificaron su exigencia al Gobierno de destituir a los ministros de Economía, Mario Guillén; de Trabajo, Héctor Hinojosa, y de Planificación, Mariana Prado, quienes participaron de las negociaciones por el segundo aguinaldo.

Fue el ministro de la Presidencia,  Alfredo Rada, quien el miércoles dio por cerrado este tema y dijo que ni el 3% de los trabajadores asalariados quedará al margen del beneficio con el tope de Bs 15.000. Consideró desacertada la exigencia de “alguna” dirigencia cobista de exigir que se pague a todos, en efectivo y hasta diciembre.

La reglamentación para este año del doble aguinaldo determina que se pagará hasta marzo, que el 15% se destinará a la compra de productos nacionales y que solo quienes ganen por debajo de Bs 15.000 podrán cobrar.

“Los trabajadores se van decepcionados porque en el marco jurídico legal no se dice que se va a pagar en especie, plazos y tope”, sostuvo y añadió: “Se ha planteado un congreso extraordinario político en la primera quincena de  enero para ver el escenario político y todo lo que se ha ido trabajando en esta gestión”, sostuvo.

Justamente en lo político la primera determinación fue prohibir a sus delegados asistir a las reuniones de la Conalcam, instancia que reúne a los diferentes sectores sociales que apoyan al oficialismo y que estaba a la cabeza de la COB, que ahora se aleja del oficialismo como lo hizo en su momento la anterior dirigencia a la cabeza de Guido Mitma.

También dieron un plazo de 15 días para que sean atendidas las demandas del pliego petitorio 2018. “Existe molestia a nivel nacional, existe descontento”, insistió y no descartó movilizaciones próximas.

El lunes, el presidente Evo Morales se reunió con la dirigencia de la COB, pero no hubo cambios en la posición del Gobierno sobre el doble aguinaldo.

A las 06.00 fue declarado en cuarto intermedio  las conversaciones que, según informó el viceministro de Gobierno, Jorge Pérez, se concentró en los temas vinculados a las demandas de mejora salarial y la ley de Régimen Disciplinario, que los movilizados exigen sea anulada. El acuerdo inicial fue reanudar las conversaciones a las 10.00.

“El Gobierno está yendo con toda la predisposición y buena voluntad para resolver el conflicto”, afirmó Dávila en una entrevista en medios oficiales. El ministro de Gobierno, Carlos Romero, lidera la comisión del Ejecutivo que retomó ayer las negociaciones con los nuevos dirigentes de los uniformados, que mantienen movilizaciones, la mayoría vestidos de civil y cubiertos el rostro con pasamontañas.

Romero, acompañado de sus colegas de Desarrollo Productivo, Teresa Morales, de Hacienda, Luis Arce, y del viceministro Pérez, asistió a la reunión que se instaló hace minutos en dependencias del Viceministerio de Gobierno. El comandante de la Policía, coronel Víctor Maldonado, y los miembros del Alto Mando policial también participan de la negociación.

Mientras tanto en plaza Murillo, los amotinados marcharon la mañana de hoy acompañados por sones de la banda policial. El centro del poder político está tomado por los movilizados; situación que impide labores en la Cancillería y la regularidad en las tareas legislativas, informó la ministra.

La puerta principal de Palacio de Gobierno está cerrada. Dávila calificó de racista y discriminatorios los estribillos que enarbolan los movilizados en contra del presidente Evo Morales.