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YLB detecta observaciones técnicas en plantas industriales de Cloruro de Potasio y de Carbonato de Litio

Trabajos de explotación de litio en el salar de Uyuni, Potosí.

Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) detectó observaciones técnicas y económicas en los proyectos de las plantas industriales de Cloruro de Potasio (KCI) y de Carbonato de Litio en gestiones anteriores, lo cual genera dificultades para la producción tanto de fertilizantes como de carbonato de litio.

La presidenta de YLB, Karla Calderón, informó este lunes que desde su posesión fueron muchas las observaciones encontradas en ambas infraestructuras, por lo que se busca dar soluciones a estos inconvenientes. 

“Sabemos que se están esperando resultados (pero) han sido muchos los inconvenientes en los proyectos actuales”, dijo.

En el caso de la planta de Cloruro de Potasio (KCI), Calderón indicó que se tiene inconvenientes en el diseño y las piscinas. Aclaró que, si bien se realiza una producción, no es en la capacidad máxima.

“En este momento si bien el enfoque de los desembolsos que se ha realizado, (son) fundamentalmente para la producción de los fertilizantes, no se tomó en cuenta lo que es para la producción para carbonato de litio. Nosotros sabemos que al momento de iniciar la producción para la Planta de Carbonato de Litio vamos a tener ciertos inconvenientes para poder cubrir la capacidad máxima”, dijo Calderón. 

Agregó que en esta planta se está realizando los estudios para subir la capacidad de producción que en este momento se tiene instalada.

“Esto se va a subir, se tiene propuestas técnicas en el corto tiempo, el tema de los fertilizantes tiene un gran campo que es la venta y eso se quiere aprovechar”, remarcó. 

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El 7 de octubre de 2018, el Gobierno inauguró la planta Industrial de Cloruro de Potasio, cuya inversión aproximada fue $us 190 millones. La factoría tiene una capacidad de producción de 350.000 toneladas por año.

En el caso de la Planta de Carbonato de Litio, Calderón indicó que del mismo modo se encontró inconvenientes y dificultades en lo que respecta el diseño que en su momento se había aprobado.

“Esto lo puedo hablar de manera personal, que en su momento estaba en 2021, ingresé en la jefatura de Proyectos y los problemas encontrados son bastantes observables. El hecho (es que) tuvimos que rehacer cosas desde cero y sabíamos que si esto continuaba no iba a ser posible lo que es la producción”.

Señaló que las observaciones técnicas encontradas en gestiones anteriores son “bastantes”, pero lo que se busca es subsanar estos inconvenientes, bajo un cronograma de trabajo a corto y largo plazo, además de un plan estratégico que visualice la sostenibilidad de la empresa estratégica de YLB en los próximos 30 años

Respecto a esta planta, indicó que se hizo bastantes ajustes. Es el caso de la renegociación con la empresa contratista para que rehaga muchas cosas desde cero.

“Estamos hablando de la parte eléctrica, mecánica, de automatización y control. Nos sorprendió el proceso del contrato inicial, por ejemplo,la puesta en marcha no estaba incluida dentro el contrato. Se ha conversado con la empresa y se ha logrado interceder para que esta fase pueda ser incluida, que básicamente es una de las fases importantes al momento de que la planta empiece a funcionar”, mencionó.

Bolivia comenzó en 2019 con la construcción de la planta industrial de carbonato de litio en la localidad de Llipi, al sur de Uyuni, Potosí. Se destinó una inversión de Bs 766,9 millones. Para su funcionamiento también se emplazó una planta industrial de tratamiento de agua con una inversión de Bs 344,3 millones.