El Gobierno ratifica que los subsidios permiten baja tasa de inflación en el país
“Si retiramos las subvenciones a hidrocarburos y alimentos, estos costos se van trasladar a la población y ese salario perderá su capacidad adquisitiva”, dijo Jorge Richter.
El vocero presidencial, Jorge Richter, en una entrevista con el programa Piedra, papel y Tinta, de La Razón.
Imagen: Oswaldo Aguirre
El Gobierno ratificó este jueves que los subsidios sobre los alimentos, hidrocarburos y algunos servicios en el país permitieron una tasa baja de inflación en la economía y que su eventual retiro afectará al salario y la capacidad adquisitiva.
“Desde el Estado financiamos la tarifa eléctrica, el diésel, el gas y se subsidian determinados alimentos. No decimos que es bueno o que es malo nuestro modelo económico, pero los resultados son óptimos en el sentido que tenemos una inflación baja tenemos unos salarios con poder adquisitivo garantizado”, dijo el vocero presidencial Jorge Richter en una conferencia de prensa en Sucre.
Asimismo, cuestionó a algunos sectores, como los empresarios, que “dicen que el Estado no apoya lo suficiente”, pero la realidad es que queremos “el abastecimiento debido y que la población no sienta el impacto” del costo de esos productos.
“Si nosotros retiramos las subvenciones a hidrocarburos y alimentos estos costos se van a ir trasladando a la población y ese salario perderá su capacidad adquisitiva”, agregó el Vocero.
Según un análisis de los datos de inflación publicado por La Razón, la invasión de Rusia a Ucrania fue considerada como un detonante de la inflación, aunque en Latinoamérica otro de los factores es la fuerte recuperación de la actividad económica a medida que se levantan las restricciones sanitarias por el COVID-19, que obligan al aumento del consumo.
La escalada de precios de los alimentos y los combustibles ha ocasionado, consecuentemente, la pérdida de poder adquisitivo, fundamentalmente de los hogares más pobres y vulnerables, generando tensión social y descontento.
Pese a eso, según datos oficiales, de 18 países de la región solo Bolivia tiene bajo control los precios de los principales productos de la canasta familiar, con una inflación anual de 0,87%, mientras que en América Latina está descontrolada y ya registra máximos históricos en la mayoría de los países.
Por ejemplo, Venezuela, que tuvo el índice de inflación anual más alto de la región, alcanzó el 222,3%, mientras que Argentina llegó al 58. En Bolivia el Índice de Precios al Consumidor (IPC) —que mide la tasa de inflación— está por debajo de un dígito.