Gracias al sistema B-Sisa, un minibús fue descubierto cargando ilegalmente casi 1.000 litros de combustible en un día, en turriles ocultos dentro del vehículo. La Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) y la Fuerza Especial de Lucha contra el Crimen (FELCC) de Cochabamba detuvieron al conductor.
El director de la ANH, Germán Jiménez, dijo que las investigaciones determinarán para qué acopiaba tanto combustible; sin embargo, se presume que era para el contrabando.
“Dando cumplimiento a los decretos se intensificaron los controles y ayer (lunes) se halló un vehículo de los llamados ‘lecheritos’ que realizaba carguíos ilegales en estaciones. Según el registro del B-Sisa este vehículo cargó casi 1.000 litros en un día. Estos carguíos no están permitidos. Tenía turriles internos con capacidad de más de 200 litros cada uno”, explicó Jiménez.
La autoridad indicó que se trata de un acopio ilegal de combustibles y que el chofer puede ser sancionado con entre tres y seis años de prisión.
“Los carburantes que son subvencionados deben ser para comercialización legal de los vehículos. Si bien el vehículo puede cargar su combustible con total normalidad, pero este tenía turriles clandestinos internamente”.
“Si una persona va con su vehículo puede cargar el combustible que requiera, por ejemplo, un minibús que está operando todo el día tiene una carga diaria de casi 110 litros”, acotó.
Jiménez remarcó que los decretos para luchar contra el contrabando de combustible están en vigencia y se intensificaron los controles. Explicó, además, que se enviaron más de 170 militares a las fronteras y 60 funcionarios de la ANH que controlan las estaciones de servicio.
Desde el lunes, los vehículos que no cuenten con la etiqueta del B-Sisa no pueden cargar combustible.
Los denominados «lecheritos» son vehículos que van de estación en estación acopiando combustible en tanques ocultos.
Combustible en El Alto
En otro caso, la Policía de El Alto intervino un predio en la zona de Senkata, donde hallaron dos cisternas cargadas con 24.000 litros de combustible cada uno. El propietario de uno de los vehículos argumentó que era para vender a las estaciones de servicio.
Los propietarios del predio y el chofer de uno de los cisternas fueron aprehendidos y están en investigación.
“Se está desarrollando la investigación en relación a un desvío de 24.000 litros de combustible de una cisterna y en el caso de la otra se presume que sería para ilícitos”, explicó el coronel Rolando Rojas, director departamental de la FELCC.
El Gobierno lanzó el jueves la Política de Control y Lucha Contra el Contrabando de Combustibles que integra a varias instituciones del Estado, con el objetivo de evitar la fuga de carburantes, lo que permitirá un ahorro de cerca de $us 1.000 millones.