El presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Armin Dorgathen, informó este lunes que se prevé un ingreso de $us 400 millones por la venta de urea hasta fin de este año y que, en cuatro meses, el rédito por la comercialización superó a la de 2022.
“Entre enero y abril de 2022, la Planta de Urea logró generar más de $us 100 millones; en cuatro meses hemos superado lo del año pasado (cuando) la máxima fue de 60 a 70 millones de dólares (…). Tenemos programado poder llegar hasta fin de año con unos ingresos de $us 400 millones”, dijo el presidente de la estatal petrolera en una entrevista en el programa Piedra, Papel y Tinta, de La Razón.
Aseguró que en lo que más trabaja su despacho “es en la comercialización” de urea y que el principal cliente es Brasil, aunque también “existen otros países interesados, como Perú, Argentina, Paraguay y tenemos (también) solicitudes de Chile y Colombia. Vamos cubriendo en función de la llegada y los precios que vamos manejando”, añadió.
“La urea boliviana es bastante requerida, porque tenemos una de las tecnologías más altas en Latinoamérica”, sostuvo.
Aseguró que la Planta de Amoníaco y Urea (PAU), cuyas actividades fueron paralizadas durante el gobierno transitorio de Jeanine Áñez, entre noviembre de 2019 y noviembre de 2020, actualmente trabaja al 78% de su capacidad, pero también se prevé que hasta 2023 llegue al 110%.
Dorgathen aseguró que, para atender a los mercados extranjeros, primero está prevista “la provisión interna”.
“La urea boliviana es bastante requerida, porque tenemos una de las tecnologías más altas en Latinoamérica”.
Destacó que el personal de la Planta Amoníaco y Urea está compuesto en un 95% por personal boliviano. Pero se calcula que hasta 2025, esa cifra llegue a 99%. Eso se logrará con “la formación constante de profesionales”.