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Falsificación de facturas ocasiona un daño al Estado de Bs 845 millones

El edificio nacional del Servicio de Impuestos Nacionales, en La Paz.

El presidente del Servicio de Impuestos Nacionales (SIN), Mario Cazón, informó que la falsificación de facturas manuscritas ocasiona un daño económico al Estado de Bs 845 millones, por lo que la Administración Tributaria implementa la facturación electrónica.

En entrevista con La Razón Radio, recordó que la defraudación tributaria con facturas falsas o clonadas supera los Bs 6.500 millones, por tanto, hizo énfasis en el uso de las facturas electrónicas, que evitan la falsificación y le dan mayor seguridad al contribuyente.

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“Hay personas inescrupulosas que han estado emitiendo facturas falsas, imprimiendo facturas de varios contribuyentes y luego vendiendo esas facturas, y el monto supera los 6.500 millones de bolivianos y eso genera un daño económico al Estado de más de 845 millones, y quienes agarran esa plata (son) aquellas personas que venden inescrupulosamente esas facturas”, dijo Cazón.

Sostuvo que esas personas venden a través de las redes sociales las facturas al 2% o 3%, pero que no tienen validez porque en muchos casos son clonadas y que el problema tributario es para el contribuyente que quiere cumplir con sus obligaciones.

Desde diciembre de 2021, el SIN implementa la facturación digital a través de las modalidades portal web en línea, electrónica en línea y computarizada en línea para los contribuyentes del Régimen Tributario General y no así para quienes están en el Régimen Tributario Simplificado.

Entre enero y junio de este año, 70.318 contribuyentes del régimen general emitieron 328.297.347 facturas digitales por un total de Bs 143.957,36 millones (unos $us 20.683,5 millones al tipo de cambio actual).

De acuerdo con el desglose de esta información, en ese periodo 62.753 contribuyentes (89,2% del total) emitieron 1.517.254 facturas en la modalidad portal web en línea; 4.277 contribuyentes (6,1%), 321.634.853 facturas en la modalidad electrónica en línea; y 3.288 (4,7%) emitieron 5.145.240 facturas en la modalidad computarizada en línea.

“Hoy día tenemos prácticamente más de 70.000 contribuyente que emiten factura en línea, todos los contribuyentes tienen la posibilidad de que Impuestos genere automáticamente el libro de compras y de ventas para cada contribuyente y hemos evitado errores de transcripción y no hay más multas porque la factura ya está en Impuestos tal cual se ha emitido”, explicó.

Pero existen sectores, como los gremiales, que rechazan la facturación en línea. No obstante, Cazón aclaró que si un gremialista tiene un capital por debajo de los Bs 12.000, no requiere inscribirse en el Régimen Simplificado y, por ende, no está obligado a emitir facturas.

Mientras que para aquellos sectores (gremialistas, artesanos, vivanderos) que tienen un capital de entre Bs 12.001 y Bs 60.000, que están en el Régimen Simplificado, solo pagan un impuesto bimensual de entre Bs 47 y Bs 350.

Gremialistas

Ante ello, rechazó las medidas de presión de los gremiales que el lunes marcharon en La Paz en rechazo a la facturación en línea. Además, identificó a cuatro dirigentes que pertenecía o pertenecen al Régimen General y utilizan a estos grupos para camuflar su actividad y evitar la facturación.

“No pueden estar dentro del Régimen Simplificado propietarios de pollos Panchita’ o, en este caso, de la venta de artículos de línea blanca, de línea negra, televisores, lavadoras, refrigeradores, aires acondicionados, ahí no se requiere un capital de 60.000 bolivianos, se requiere mucho más”, dijo.

Cazón identificó a los supuestos dirigentes como Édgar Álvarez, César Gonzales y Jesús Juvenal Cahuana, además de la contribuyente del Régimen General Mercedes Quisbert, como los principales responsables de un plan de desinformación y manipulación del sector gremial en contra de la Administración Tributaria.

Incluso dijo que los tres primeros comerciantes retiraron su NIT (Número de Identificación Tributaria) para evadir controles y justificar su salida del Régimen General, a pesar de que tienen negocios que tienen la obligación de emitir facturas.