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Hace 8 años se mantiene inalterable el tipo de cambio

Mañana se cumplen ocho años desde que se registrara la última apreciación de la moneda nacional frente al dólar estadounidense. Desde el 2 de noviembre de 2011, el tipo de cambio se ha mantenido invariable: Bs 6,96 para la venta y Bs 6,86 para la compra.

Esta es la segunda vez en lo que va de este siglo que el Banco Central de Bolivia (BCB) decide mantener congelado por un largo periodo el tipo de cambio. La primera vez, la cotización de la moneda local se mantuvo estabilizada por espacio de dos años, un mes y 18 días (del 6 de octubre de 2008 al 24 de noviembre de 2010), de acuerdo con los datos estadísticos publicados en la página web del instituto emisor. En ese período, el tipo de cambio se mantuvo en Bs 7,07 para la venta y en Bs 6,97 para la compra.

La estabilidad en el tipo de cambio ha permitido una mayor profundización de la bolivianización (uso del boliviano en depósitos, créditos y transacciones en general). Hace más de una década, la economía se encontraba prácticamente dolarizada. La compra y venta de la mayoría de los artículos, las captaciones del sistema financiero y el pago de salarios giraba en torno a la moneda extranjera, y los librecambistas abundaban en las calles de todo el país.

BOLIVIANIZACIÓN. Ahora hay menos librecambistas, la mayor parte de los depósitos son en moneda nacional y los comerciantes usan cada vez menos el dólar para cotizar sus productos. La economía se ha bolivianizado.

La bolivianización de los depósitos en el sistema de intermediación financiera cerró en 2018 en 88% y al 30 de septiembre de la presente gestión se situó en 87%, lo que muestra que la ciudadanía tiene confianza en su moneda. No ocurría lo mismo hace unos 16 años, cuando menos del 10% de los depósitos del público estaba en bolivianos, lo que era un fiel reflejo de la falta de confianza en la moneda local y una demostración de la fortaleza del dólar estadounidense.

En el último Informe de Política Monetaria-Julio 2019, presentado el 7 de agosto por el presidente del BCB, Pablo Ramos Sánchez, se indica que en un entorno de debilitamiento de la actividad económica global y regional, panorama agudizado por la ralentización del comercio y la actividad manufacturera mundial, “la política cambiaria tuvo un rol preponderante, en el que la estabilidad del tipo de cambio nominal posibilitó el anclaje de las expectativas, siendo también determinante para preservar la bolivianización, mantener baja la inflación y resguardar la estabilidad del sistema financiero”.

“En conjunto, las acciones de política monetaria y cambiaria otorgaron mayor certidumbre a los  agentes sobre el comportamiento y las perspectivas de la economía nacional, contrarrestando significativamente los efectos de un entorno particularmente incierto que  caracterizó a la economía mundial en los últimos meses”, añade.