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Planta de urea ingresa en paro programado

Un técnico de la planta petroquímica, en el trópico de Cochabamba, realiza el control de los equipos.

La Planta de Amoniaco y Urea (PAU) “Marcelo Quiroga Santa Cruz” ingresó desde ayer a una nueva etapa de mantenimiento tras alcanzar el 100% de capacidad productiva. Se busca optimizar para que en 2023 alcance el 110% de su capacidad.

Mediante un comunicado, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) informó que el mantenimiento se “realiza en el equipo de compresión de aire con base en la inspección recomendada por el fabricante”.

Según la petrolera estatal, este proceso es la última etapa del programa de mantenimiento que tiene la finalidad de garantizar eficiencia en producción del fertilizante.

Este trabajo está a cargo de la Gerencia de Industrialización (GIND), instancia que “concreta sus esfuerzos para restablecer las operaciones del complejo petroquímico y superar las consecuencias de la inadecuada paralización de la planta registrada entre 2019 y 2020”.

No obstante, la comercialización del fertilizante está garantizada ya que se cuenta con un stock suficiente mientras dure el proceso de mantenimiento.

El presidente de YPFB, Armin Dorgathen, en entrevista con Energía & Negocios de LA RAZÓN, en mayo de este año, señaló que el nivel de producción para este 2022 es para cubrir la demanda interna y externa. Sin embargo, dijo que se están preparando para que en 2023 se llegue al 110% de capacidad, llegando a producir 2.300 toneladas (t) por día, es decir, más de 750.000 toneladas anuales.

Agregó que se tiene inversiones que son para el mantenimiento, para llegar al 100% mediante un cambio de catalizadores y la compra de un nuevo caldero para hacer unas variaciones en el proceso y llegar al 110% de eficiencia. “Es decir, sobrepasar las 2.100 toneladas del diseño y luego construir una segunda planta exclusiva para la exportación de urea”, señaló Dorgathen.

La planta de urea, emplazada en septiembre de 2017 en Bulo Bulo, municipio de Entre Ríos, Cochabamba, tuvo una inversión cercana a los $us 1.000 millones y tiene una capacidad máxima de producción de 2.100 toneladas diarias de urea.

Esta planta estuvo paralizada por casi 22 meses, desde noviembre de 2019 hasta septiembre de 2021. En ese periodo se afectaron los equipos que fueron reparados a un costo de $us 428 millones.

Tras ese periodo, el complejo petroquímico reanudó sus operaciones y llegó al 82% de capacidad hasta julio de este año. En ese mes ingresó en mantenimiento hasta el 18 de agosto y llegó al 100% de operaciones.

El 21 de agosto se informó desde la petrolera estatal que el complejo petroquímico superó el 100% de producción de urea y alcanzó las 2.105 toneladas.