El presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Armin Dorgathen, expresó su apoyo a una eventual modificación de la Ley 3058, de Hidrocarburos, de mayo de 2005, con el objetivo de que la petrolera estatal sea más competitiva en las actividades hidrocarburíferas.
“Esto es tuición del Ministerio de Hidrocarburos (y Energías) porque nosotros estamos totalmente de acuerdo en una necesidad de una actualización de la Ley (3058) que nos permita ser más competitivos”, dijo el ejecutivo en entrevista con La Razón Radio.
“Tomemos en cuenta que hace unos cinco o seis años era diferente, el petróleo, el gas estaba en 120 dólares, no había una fuerza en las energías renovables y las empresas que estaban en Bolivia estaban netamente enfocadas a los hidrocarburos”, justificó Dorgathen.
Explicó que actualmente las empresas petroleras del mundo, que también operan en Bolivia, redujeron sus inversiones en las actividades hidrocarburíferas para destinar esos recursos a la generación de energías alternativas.
“Lo mismo pasa con las petroleras europeas y, en Bolivia, en su mayoría, tenemos empresas europeas, Total, Repsol, Shell; son parte de las empresas que están en Bolivia y dentro de su pool, llamemos así, que si tenía una inversión de 3.000 millones de dólares para hacer exploración a nivel mundial hoy solamente tienen 1.000 millones porque gran parte de sus recursos se están yendo a energías verdes, energía fotovoltaica, eólica, etc.”, añadió.
Dorgathen afirmó que adecuar la normativa hidrocarburifera “mucho más atractiva” permitirá contar con proyectos que compitan con otros como el de Vaca Muerta, en Argentina; de Camisea, en Perú, y otros de la región.
De igual manera, el viceministro de Exploración y Explotación de Hidrocarburos, Raúl Mayta, dijo también que es necesario modificar la Ley 3058. No obstante, mientras se trabaja en una nueva norma, el Gobierno elabora decretos para adecuarse a la actualidad hidrocarburifera y la seguridad jurídica a las empresas petroleras para que continúen con la inversión en exploración y explotación. Bolivia comenzó en 2014 la transición a las energías alternativas con la construcción de plantas eólicas, fotovoltaicas, hidroeléctricas y el uso de combustibles verdes (etanol) en vez de los fósiles.