El presidente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Demetrio Soruco, aseguró este miércoles que existe carga suficiente como para trasladar mercadería tanto por el servicio del tren Arica-La Paz como por los camiones del transporte pesado.
“Existe la carga suficiente, (solo se trata) de optimizar los procesos de comercio exterior”, afirmó Soruco en una entrevista con La Razón Radio, después de que el transporte pesado empezó a asumir medidas de presión, incluso, bloqueando algunas vías troncales del país en rechazo a la reactivación del ferrocarril Arica-La Paz.
Además, “tenemos que tomar en consideración que este ferrocarril es producto de la aplicación del Tratado de 1904 suscrito con Chile y este tratado lo que perseguía (es precisamente) incentivar las exportaciones o el movimiento de la carga desde Bolivia”, recordó.
En ese sentido, remarcó que Arica se constituye en un puerto “muy importante” para las exportaciones e importaciones bolivianas porque mueve aproximadamente 5 millones de toneladas de carga al año.
“De los cuales, 3,5 millones corresponden a la importación de productos y 1,5 millones a exportaciones desde Bolivia hacia el mundo”, explicó.
Sin embargo, también admitió que el puerto de Arica tiene «algunos problemas operativos» porque está muy cogestionado, pero, según su versión, “se hacen todos los esfuerzos para resolver y no perjudicar a la carga boliviana, tanto entrante como saliente”.
“Ahora, desde el punto de vista de comercio exterior, mientras más opciones y alternativas existan para sacar los productos (es) mejor. La idea es optimizar los procesos de comercio exterior y eso significa menores tiempos de espera, menores costos, reorganización de la matriz de cómo estamos sacando nuestra mercadería y la opción del tren es muy interesante”, insistió.
En la misma línea, la Cámara Nacional de Industrias (CNI) y la Cámara Departamental de Industrias de La Paz (Cadinpaz) coincidieron el lunes en señalar que el reinicio de las operaciones del ferrocarril Arica-La Paz aumentará la competitividad de la producción nacional porque es una alternativa más para el transporte de las mercaderías.
Entretanto, la dirigencia del transporte pesado insiste que el servicio del tren provocará la pérdida de fuentes de empleo en su sector.