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Industriales presentan 10 razones que hacen inviable el alza salarial, piden diálogo tripartito

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Pablo Camacho, presidente de los industriales, presentó los argumentos. Foto: CNI

Los industriales del país presentaron este jueves 10 razones que hacen inviable un incremento salarial en esta gestión. Además, solicitaron con urgencia un diálogo tripartito para incrementar la producción y el desarrollo industrial.

El presidente de la Cámara Nacional de Industrias (CNI), Pablo Camacho, dijo que un posible incremento salarial ralentizaría la recuperación de la economía. Además, retrasaría las políticas de impulso a la producción como la sustitución de importaciones.

“El deterioro gradual de las condiciones macroeconómicas demanda medidas de crecimiento de la producción antes que de incremento salarial”, aseguró Camacho durante la presentación de los 10 argumentos.

“Hoy es momento de construir una nueva Bolivia, no es momento de destruir la industria formal”, remarcó.

Habló de factores internos y externos que afectan el desempeño de la producción nacional.

Por ejemplo, mencionó la crisis de suministros de China, la guerra de Rusia y Ucrania y el bloqueo de tres meses en la frontera con el Perú. Además, los permanentes bloqueos y paros en la frontera con Chile que afectaron la normal actividad para el suministro de bienes e insumos para la producción de las industrias.

Entre los factores internos figuran la escasez de divisas, las sequías e inundaciones en el oriente, los valles y el altiplano. Asimismo, las restricciones a las importaciones y el impacto adverso de la gripe aviar.

Los argumentos, precisó, están relacionados a que la economía en 2022 no alcanzó los niveles de los años de la prepandemia. Y que en los últimos 17 años el incremento salarial creció dos veces más que la inflación.

Además, de cada 10 trabajadores solo uno se beneficia del incremento salarial. Mencionó también la compra de productos del contrabando que destruye la producción nacional.

Y Bolivia paga el Salario Mínimo Nacional más alto y produce menos que otros países de la región.

“Hoy Bolivia tiene el cuarto Salario Mínimo Nacional más alto de la región. Está por encima del de Brasil, Colombia, Perú, Paraguay y otras economías con un PIB muchos más elevado que el nuestro”, lamentó.

A eso se suma que en 2005 el Salario Mínimo Nacional fue de Bs 440 y en 2022 subió a Bs 2.250. “Hemos tenido un incremento de 411%. Los incrementos han ido muy por encima del valor de reposición de la inflación”.

Esas medidas, explicó, ocasionan que varias empresas no cuenten con recursos económicos para atender incrementos salariales porque el Estado tiene deudas pendientes de pago.

Otros argumentos hablan de la lenta recuperación de algunas regiones como Tarija, Chuquisaca, Potosí, Oruro y Pando; el pago del beneficio en las entidades públicas.

“Cada punto del incremento salarial va ocasionar un déficit fiscal de un 0,13%. Cada punto representa casi $us 55 millones. Qué es más importante, generar más déficit al país o una mayor inversión”, preguntó.

Hace unas semanas, la Central Obrera Boliviana (COB) presentó su pliego petitorio al Gobierno pidiendo un incremento del 10% tanto al salario mínimo como al salario básico.

Lea más: El Gobierno analiza la sostenibilidad de la propuesta del alza salarial de la COB

Los argumentos

1. La actividad económica de 2022 aún no alcanza al nivel de los años de la prepandemia. El Producto Interno Bruto registrado en 2022 sumó Bs 49.108 millones, cifra que es inferior a los Bs49.257 de 2019.

Esta situación responde a factores internos y externos que afectaron el desempeño de la producción nacional. La crisis de suministros de China, la guerra de Rusia y Ucrania, el bloqueo de tres meses en la frontera con el Perú y los permanentes bloqueos y paros en la frontera con Chile. Entre los factores internos figuran la escasez de divisas, las sequías e inundaciones en el oriente, los valles y el altiplano, las restricciones a las importaciones y el impacto adverso de la gripe aviar.

2. En los últimos 17 años el incremento salarial (S.M.N.) creció dos veces más que la inflación. Entre 2005 y 2022 el crecimiento de la inflación fue de 81% mientras que, en el mismo período, el Salario Mínimo Nacional creció en 176%.

3. Sólo uno de cada 10 trabajadores se beneficia del incremento salarial. Las cifras del Inesad, Instituto de Estudios Avanzados en Desarrollo, muestran que a 2020, el 86,2% de la fuerza laboral está en el sector informal.

4. Impulsa la compra de productos del contrabando y destruye la producción nacional: “Hecho en Bolivia”. Desde 1999 el contrabando llegó a cifras millonarias en detrimento de la producción nacional.

5. Bolivia paga el Salario Mínimo Nacional más alto que países como Brasil, Paraguay, Perú, Colombia y Argentina entre otros, pero produce menos que las 10 naciones del Conosur. En el ranking del salario mínimo nacional más alto de la región, Bolivia ocupa el cuarto lugar mientras que está en el último lugar (décimo) en el ranking de productividad laboral.

6. En 2005 el Salario Mínimo Nacional fue de Bs 440 y en 2022 subió a Bs 2.250. En este periodo el SMN experimentó un crecimiento del 411%.

7. Varias empresas no tienen recursos económicos para atender incrementos salariales porque el Estado tiene deudas pendientes de pago. En este momento, existe una gran deuda flotante del sector público a varias empresas del sector privado por productos entregados, pero no pagados. Solo en la industria farmacéutica, la deuda de la Caja Nacional de Salud suma Bs147 millones.

8. Tarija, Chuquisaca, Potosí, Oruro y Pando se reactivan lentamente tras años de decrecimiento y estancamiento económico. La recuperación regional es desigual por lo que no todos los departamentos tienen la misma capacidad para enfrentar el costo que representa el incremento salarial.

9. En las empresas públicas el D.S. 2348 determina que el incremento salarial sólo procede si tienen utilidades operativas y sostenibilidad financiera por 3 años. El incremento debe ser financiado con recursos propios. Esta situación genera una desigualdad jurídica ya que las condiciones son diferentes para el sector privado y el público.

10. Cada punto de incremento salarial sube en 0,13 puntos el déficit fiscal que son alrededor de 55 millones de dólares. El déficit fiscal proyectado para este año es de 7,49%. Con un incremento sólo de un punto porcentual este porcentaje subiría a 7,62%.