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Bolivia analiza la ‘interrupción’ del contrato de venta de urea a Cuba

El contrato de compra-venta de urea entre Bolivia y Cuba será revisado y existen elementos que abren la posibilidad de su interrupción, informó el ministro de Hidrocarburos, Víctor Hugo Zamora. Reveló que La Habana tenía un año de gracia para pagar por la urea boliviana.

En esa línea anticipó que planteará, como cabeza de sector, la interrupción de la adenda que se negociaba y se exigirá el pago por la exportación de más de 6.000 toneladas de fertilizantes.

Una reunión de directorio de la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), de la que es parte Zamora, analizará la situación con Cuba, país con el que la administración de Jeanine Áñez rompió relaciones a nivel de embajadores.

Zamora anunció ya el 23 de enero de la decisión de romper el contrato con la empresa cubana que compraba la urea boliviana "a precio regalado", con un importante daño económico al país, reportó la estatal ABI.

La venta de urea "cara" a los productores nacionales es uno de los elementos que "nos motiva a revisar el contrato y claro ya hemos identificado la posibilidad de interrupción de ese contrato", explicó Zamora.

Fue la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) la que reclamó de manera oficial que los fertilizantes de la planta de Bulo Bulo se les vende más caro en comparación a los precios de exportación.

Con Cuba se firmó el contrato el pasado año, durante el gobierno de Evo Morales. Se estableció que la exportación sería a través de la empresa estatal Cubana Importadora de Productos Químicos (Quimimport). Insumos Bolivia (Inbol) es la contraparte que se encarga de la logística de transporte.

Zamora descartó que haya alguna sanción por la eventual anulación del contrato con La Habana, más cuando se está buscando tener una negociación para reencauzar el contrato.

Los fertilizantes se producen en la planta de Bulo Bulo, que será sometida a una auditoría debido a problemas detectados desde su funcionamiento, que le representan pérdidas económicas al Estado. Este proceso de fiscalización será en coordinación con Samsung Engineering Co. Ltd., firma que construyó la megaobra.

“Vamos a tener una auditoría muy clara de lo que ocurrió con la inversión y una segunda, paralela, es la reingeniería que se debe hacer”, señaló y calificó al proceso de industrialización de “fallido, abusivo y deshonesto”.

Desde su puesta en marcha, solo habría estado funcionando entre 7% y 8% de su capacidad. (30/01/2020)