Bolivia se queda sin recursos. Ya lo dijo el martes el ministro de Economía, Óscar Ortiz, “la caída de ingresos es mucho más grande que la caída de los egresos”. Por ello, el déficit fiscal llegó hasta medio año a Bs 20.000 millones, todo lo programado para este 2020. Tras ello, la presidenta transitoria, Jeanine Áñez, insistió en la aprobación de créditos para el pago de bonos.
“El MAS dejó al país con una economía muy delicada. Si a eso le sumamos la negativa de la Asamblea masista a aprobar los créditos internacionales, veremos el daño real que le hicieron y le hacen al país. Exigimos que liberen el dinero para pagar los bonos y ayudar a la gente”, escribió la Mandataria este miércoles en su cuenta personal de la red social Twitter.
El único préstamo rechazado por la Asamblea Legislativa, con mayoría del opositor Movimiento Al Socialismo (MAS), es del Fondo Monetario Internacional (FMI), por $us 327 millones. El MAS señaló que no hay “transparencia” del Gobierno sobre las condiciones del crédito. La presidenta del Legislativo, Eva Copa, denunció el martes que ya se pagó un interés de $us 1,6 millones.
Áñez afirma que ese dinero es necesario para el pago de un nuevo bono. Ella planteó el Bono Salud de Bs 500, y el MAS dobló la oferta con la propuesta de su candidato presidencial, Luis Arce, del Bono contra el Hambre de Bs 1.000, que fue aprobado mediante una ley sancionada por la Asamblea, pero que resultó objetada por Áñez, quien no está de acuerdo con las fuentes de financiamiento establecidas por la oposición. El caso es tratado por una comisión legislativa.
(09/09/2020)