El Banco Mundial sube la proyección de crecimiento para Bolivia de 3,5% a 3,9%
La previsión del organismo internacional sitúa al país entre los tres con mayor expansión de su economía en América del Sur.
El Banco Mundial (BM) subió la previsión de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de Bolivia de 3,5% a 3,9% para la presente gestión. La revisión al alza de esta proyección lo sitúa entre los tres países de mayor expansión de su economía en América del Sur.
El organismo multilateral presentó ayer su informe Perspectivas Económicas Mundiales del mes de junio en el que advierte sobre el impacto de la alta inflación y la guerra en Ucrania en la región.
El BM señala que el Producto Interno Bruto (PIB) en América Latina crecerá 2,5% en 2022, cerca del 2,6% proyectado en enero, pero drásticamente por debajo de la recuperación del 6,7% en 2021 tras la recesión por la pandemia.
“Como agravante de los daños provocados por la pandemia de COVID-19, la invasión rusa a Ucrania ha exacerbado la desaceleración de la economía mundial, que está entrando en lo que podría convertirse en un periodo prolongado de escaso crecimiento y elevada inflación”, añade.
REGIÓN. De acuerdo con las perspectivas de crecimiento para los países de América del Sur (no se toma en cuenta Venezuela, Guyana y Surinam), Colombia liderará el crecimiento en la región con una expansión de su PIB de 5,4%, seguido de Argentina con 4,5% y Bolivia con 3,9%.
En su informe de enero, el Banco Mundial proyectó que la economía boliviana crecería un 3,5%.
El Ministerio de Economía proyectó en el Presupuesto General del Estado 2022 una tasa de crecimiento del PIB de 5,1%, una expansión que será impulsada principalmente por la inversión pública que dinamizará la demanda interna.
El organismo multilateral señala —en su informe publicado ayer— que existe “un riesgo significativo” de que un crecimiento más débil de lo esperado en China y Estados Unidos, principales socios comerciales de la región, pueda resultar en exportaciones e inversiones más débiles.
Por otro lado, indica el reporte, la escasez mundial de fertilizantes vinculada a la guerra de Ucrania, “podría exacerbar el aumento de los precios de los alimentos, lo que provocaría malestar social”.
Precisamente, los altos precios de los alimentos podrían llevar a más latinoamericanos a la extrema pobreza. “En respuesta, los gobiernos podrían verse tentados a aplicar políticas en última instancia contraproducentes, como controles de precios y restricciones a la exportación”, afirma.
La alta inflación podría llevar a endurecer las políticas monetarias más rápidamente, y así “precipitar una desaceleración regional aún más pronunciada”.
INFLACIÓN. La Razón publicó el 19 de mayo que la inflación en América Latina está descontrolada y ya registra máximos históricos en la mayoría de los países. De 18 países, solo Bolivia tiene bajo control los precios de los principales productos de la canasta familiar.
A escala internacional se considera la invasión de Rusia a Ucrania como detonante de la inflación, aunque en Latinoamérica otro de los factores es la fuerte recuperación de la actividad económica a medida que se levantan las restricciones sanitarias por el COVID-19, aumentando el consumo.
Bolivia aplica una política de subvención a los carburantes y a determinados alimentos para controlar el alza de precios.