El transporte masivo de pasajeros, camino a la desaparición
Según el INE, en 2022 se registraron 708 micros en La Paz.
Dos micros del Sindicato Eduardo Avaroa transitan por las laderaras de la ciudad
Imagen: la razón-archivo
El número de unidades del transporte masivo (micros) cada vez es menos en la ciudad de La Paz, ya sea por los años de antigüedad del motorizado, la muerte entre 2020 y 2021 de choferes por COVID- 19 o la aparición de vehículos más modernos que los desplazan.
Pese a ello, los micros hoy en día continúan recorriendo las empinadas calles y marcando su presencia en la urbe paceña. Según los transportistas, la llegada de los primeros micros data de principios de los años 1970, considerada como la “época dorada” para el transporte público.
De acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), de 2022, en el departamento de La Paz sólo quedan en circulación 708 microbuses; en comparación con los 5.446 minibuses, 3.180 automóviles y 2.135 vagonetas que también prestan el servicio de transporte público.
En 2012, según el organismo técnico estatal, en La Paz se contaba con 1.426 micros.
En la urbe paceña pocos son los sindicatos que tradicionalmente prestan el servicio a los usuarios. Entre estos están: el Sindicato Mixto de Chóferes Eduardo Avaroa (color azul), Sindicato Mixto de Transportes Litoral (amarillo), Sindicato de Transportes Villa Victoria (verde), Sindicato Mixto de Transportes Simón Bolívar (celeste), Sindicato Mixto de Transportistas San Cristóbal (rojo) y Sindicato Mixto de Transportes Pedro Domingo Murillo (verde lechuga). Sus trayectorias van desde 40 a 78 años de vida institucional.
Joaquín Cáceres, secretario de Hacienda del Sindicato Avaroa, señaló que antes de la pandemia, solo una línea contaba con 55 unidades, pero tras la pandemia, ese número se redujo. Este sindicato cuenta con 10 líneas cuyo recorrido los realiza en el centro y las laderas de la ciudad.
“Cada grupo consistía de 50 a 55 movilidades. Hoy hemos reducido a 30 unidades. La pandemia nos ha afectado bastante. Varios de los propietarios han fallecido y los hijos de algunos socios ya no querían arriesgar la vida de sus papás, los han retirado y han vendido sus carros. Por eso ha sido la merma, no ha sido por otra situación”.
Similar es el caso de los micros de color amarillo del Sindicato Litoral. En criterio de su dirigencia, no solo ha sido el COVID-19 sino la aparición de un mayor parque automotor como los minibuses, trufis, taxis e incluso el transporte particular lo que produjo su reducción.
Álvaro Fernández, secretario de Relaciones Públicas de ese gremio, indicó que desde su creación, hace 78 años y en sus mejores épocas, este sindicato llegó a tener entre 15 a 20 líneas y cada una con 50 unidades; sin embargo, ahora cuentan con solo cinco líneas.
“El transporte masivo está decayendo. En la mejor línea tenemos entre 20 a 25 unidades y en las otras entre 18 a 22 micros, generalmente en este sector están las personas mayores arriba de los 45, 50, 60 e incluso 70 años que son socios y siguen trabajando”, dijo.
En tanto, Antonio Velásquez, secretario general del Sindicato San Cristóbal (color rojo), indicó que el COVID-19 no solo fue lapidario para la población, sino particularmente para los choferes y transportistas de su gremio.
“La gente mayor que está en el sector masivo ha tenido varias bajas por la enfermedad. Desde nuestra fundación contábamos con 17 grupos. Después de la pandemia han ido desapareciendo las líneas. De las 17 líneas, hoy estamos con seis y cada una tiene entre 12 a 20 unidades”.
Agregó que de acuerdo con normativa municipal para que una línea siga en funcionamiento debe contar con un mínimo de nueve unidades de micros, caso contario perdería el permiso de circulación.
El secretario general del Sindicato Mixto de Transportes Simón Bolívar (celeste), Santos Chuquimia, que al igual que los otros sindicatos vive la reducción de las unidades de transporte, dijo que no pierde la esperanza de que este sector siga recorriendo por “muchos años más” las calles de la ciudad.
“Contamos con las nueve líneas, pero hay grupos que tienen 25 micros y otros apenas 12, de esos a veces no salen todos a trabajar. Estamos buscando potenciar este sector para que continúen circulando en la urbe paceña”.
Adaptaciones y mantenimiento buscan alargar su vida
secretario de Hacienda del Sindicato Mixto de Choferes Eduardo Avaroa (color azul), Joaquín Cáceres, señaló que lo único antiguo que tienen estos micros es la carrocería, debido a que los conductores realizaron modificaciones y usan autopartes nuevas, con el fin de alargar la vida de los motorizados, pero también para garantizar que los vehículos estén aptos para la circulación.
“Los micros tienen más de 40 años, pero han demostrado que son buenos porque al final se han cambiado motores, trenes delanteros y tracción trasera de Nissan con cajas más reforzadas. Todo ese cambio es para que se siga funcionando y circulando en las calles de La Paz. Lo único antiguo es la carrocería”, dijo.
El secretario general del sindicado San Cristóbal (color rojo), Antonio Velásquez, señaló que, al existir la prohibición de la importación de vehículos con más de tres años de antigüedad para este sector, se tuvo que cambiar las piezas antiguas por otras similares, pero de más actualidad.
“Son micros de los años 70 a 82 y las piezas de estos micros ya no se encuentran en el mercado, por lo que se han reemplazado por otras más actuales como de los Nissan Condor para que sigan transitando las calles”, aclaró.
Desde la Dirección Departamental de Tránsito La Paz, se señaló que, a través de la Dirección de Fiscalización y Recaudaciones, se ejecuta una inspección técnica vehicular anual que verifica el estado de los vehículos, clase micros, que todavía circulan por la sede de Gobierno.
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En el caso de los motores, la Dirección de Prevención e Investigación de Robo de Vehículos (Diprove) debe verificar que su importación sea legal.
Respecto al costo de estas unidades, el dirigente del sindicato Avaroa dijo que su valor tiene una depreciación y éstos llegan a costar entre $us 3.000 a $us 4.000, e incluso un poco menos.
“Para los socios de mayor edad, el micro es su único medio de generar recursos, por eso no lo venden”, dijo.
Indicó también hay algunos socios sí se animaron a vender, esto debido a que les ofrecieron un poco más al valor estimado, pero no para transitar en las calles de La Paz, sino para descuartizarlos y venderlos por piezas.