Morales acusa privatización del litio; Bolivia solo obtendría 32% de ganancias con Uranium One
El expresidente critica los términos del nuevo acuerdo de litio con la empresa rusa y denuncia que el Gobierno entrega los recursos naturale
Evo Morales, en un encuentro con cocaleros en Cochabamba, el 18 de octubre.
Imagen: Archivo La Razón
El reciente contrato entre Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) y la rusa Uranium One para la explotación de litio en el salar de Uyuni ha desatado una nueva polémica en el país.
El expresidente Evo Morales señaló que el acuerdo representa una “privatización” de los recursos naturales, ya que, en su criterio, establece que Bolivia obtendría un 32% de las ganancias frente al 68% para la empresa extranjera.
Según Morales, esto refleja un retroceso a las “políticas neoliberales”, acusando al Gobierno de entregar las riquezas del país sin suficiente beneficio para la población.
“El Gobierno ha retornado al periodo neoliberal entregando nuestros recursos naturales sin beneficio para el pueblo boliviano. Ahora con un nuevo contrato YLB-Uranium el Estado solo obtendrá el 32 % y la empresa 68% que incluyen los costos recuperables”, escribió en sus redes.
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Litio
El contrato al que hace referencia el exmandatario se firmó la primera semana de septiembre y prevé la construcción de una planta de extradición directa de litio que producirá 14.000 toneladas anuales de carbonato de litio, con una inversión superior a $us 970 millones.
Por su parte, el Gobierno calificó al hecho como “histórico” y destacó que permitirá reducir los costos de producción. En aquella oportunidad, el presidente Luis Arce dijo que el acuerdo sería remitido a la Asamblea Legislativa para su aprobación.
Sin embargo, según Morales, dos meses después, el acuerdo se mantiene en la confidencialidad. Para el exmandatario esto no es nuevo y cuestionó por qué estos no son públicos ni se remitieron previamente a la Asamblea.
En su criterio, la falta de transparencia es una señal de privatización velada de los recursos.
Así, las críticas de Morales ponen en el centro del debate la distribución de las ganancias y el control de los recursos, cuestionando si este contrato realmente beneficiará al pueblo boliviano o si abre la puerta a una creciente dependencia de empresas extranjeras en el sector del litio.