De enero a septiembre de este año, Bolivia presenta una tasa negativa de la actividad económica de 10,40% con relación al mismo período de 2019. Este indicador, sin embargo, es ligeramente inferior al 11,00% registrado hasta agosto.
Según el Índice Global de la Actividad Económica (IGAE), documento publicado este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en su sitio web, los sectores que registraron la mayor contracción hasta septiembre fueron: minerales metálicos y no metálicos (-36,46%), construcción (-35,82%) y transporte y almacenamiento (-20,61%).
“Si bien la construcción sigue presentando tasas negativas, la actividad muestra una ligera recuperación que se refleja en el restablecimiento de la población ocupada urbana dedicada a esta actividad, creciendo la misma en 1,4% en septiembre 2020 respecto a similar mes del año anterior”, se lee en el reporte.
Asimismo, añade, la leve recuperación que presenta el sector minero se observa en un contexto de disposiciones de post confinamiento aplicadas en las empresas; mientras que, de la misma forma, las cooperativas y empresas mineras más pequeñas aplicaron medidas de seguridad sanitaria.
También indica que el servicio del transporte aún presenta afectación por la menor capacidad utilizada en el transporte urbano, la cual ha estado limitada en procura de precautelar la salud de los usuarios debido a la pandemia. Sin embargo, sostiene, el transporte interdepartamental, sobre todo de carga, muestra una ligera recuperación por la dinámica de las exportaciones de alimentos e importaciones de suministros y combustibles, principalmente.
Por otra parte, los sectores que mantienen una actividad económica positiva son comunicaciones (5,65%), agropecuaria (1,92%) y servicios de la administración pública (1,16%).
El INE aclara que el IGAE, al ser un indicador de corto plazo de la actividad económica, no es un indicador que determine el crecimiento económico. “El mismo es explicado por la teoría económica como el resultado de la productividad marginal de los factores y el progreso tecnológico”.
Añade, por otra parte, que es necesario tener estimaciones del producto potencial y compararlos con el Producto Interno Bruto (PIB) observado para determinar la existencia de una recesión.
(26/11/2020)