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Pandemia: Expertos dicen que castigó más a mujeres y que disparó la desigualdad

A un año de la llegada del COVID-19 a Bolivia, expertos en materia económica aseguraron este martes que la pandemia castigó más a mujeres que a hombres en tema de empleo, creó más desigualdad social y que ahora el reto es cerrar la brecha como parte de la reactivación de la economía.

El economista y presidente de la Comisión de Planificación, Política y Finanzas de la Cámara de Diputados de la Asamblea Legislativa, Omar Yujra, recordó que la pandemia significó un “frenazo para la economía” y que generó “expectativas negativas”.

“La pandemia afectó a la economía por dos lados: por el lado de la oferta y la demanda. Dejamos de producir, de consumir y entramos a un proceso en el que la gente encerrada provocó que las empresas disminuyan sus ingresos y la economía empiece a caer. Ahora, un año después, lo que se observa –no lo digo yo sino Naciones Unidas y la propia Cepal- es que se ha acrecentado las desigualdades”, sostuvo Yujra en el programa de La Razón y Extra “Piedra, Papel y Tinta”.

El también economista y columnista de La Razón Pablo Rossel aseguró que en la pandemia las economías que más rápido empezaron a perder fueron las vinculadas a la aglomeración de personas como cines, restaurantes y hoteles.

“Al no haber circulación de la gente en la calle vemos que mucha gente de rubros independientes han dejado de percibir ingresos, mientras que empresas más grandes tenían la espalda financiera para aguantar y eso significa que quienes tenían empleos protegidos versus el nivel de trabajo de la otra gente que estaba viviendo prácticamente al día la brecha se ensanchó debido a que este sector ha perdido ingresos en términos absolutos”, explicó.

El economista y columnista de La Razón Pablo Rossel. Foto: Álvaro Valero.

Según Rossel, la ampliación de la brecha de la desigualdad está aparejada con desempleo, subempleo e incremento de la pobreza, y que muchos efectos de la pandemia fueron más dañinos contra las mujeres, que según la Cepal, fue el grupo que más empleo perdió.

Yucra, exviceministro de Pensiones y Servicios Financieros, precisó que el COVID-19 triplicó el desempleo en Bolivia ya que del 4% subió al 12% en los meses de la pandemia en 2020, afectando a 700.000 personas que se quedaron sin trabajo, entre ellos, jóvenes que empezaban a trabajar.

Rossel acotó que los nuevos tipos de “problemas sociales” que surgieron con la pandemia obligaron a la creación de nuevos mecanismos para hacerles frente, como la entrega de bonos. “Fue básico que estos tres bonos se dieran porque impidió el crecimiento de la pobreza”.

La pandemia, según Yucra, no solo sirvió para crear mayor desigualdad, sino también para convertir a los ricos en más ricos, lo que abrió los ojos a los organismos internacionales como la Cepal que ante este tipo de hechos advirtió que se debe “entrar” a las economías para ayudar a la gente con menos recursos.

El diputado Omar Yujra. Foto: Álvaro Valero

“Una de las soluciones para este tema es la entrega de los bonos”, indicó el asambleísta, quien acotó que desde la Asamblea Legislativa se promovió acciones para defender la vida con políticas sociales como los bonos o los impuestos a las grandes fortunas y ahora con la reactivación de la economía con la reactivación de la inversión pública y privada.

Rossel, por su parte, precisó que “el problema es cómo se puede financiar esta brecha”. “Una inyección de 4.000 millones de dólares tendrá un impacto sobre el crecimiento o empleo, pero el reto es cerrar la brecha de financiamiento”.

Desde la óptica de Yucra, en lo que trabaja el actual gobierno es en reactivar el ingreso de las empresas públicas, que por efecto de la pandemia bajaron hasta más del 60% lo que implicó la no generación de ingresos para el Estado.

“Si hubiéramos estado en piloto automático no hubiera caído la economía. Hubo un desconocimiento del aparato estatal. Hemos vuelto a encaminar la inversión pública”, dijo.

Rossel advirtió que a lo que hay que apostar es a producir lo que Bolivia necesita en territorio nacional. “Se está produciendo pero no en la cantidad y calidad. Podríamos empezar por ahí generando programas masivos de desarrollo de proveedores”.