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Más críticas al decreto para uso de semillas modificadas en 5 cultivos agroindustriales

El Gobierno abrió la puerta al uso de semillas transgénicas en el agro y desató críticas. Se le cuestiona que tome una decisión estructural y sensible siendo una administración transitoria y sin tomar en cuenta los potenciales impactos negativos y el debate previo.

Es el Decreto 4232 el que establece “procedimientos abreviados” para dar paso a la elección de variedades de semillas transgénicas para los sembradíos de maíz, caña de azúcar, algodón, trigo y soya para consumo interno y exportación.

La normativa se hizo pública el viernes y desató de inmediato críticas desde el ámbito político y de especialistas, y también apoyo, por lo menos de uno de los sectores beneficiados, los industriales de oleaginosas y de trigo.

Comunidad Ciudadana (CC), que tiene como candidato presidencial a Carlos Mesa, rechazó la decisión del mandato de Jeanine Áñez. “No es aceptable que un gobierno transitorio tome decisiones sobre un tema ambiental de alta complejidad política y sensibilidad social que tendrá consecuencias de mediano y largo plazo”, cuestionó la organización y advirtió de riesgos para la salud y el medio ambiente en Bolivia.

De acuerdo con datos del Ministerio de Desarrollo Productivo, en la campaña agrícola 2018-2019 la extensión de cultivos de caña de azúcar llegó a 174.630 hectáreas (ha); de soya a 1.387.973; de algodón a 4.578; y las oleaginosas e industriales a una superficie de 1.724.176. La información fue publicada en La Razón, en marzo.

Una de las autoridades que defendió la normativa fue el recientemente posesionado ministro de Desarrollo Productivo, Óscar Ortiz. Dijo que se prevé que la autorización del uso de transgénicos en el agro empezará con cuatro variedades por cada semilla identificada.

Para el director de la Fundación Tierra, Gonzalo Colque, la celeridad dispuesta en este tema derivará en la masificación, “este año, de la siembra de más transgénicos y agrotóxicos”. No solo eso, sino advirtió de un “conflicto de intereses” en el Comité Nacional de Bioseguridad que deberá viabilizar la utilización de semillas modificadas genéticamente, por su composición, con los ministros Órtiz, Eliane Capobianco y María Elva Pinckert.

PROHIBICIÓN. El decreto no hace referencia a la Ley de la Madre Tierra, que en su artículo 24 prohíbe “la introducción, producción, uso, liberación al medio y comercialización de semillas genéticamente modificadas” en el país.

Desde su asilo en Argentina, el expresidente Evo Morales se sumó a las objeciones a la apertura al uso de semillas transgénicas. “Aprovechando la pandemia, el gobierno de facto acaba de aprobar el D.S. 4232 que permite el uso de semillas transgénicas en principal matriz alimentaria de bolivianos: trigo, maíz y caña de azúcar, lo cual supone riesgos para población y productores (sic)”.

El Movimiento Agroecológico Boliviano reúne a 28 organizaciones que se pronunciaron en contra del empleo de semillas transgénicas porque “generan impactos socio ambientales negativos”.

“Estas semillas no garantizan para la población, una dieta adecuada ni suficiente, tampoco que la capacidad del sistema inmunológico de las personas vaya a ser mejorada”, advirtieron e hicieron conocer que la normativa “pone en riesgo la diversidad genética de nuestras semillas nativas”.

Ante esa situación, el movimiento agroecológico anuncia acciones legales e internacionales para anular el Decreto 4232.

En el otro frente, el presidente de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), Marcelo Pantoja, informó que el empleo de esa tecnología, tradicional ya en países como Brasil, triplicará la producción anual de granos “a 12 millones de toneladas, con un movimiento económico de $us 2.800 millones”.

Se prevé 4 variedades por cada semilla

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La reciente autorización del uso de transgénicos en el agro comprendería cuatro variedades por cada semilla. El ministro de Desarrollo Productivo, Óscar Ortiz, informó que en un breve plazo se conocerá la variedad de semillas modificadas genéticamente que se usarán en la siembra de maíz, caña de azúcar, algodón, trigo y soya.

“Lo que ha habido es una autorización para que se pueda desarrollar, mediante un procedimiento abreviado, todo el proceso de análisis y estudio que llevaría ya a las autorizaciones específicas de cada evento, por decirle en términos fáciles, sería de cada semilla en cuatro productos que autoriza el decreto”, explicó.

Poniendo como argumento a la actual cuarentena por el coronavirus, el gobierno de Jeanine Áñez autorizó por decreto, y de manera excepcional, al “Comité Nacional de Bioseguridad establecer procedimientos abreviados para la evaluación del maíz, caña de azúcar, algodón, trigo y soya, genéticamente modificados en sus diferentes eventos, destinados al abastecimiento del consumo interno y comercialización externa”.

Ortiz, recientemente posesionado como ministro de Desarrollo Productivo, explicó que todavía no se aprobó qué semillas modificadas se utilizarán en el agro, porque eso estará definido en función al estudio técnico y comparativo dispuesto.

Justamente, el decreto instruye “tomar en cuenta las acciones y medidas adoptadas por los países vecinos, referentes a los productos agrícolas y alimenticios producidos por técnicas de ingeniería genética”.

Los ministerios de Medio Ambiente y Agua, y de Desarrollo Rural realizarán las evaluaciones.