Banco Mundial baja la proyección de Bolivia, pero aún tiene una de las tasas de crecimiento más altas de la región
El Banco Mundial redujo del 3,1% al 2,7% la proyección económica para el país; sin embargo, se ubica por encima de Argentina, Brasil, Chile, Uruguay, Colombia y Perú.
El Banco Mundial entregó este martes las proyecciones económicas Foto: Banco Mundial
Bolivia sigue teniendo una de las tasas de crecimiento más altas de la región, pese a que este martes el Banco Mundial redujo de 3,1% a 2,7% la proyección para el país en este 2023.
Según las proyecciones del Banco Mundial, por países únicamente Chile y Haití tendrán un desempeño negativo en el año 2023, con caídas del 0,7% y 1,1%, respectivamente.
Por debajo del 1% tan solo se situarán Argentina (0%) y Brasil (0,8%), mientras que Uruguay, México y Colombia tendrán un crecimiento menor al 2%.
Bolivia, en cambio, registrará un crecimiento del 2,7%, una de las cifras más altas de Latinoamérica.
A nivel de Sudamérica, el país se ubica por encima de Argentina (0%), Brasil (0,8%), Colombia (1,1%), Perú (2,4%), Uruguay (1,8%), Chile (0,7%). Solo Paraguay (4,8) y Ecuador (3%) proyectan mayor crecimiento que Bolivia.
En enero de este año el organismo internacional había perfilado un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para Bolivia de 3,1%, por encima del 2,8% que anunció en octubre de 2022. Sin embargo, en este nuevo informe, vuelve a bajar sus previsiones hasta un 2,7%.
El Gobierno de Bolivia anunció este año que prevé un crecimiento del 4,86%, muy por encima de la proyección del Banco Mundial. La política monetaria del país se centra en preservar la estabilidad cambiaria para promover la consolidación de la bolivianización de la economía nacional. Además contribuye a mantener la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda nacional.
En el caso de Centroamérica, el informe internacional muestra perspectivas más positivas, con incrementos que van desde el 2,3% de El Salvador hasta el 5,7% de Panamá.
1,3% a nivel regional
Las economías de América Latina y el Caribe «se han mostrado relativamente resilientes», afirma la organización en su informe «La promesa esquiva de la integración- oportunidades en una economía mundial cambiante».
El Banco estima que el PIB regional crecerá 1,4% en 2023 y 2,4% en 2024, demasiado poco «para lograr progresos significativos en la reducción de la pobreza».
El organismo considera que la región se enfrenta a una serie de «vientos de cara» como los elevados tipos de interés. Cuenta, también la incertidumbre económica a nivel internacional, que llevan a pronosticar un bajo crecimiento durante este año.
Sin embargo, y a pesar de la falta de «vientos de cola favorables», los bancos centrales de América Latina podrían comenzar a reducir su tasa de política monetaria. Esto se traduciría en mejores cifras macroeconómicas.
«Es necesario terminar el trabajo para bajar la inflación, el desafío más urgente para la región», informó el jefe para América Latina y el Caribe del Banco Mundial, William F. Maloney.
Tan pronto como se controle la inflación, se comenzarán a bajar los tipos de interés, lo que traerá un resultado «útil» para la región.
Precisamente, países como Brasil o Chile ya cuentan con tasas de política monetaria elevadas, reflejando que la región está «adelantada» frente a Europa o Estados Unidos.
Sus previsiones coinciden con las de otros organismos como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), que estima un crecimiento del PIB para el 2023 del 1,3%. O el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que es más pesimista, augurando un crecimiento del 1%.
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Inflación Bolivia
El organismo espera que la inflación promedio, excluyendo Argentina que superó recientemente el 100% en 12 meses, caiga a 5% en 2023, tras alcanzar 7,9% en 2022. El nivel de endeudamiento debería rondar el 64,7% del PIB, en comparación con el 66,3% de 2022.
Bolivia terminó 2022 con una inflación de 3,12%, acumulada a 12 meses, según el reporte presentado este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Una de las más bajas de la región, según el Ministerio de Economía.
Pero sigue habiendo vientos en contra como la caída de los precios de las materias primas, la subida de las tasas de interés, y la incierta recuperación de China, socio comercial ineludible de la región, que «podrían ensombrecer de nuevo las perspectivas», advierte el Banco.
Además, las repercusiones de las recientes quiebras bancarias en Estados Unidos y Europa «aún están por verse».
Sube para el 2024
De cara a 2024 y 2025, el Banco Mundial calcula que la región crecerá en torno al 2,4% en ambos casos. Esta cifra es similar a la que viene registrando América Latina desde la última década. Sin embargo, considera que es reflejo de un crecimiento moderado y que resulta «bajo» para reducir la pobreza o hacer frente a las tensiones sociales.
No obstante, a pesar de ser una de las regiones que menos ha crecido en los últimos años, el organismo se ha mostrado «optimista». Señala que se espera que se recuperen los bajos índices de pobreza y desigualdad que se daban antes del estallido de la pandemia.
En este sentido, uno de los asuntos que está sobre la mesa, según el Banco Mundial, es recuperar el peso comercial de América Latina a nivel internacional.
Así, el Banco Mundial ha instado a los países de Latinoamérica a aprovechar dos tendencias globales como son el ‘nearshoring’ (especie de sub contratación) y la transición energética.
Menciona, también que América Latina tiene la capacidad de convertirse en el principal territorio en términos de exportación de energía verde. Además, cuenta con los mayores yacimientos de litio del planeta.
«Estas tendencias son grandes oportunidades, pero nos obligan a estar bien integrados en las cadenas de valor de la economía mundial» ha manifestado el economista jefe.