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Es lento el desarrollo de Chuquisaca y Sucre carga un peso mayor

Al cumplirse los 210 años del Primer Grito Libertario, Chuquisaca camina lentamente en busca de su desarrollo y que deja todo el peso a Sucre, su capital, que asume las dificultades  para dar las condiciones básicas a más del 55% de la población.

Según la proyección del Instituto Nacional de Estadística (INE), Chuquisaca tiene actualmente una población de 626.000 habitantes y para 2030 apenas subirá a 694.000 (68.000 más). Mientras que Sucre, tomando en cuenta el área rural del municipio, actualmente supera los 320.000 habitantes, que representan más del 55% del conjunto del departamento.

Esa situación se entiende por la migración que está dejando a las provincias casi desoladas. En análisis del economista Gonzalo Quiroga, Chuquisaca no tiene ciudades intermedias que generen un desarrollo más armónico del departamento. Después de Sucre, el segundo municipio con más habitantes es Monteagudo, que no supera los 22.000 habitantes.

La sede del Órgano Judicial, la presencia de la Fábrica Nacional de Cemento (Fancesa), la Universidad San Francisco Xavier y la actividad turística se convirtieron en el imán para atraer a Sucre al resto de los chuquisaqueños, pero ellos dejaron  abandonados los municipios que tienen un gran potencial, sobre todo agrícola.

Un factor determinante que marca el desarrollo es la vertebración caminera. Quiroga lamenta que Chuquisaca no tenga una real conexión vial; la mayoría de sus caminos vecinales es de tierra, y las inversiones en el rubro se extienden por muchos años.

Censo. De acuerdo con el censo de 2012, Chuquisaca, ocupa el último lugar en el mapa de la pobreza en Bolivia. La mayoría de los 29 municipios del departamento tiene una  población pobre por encima del 51%.

El departamento ocupa el sexto en el Producto Interno Bruto (PIB) y durante el gobierno de Evo Morales, a 2017, el PIB alcanzó a $us 1.874 millones, superior a 2005, que fue de $us 421 millones.

La secretaria ejecutiva de la Federación de Empresarios Privados, Cintia Castillo, suma otra cifra que también es preocupante: en 2018, Chuquisaca creció en un 1,9%, mientras que el resto del país se desarrolló sobre el 4,5%.

La empresaria considera que esa cifra demuestra que el crecimiento de la región es muy lento y la inversión pública no permite despegar económicamente a la región y tampoco ha generado la creación de fuentes de empleo o el convencimiento de los chuquisaqueños de quedarse a trabajar en su tierra.

En criterio del analista Jimmy Osorio, pese a que Chuquisaca administró gran cantidad de recursos, los indicadores muestran que es uno de los departamentos con menor desarrollo socioeconómico y esa realidad es peor en municipios más pequeños.

Identifica otro de los problemas que aqueja a la región: la Gobernación como las alcaldías dirigen sus inversiones al desarrollo humano (salud, educación, deportes, calles, avenidas, parques, plazas, etc.) y dejaron de lado el desarrollo productivo que, en su criterio, se convertiría en el motor del desarrollo de Chuquisaca.

De acuerdo con los datos del Gobierno, en el periodo 2006-2018, Chuquisaca se benefició de una inversión superior a los $us 2.100 millones, en relación a los $us 570 millones que recibió entre 1993 al 2005. Con esos recursos, se ejecutaron, por ejemplo, los proyectos viales Ravelo-Sucre, Padilla-El Salto, Monteagudo-Ipati, además, del tendido de redes de gas domiciliario, la construcción de la planta de envases de vidrio (entregada ayer) y centros hospitalarios de segundo y tercer nivel.

Para tratar de revertir las cifras rojas, el Gobierno y las autoridades departamentales apuestan al gran potencial que posee la región en materia de hidrocarburos.

Solo para este año se programó una inversión de $us 241 millones para tres proyectos de perforación.

El presidente de la brigada parlamentaria, Elmar Callejas, informa que el pozo exploratorio Sipotingui, a cargo de YPFB, tiene un presupuesto de $us 62 millones; el pozo Ñancahuazú XI, en el bloque Azero, Bs 73 millones.

El tercer proyecto para ejecución este año es Yapucaiti, en el bloque Huacareta Norte. Se destinaron $us 75 millones por parte de la Shell Bolivia, que tiene la concesión del Estado. Además, se presupuestaron $us 31,3 millones para los estudios sísmicos en Aguarague Norte e Itacaray.

En medio de esas cifras, existe otro convenio firmado por el presidente Evo Morales con autoridades regionales en el que se determina una inversión de $us 2.514 millones hasta 2021 en la exploración en los campos chuquisaqueños Aguarague Norte, Acero, Caipipendi, Huacareta, Itacaray, Iñau, Ingre y Saucemayu.

Actualmente, Chuquisaca recibe las regalías del campo Huacaya, que es 75% del total de producción de gas del departamento. Están en explotación los campos de Vuelta Grande y Monteagudo.

La explotación de los tres campos representó en 2018 un ingreso para la región de Bs 342,9 millones; solo en los cuatro primeros meses de este año, la región ya percibió Bs 89,4 millones.