Una tesis sobre las propiedades de la phasa —arcilla que se come— fue la materia prima de un emprendimiento familiar, Natural Benton.
“En Bolivia tenemos 20 variedad de las arcillas de diferentes colores, como rojo, amarillo, verde, blanco y negro, entre otros, y es en función de sus propiedades se desarrollamos los diferentes productos”, contó a Wilma Ticona, que vive hace más de 10 años en El Alto.
La emprendedora indicó que la phasa ofrece una diversidad de beneficios. “En mi investigación encontré que la arcilla tiene una buena capacidad de absorción, tiene elementos desinflamantes, otras de intercambio iónico, que ayuda a tratar el acné y los granitos y otros elementos que son ideales para bloquear la radiación solar”.
Luego de la investigación, Natural Benton inició un emprendimiento, que ofrece más de 20 productos a base de phasa. “Contamos con jabones, champú para la caída del cabello, acondicionadores, jarabes para la gastritis, remedios para el COVID-19, cremas para el dolor muscular, entre otros”.
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La investigación reveló los grandes atributos de la pasa que fueron descubiertos por Ticona. “Estudié las arcillas porque siempre me pregunté por qué lo consumen, pero no había datos bibliográficos; es por eso que investigué una variedad de arcillas y se determinó que tiene excelentes propiedades, es por eso que quise darle un valor agregado”, contó.
De esta manera se unió con varios familiares para producir varias cremas.
“Mi papá es albañil y mi mamá, lavandera; son personas humildes y siempre nos inculcaron a estudiar. De esta manera tengo un hermano médico, otro químico, un ingeniero y otro en la universidad. Aprovechamos nuestros conocimientos para industrializar la phasa”. El descubrimiento le abrió puertas de Perú, Argentina, Brasil, Colombia, México, Dubái y Costa Rica, donde realizaron ferias científicas y ganó premios.