Con sorpresa y malestar. Así recibieron los empresarios privados del país la cifra del incremento salarial 2023 y aunque anunciaron que acatarán la disposición, advierten con serias consecuencias. Anticipan, por ejemplo, que este año no habrá nuevas contrataciones y que muchas empresas corren el riesgo de cerrar sus puertas.
La noche del miércoles, el presidente Luis Arce y la dirigencia de la COB, anunciaron un acuerdo para aumentar en 3% el haber básico y 5% al salario mínimo nacional para 2023.
La Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB) expresó su preocupación por el aumento salarial y lo califica como “el más alto de los últimos seis años”. Y llega cuando la economía atraviesa por una situación compleja y de incertidumbre.
Mediante un comunicado, la institución privada demandó al Gobierno utilizar los espacios de diálogo para revertir la “precarización del empleo; la pérdida de fuentes de trabajo y la presión sobre el sector privado”.
“Los incrementos anunciados no solo van a afectar al sector empresarial y productivo formal, sino que van a dificultar la sostenibilidad de los empleos actuales e impedir nuevas contrataciones, aumentando el ya significativo porcentaje de bolivianos que se ven obligados a trabajar en la informalidad”, dice la nota.
La CEPB indica, además, su respeto por las normas; sin embargo, considera que los incrementos llegan en un momento delicado para la economía. “Tienen efectos perjudiciales sobre el sector empresarial, que se esfuerza en producir, generar empleo, invertir y sostener la estabilidad y el bienestar de la sociedad”.
Alza de precios
Respecto al tema, el presidente de la Cámara Nacional de Industrias (CNI), Pablo Camacho, dijo que el incremento provocará la subida de precios en los productos.
“Nos está dificultando conseguir divisas (la falta de dólares). Se han incrementado los costos de transferencia al exterior. Esos son incrementos en los costos, más incrementos salariales, pues hay un serio riesgo de incremento en los precios”, dijo Camacho en Erbol.
Desde la Confederación Nacional de la Micro y Pequeña Empresa (Conamype) advierten que al menos 300.000 unidades productivas están en peligro.
El secretario general de Conamype, Juan Carlos Vargas, dijo que muchas industrias no podrán cumplir con el incremento. Explicó que la falta de dólares y el contrabando ya provocaron pérdidas en la producción y eso implica aumentar precios al consumidor final.
Incremento, balde de agua fría
La Cámara de Industria y Comercio (Cainco) de Cochabamba, recibió la noticia como un balde de agua fría e hizo conocer un primer efecto: no habrá nuevas contrataciones.
El gerente general de Cainco cochabambina, Alberto Arce, señaló que el incremento salarial pone en jaque a varias empresas. Anticipó que una de las primeras medidas será no contratar nuevo personal.
“El principal efecto es que se paraliza la contratación de personal. Nuestro país hace tiempo vive esta lógica de incrementos anuales y los más perjudicados son los jóvenes. Si a esto le sumas unas políticas de inamovilidad laboral, que también se han ido endureciendo, son las nuevas generaciones, las que egresan, que no pueden entrar a las empresas. Las empresas no pueden soportar cada vez el crecimiento de sus costos laborales”, dijo en radio Fides.
Lea más: La FEPLP considera ‘exagerado’ el incremento salarial y teme el cierre de empresas
Informalidad
Al respecto, el presidente de la Federación de Empresarios Privados de Cochabamba, Luis Laredo, rechazó el incremento y dijo que, una vez más, fueron discriminados. Anticipó que acatarán la norma; sin embargo, advirtió que muchas empresas cerrarán o migrarán a la informalidad.
«No han considerado la opinión del sector privado. Habrá empresas que no van a poder asumir porque no todos los sectores crecen lo mismo. En ese sentido, muchas empresas van a optar por el cierre o, definitivamente, migrar a la informalidad», advirtió.
Desde la Cámara de la Pequeña y Mediana Industria (Cadepia) observaron que no se tomó en cuenta su sugerencia de un incremento menor.
«Es un baldazo de agua fría. Habíamos pedido que solamente sea el 1.5%, pero no se nos toma en cuenta al empresariado privado para las negociaciones. No sé qué estudios ellos hacen este tipo de incrementos», comentó Luzmary Zelaya, presidente de Cadepia.
«Muchos de los pequeños y medianos productores van a cerrar y pasar a la informalidad», acotó.
Incremento salarial
El empresariado chuquisaqueño también recibió con malestar la noticia y exigen al Gobierno medidas paliativas para reducir los efectos del incremento anunciado.
Lucía Montalvo, gerente de la Cainco de Chuquisaca, cuestionó que no se los tome en cuenta para las negociaciones y planteó al Gobierno algunas opciones para ayudar al sector.
“Cada gestión estamos detrás de tener una reunión tripartida de quienes van a asumir esta obligación para que puedan poner sobre la mesa una serie de criterios técnicos. No obstante, interpongamos algunas propuestas como zonas económicas especiales, exenciones impositivas; fortalecer el aparato productivo, las empresas y que no haya elevación de precios”.