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Ministro Montenegro destaca que el déficit fiscal en el país bajó de 9,3% a 7,2% en 2022

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El ministro Marcelo Montenegro, destacó los datos del déficit fiscal. Foto: APG

El déficit fiscal en el país se redujo del 9,3% (2021) al 7,2% (2022), muy por debajo de la proyección de 8,5% que se tenía para la gestión pasada, informó este lunes el ministro de Economía y Finanzas, Marcelo Montenegro.

En conferencia de prensa, dijo que esa disminución muestra un buen indicador y marca el compromiso del Gobierno de ir reduciendo paulatinamente esta cifra.

“El déficit fiscal con el que ha terminado el sector público no financiero en 2022 alcanza un 7,2%, muy por debajo de la proyección que se tenía de 8,5%, es un buen indicador”.

Aseguró que el Gobierno continuará con el mismo esfuerzo para reducir ese déficit en el marco de la reconstrucción de la economía boliviana.

Reservas internacionales

Montenegro también puntualizó que, si bien las reservas internacionales en el país se han ido reduciendo, la cifra es menor comparada a 2020.

“Entre octubre 2019 y octubre 2020 las reservas cayeron de $us 6.830 millones a 5.251 millones, es decir $us 1.579 millones de pérdida en un año. Cuando pasamos de $us 5.251 millones a $us 3.872 millones en 2022, es una reducción de $us 1.379 millones, pero en 28 meses”, explicó.

Es decir, según su explicación, se perdió más en un año que en 28 meses.

“Nosotros hemos destinado el uso de las reservas a comprar vacunas, pruebas rápidas, comprar gasolina y diésel para mantener la subvención y nuestra pérdida es mucho menor”.

Explicó que las métricas internacionales indican que un país debe tener reservas internacionales para tres meses de importación y Bolivia está por encima de ese rango.

“Ahora están (las reservas) en $us 3.800 millones y es el nivel adecuado para generar tres meses de importaciones, pero eso es si no exportáramos nada”.

Indicó que las exportaciones son la fuente para comprar importaciones, pero si por alguna razón Bolivia no exportara nada, hay reservas suficientes para comprarlas.

“Las reservas internacionales están compuestas de divisas, activos y el oro. El precio del oro tiene aumentos, caídas y la gestión del Banco Central es atenuar esta volatilidad”.

Se refirió también a las reservas del oro, asegurando que es una aberración decir que el Gobierno pretende usarlas para dilapidar los recursos.

Señaló que los bancos centrales de la región pueden usar sus reservas de oro, si las tienen, para hacer gestión; sin embargo, en Bolivia no está permitido.

“Estas operaciones de compra y venta de oro es una actividad rutinaria de los bancos centrales”.

Lea más: Bolivia, entre los primeros cuatro países en crecimiento de la región

Inflación y crecimiento

Respecto a la inflación en el país, recordó que en 2022 terminó en 3,12% pese al contexto internacional adverso para todo el mundo.

Asimismo, aseguró que este año las economías avanzadas muestran una tendencia a reducir las cifras de la inflación en cada país, aunque el efecto no será inmediato.

Remarcó que Bolivia tiene una de las inflaciones más bajas del mundo y se destaca por su crecimiento económico.

“Bolivia se sitúa en una tasa cercana al 4,3% del PIB al tercer trimestre de 2022 y una tasa de inflación cercana al 3,12%”.

Destacó que ese crecimiento fue impulsado por sectores como el transporte, electricidad, agropecuario, construcción y establecimientos financieros.

Montenegro destacó que, a nivel regional, Bolivia ocupa el cuarto puesto en tasa de crecimiento en Sudamérica, por detrás de Venezuela con 13,5%, Colombia con 7% y Argentina con 5,9%,

Montenegro resaltó también el crecimiento de las exportaciones en el país con $us 12.500 millones en 2022, destacando la industria manufacturera por encima de la minería.

Las importaciones también aumentaron, alcanzado un valor de $us 11.855 a noviembre de 2022, sobresaliendo las materias primas y productos intermedios.

Datos

Subrayó, además, que por segundo año consecutivo el país terminó con un saldo comercial positivo. En 2022 alcanzó a $us 761 millones, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Las recaudaciones tributarias también mostraron un notable incremento en la gestión pasada, el 15% del IVA, 38% el IUE, 18% el IT, 32% IDH, 38% el gravamen arancelario, 9% en el IC y 6% en el resto.

Montenegro aclaró que, según la Cepal, la inversión pública respecto al Producto Interno Bruto (PIB) en Bolivia es de 5,1%, pero el Gobierno aún evalúa esa cifra y calcula alcanzar el 6%.

“Bolivia se caracterizó por tener un superávit corriente, es la diferencia entre ingresos y gastos rutinarios sin inversión pública, el 2022 fue -6,1%, el 2021 mejoró con -1,8% y el 2022 es 0,3”.

La deuda pública externa comparada con el tamaño de la economía es de 29,9%, “un indicador sostenible”.