La ANH se incauta de más de 80 vehículos por carguíos irregulares de combustible
La ANH informó de un camión de alto tonelaje que cargó más de 1.200 litros en un día. Más de 7.000 militares controlan el transporte y abastecimiento de carburantes en el país.
Personal de la ANH verifica que un camión no tenga tanques adicionales para cargar combustible. Foto: ANH
En las últimas tres semanas, la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) se incautó de más de 80 vehículos que realizaban carguíos irregulares de combustible en estaciones de servicio del país, informó el director de la entidad, Germán Jiménez.
En uno de los casos más llamativos está el de un camión de alto tonelaje; que la semana pasada cargó entre 1.200 a 1.300 litros diarios de carburantes; en una estación de servicio.
“La semana pasada hemos incautado un vehículo de alto tonelaje que realizaba el carguío diario de casi 1.200 litros; éstos son casos diarios. Hemos incautado más de 80 vehículos; que realizaban cargas irregulares en estaciones de servicio”; informó Jiménez a los medios de comunicación.
Asimismo, garantizó que la ANH intensifica los operativos de control en las estaciones de servicio del país; para verificar la transparencia en la distribución de combustibles; y prevenir que éstos sean desviados para actividades ilícitas.
“Estamos trabajando arduamente; para garantizar que el combustible llegue a quienes realmente lo necesitan”; enfatizó.
Indicó, además, que todas las personas aprehendidas e involucradas en estos casos son remitidas al Ministerio Público; donde se determina la sanción que corresponde.
“Nosotros hacemos seguimiento. Hay vehículos que cargan 500 a 600 litros diarios; por eso tomamos acciones inmediatas; y mandamos la información a las instituciones que corresponden; para su evaluación. El abastecimiento está garantizado a nivel nacional”; complementó.
Jiménez indicó que cada cisterna que sale desde las plantas de almacenaje de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), tiene un control militar; hasta que llega a la estación de servicio. Y recordó que hay más de 7.000 militares controlando el transporte; y distribución de carburantes.
Además, 197 estaciones de servicio, ubicadas principalmente en fronteras; son custodiadas por los efectivos militares durante las 24 horas del día.
Desde el año pasado, el Gobierno encara una lucha contra el desvío de combustibles; destinado a actividades ilícitas o al contrabando.
Ahora que el tema del litio es motivo de críticas, por los contratos con empresas trasnacionales, el Gobierno aclaró que los acuerdos no ocuparán ni el 2% de las reservas de litio que tiene el país en sus salares.
“Con estos dos contratos, de los 21 millones de reservas que tenemos de litio, solo se está ocupando el 1,64% de lo que es el total del 100%; no llegamos ni al 2% de las reservas que tenemos y existe una inversión de más de 2.000 millones de dólares”, explicó el ministro de Hidrocarburos, Alejandro Gallardo, en entrevista con Bolivia Tv.
En septiembre de 2024, Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) y la empresa rusa Uranium One Group firmaron el primer contrato para para producir 14.000 toneladas de carbonato de litio al año en el salar de Uyuni, Potosí, utilizando la tecnología de extracción directa de litio (EDL) y con una inversión superior a los $us 970 millones.
Posteriormente, en noviembre, YLB y la empresa china Hong Kong CBC firmaron otro contrato para el emplazamiento de dos plantas de producción de carbonato de litio también con EDL de 10.000 y 25.000 toneladas anuales de capacidad con una inversión de $us 1.030 millones.
Actualmente, ambos contratos se encuentran en la Asamblea Legislativa a espera de ser aprobados. Una vez los legisladores les den el visto nuevo, los “proyectos demorarán aproximadamente un periodo de tres años”, según Gallardo.
Además, de acuerdo con el ministro, antes de realizar los contratos, se hizo un estudio de todos los tipos de escenario, tomando en cuenta los comportamientos del precio del litio en el mercado, de manera que, incluso en el peor caso, el país obtenga beneficios.
“Se realizó todo ese tipo de escenarios, tomando en cuenta el pesimista, el operativo y el optimista. Entonces, si se cumple que los precios tengan una banda negativa, igual se tendrán indicadores positivos del proyecto, recuperar la inversión, tener una tasa de retorno positiva”, detalló Gallardo.
Reservas
Debido a que el país posee una de las reservas de litio más grandes del mundo, la autoridad considera que no se debe cerrar la puerta a las empresas extranjeras.
“No podemos coartar inversiones, no podemos vernos como un país que siempre se cierra ante la oportunidad de inversiones extranjeras”, señaló.
Sin embargo, recalcó que aquellos interesados en la industrialización del litio boliviano deberán respetar las “características específicas” del país y respetar lo que establece la Constitución.
El Gobierno afirma que el tema de la industrialización del litio ‘se está politizando’
El Ministro de Hidrocarburos pidió no cerrarse a la inversión extranjera y aprovechar el periodo de alta demanda mundial de litio para obtener beneficios para el país.
Debido a las críticas recientes sobre los contratos que suscribió Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) con una empresa china y una firma rusa, el Gobierno considera que el tema de la industrialización del litio se está convirtiendo en un tema político, cuando se trata de una cuestión económica.
“Se está politizando bastante esta situación, se está usando como una bandera política el tema de la industrialización del litio, cuando es un tema enteramente técnico y financiero. Entonces, yo creo que hay que separar esas dos cosas”, protestó el ministro de Hidrocarburos, Alejandro Gallardo, en entrevista con Bolivia Tv.
La autoridad se refirió a los contratos, por un monto superior a $us 2.000 millones, con la empresa rusa Uranium One Group y el consorcio Hong Kong CBC, de China, que se encuentran a la espera de aprobación en la Asamblea Legislativa.
Sin embargo, varios legisladores y sectores denuncian que Bolivia perderá el control del litio, pues los contratos son entreguistas y favorecerán a las empresas internacionales.
Por su parte, Gallardo reiteró que estas acusaciones son falsas, ya que YLB mantendrá el control de cada fase de los proyectos y obtendrá el 51% de las utilidades. Por ello, sugirió que se debe facilitar cualquier inversión extranjera, pues, en su criterio, permitirá mejores resultados a corto plazo.
“Si tenemos inversiones extranjeras que desean realizar todo este tipo de actuaciones con su inversión propia para desarrollar e industrializar el litio boliviano, creo que deberían ser bienvenidas”, indicó el ministro.
Además, señaló que son contratos que benefician a Bolivia, ya que el riesgo lo asumen las empresas extranjeras.
En ese sentido, reiteró que Bolivia debe aprovechar sus recursos y mostrarse como una “ventana abierta al mundo”, demostrar que existen las condiciones necesarias para la inversión.
Asimismo, Gallardo insistió en la alta demanda de litio que existe en la actualidad, por lo que se debe “aprovechar este periodo para su comercialización”, debido a que los cambios en la tecnología avanzan y tienen desarrollos, entonces la demanda de litio podría reducir a futuro.
El sector de la joyería de oro experimentó un crecimiento importante en 2024. Tras un 2023 marcado por cifras bajas y mercados limitados, las exportaciones de joyería alcanzaron un ingreso de $us 168,4 millones hasta noviembre de 2024, comparado con los modestos $us 8,3 millones registrados en todo 2023.
Este incremento de casi 2.000% refleja la recuperación del sector, así como su consolidación en nuevos mercados internacionales.
Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), durante 2023, Estados Unidos era el principal y único destino de las joyas de oro bolivianas, absorbiendo 331 kilos por un valor de $us 7 millones. Sin embargo, en 2024, el panorama cambió drásticamente con la incorporación de los Emiratos Árabes Unidos como el principal mercado, desplazando al mercado estadounidense.
Este medio se contactó con el privado Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) para conocer los motivos por los cuales se logró recuperar el sector de la joyería de oro. “Esta crecida del valor tiene que ver con la subida del precio del oro, que entre 2023 y 2024 subió 23%, lo que ha impulsado a una expansión del volumen exportado a noviembre del pasado año en 654% comparado a toda la gestión 2023”, indicó a La Razón el gerente general del IBCE, Gary Rodríguez, quien calificó al incremento como “un verdadero salto”.
El crecimiento en las exportaciones también está acompañado por un aumento considerable en la producción de joyas de oro. Mientras que en 2023 Bolivia no alcanzó a producir ni una tonelada, bordeando apenas los 400 kilos, a noviembre de 2024 se logró producir un total de casi 3 toneladas.
Este incremento productivo es una base sólida que permitió abastecer la creciente demanda internacional y capitalizar las oportunidades de mercado.
De acuerdo con el IBCE, el rubro de la joyería de oro representa el 2,2% del total de ingresos por exportaciones que generó el país hasta noviembre de 2024.
Aunque aún es una fracción modesta, este porcentaje cobra relevancia al considerar el crecimiento exponencial registrado en el último año en comparación con la gestión pasada.
El declive registrado en 2022 y 2023 había dejado al sector en una posición vulnerable. En 2022, Bolivia exportó 2.350 kilos de joyas de oro por un valor de $us 87,5 millones, una caída del 57% respecto a 2021. Desde entonces, las exportaciones estuvieron en franca caída hasta la gestión 2023.
Ese desplome estuvo acompañado por la pérdida de mercados estratégicos como Turquía e Italia, lo que redujo significativamente los volúmenes exportados. La irrupción de los Emiratos Árabes permitió revertir esta tendencia, abriendo nuevas puertas para el sector.
Asimismo, de acuerdo con Rodríguez, una posible causa del incremento de las exportaciones en 2024 se debe a que los ingresos que se generan son en moneda extranjera, en divisas.
GANANCIAS Y TIPO DE CAMBIO
Según el gerente del IBCE, la diferencia de casi el “60%” en el tipo de cambio “entre el dólar oficial y el del ‘mercado negro’, resulta un enorme aliciente para exportar una mercancía de altísimo valor y reducido volumen a un precio extraordinariamente alto, pudiendo ser la ganancia más de orden financiero que comercial”, explicó a este medio.
Además, la estabilización de los precios internacionales del oro y la mejora en la calidad de diseño y manufactura de las joyas nacionales contribuyeron a mejorar la competitividad del producto boliviano en el exterior.
Aunque el panorama actual parece ser alentador, el sector todavía enfrenta desafíos importantes para mantener este ritmo de crecimiento. La necesidad de consolidar relaciones comerciales con mercados emergentes, mejorar los estándares de calidad y cumplir con las exigencias regulatorias internacionales son aspectos clave para garantizar la sostenibilidad del sector en 2025.
Por ello, el gerente del IBCE señaló que “en el mercado internacional nada está escrito en piedra”, por lo que existen una serie de factores, como la variación de los mercados internacionales y las condiciones particulares de cada país, que podrían generar que se pierdan clientes, tal como sucedió con Italia y Turquía; siendo ése el lado impredecible en las relaciones con otros mercados.
Por otra parte, la fluctuación de los precios internacionales del oro y la competencia de otros países exportadores continúan siendo amenazas latentes. Sin embargo, el dinamismo mostrado en 2024 abre la posibilidad de que Bolivia consolide su presencia en mercados de alto valor y expanda aún más su cuota de participación global, obteniendo nuevos clientes.
MERCADOS PARA LA JOYERÍA
De acuerdo con los datos del INE, de los 2.948 kilogramos (casi 3 toneladas) de joyas de oro producidas hasta noviembre de 2024, un total de 2.676 kilos, el 96%, se exportaron a los Emiratos Árabes Unidos, mientras que el 4% restante (equivalente a 271 kilogramos) se destinó al mercado estadounidense.
Si bien la aparición de Emiratos Árabes permitió la recuperación del sector en la pasada gestión, también es importante que el país busque otros mercados para que no repita la situación que se vivió en años pasados, lo que provoca menos ingresos en las exportaciones del sector.
Por ejemplo, en 2022 el país tenía un mercado mucho más diversificado. Los cinco principales mercados importadores de artículos de joyería en oro durante ese año eran China, Emiratos Árabes Unidos, Suiza, India y Estados Unidos. Actualmente, solo dos de esos países continúan importando joyas de oro producidas en Bolivia, habiendo perdido a los otros mercados internacionales.
De igual manera, pese a que la producción de joyas está en caída desde 2007, cuando se logró producir más de 16 toneladas, el incremento y la valoración del oro permiten que la actividad se mantenga rentable, pese a que, en teoría, la producción es bastante menor.
“En cuanto a las perspectivas de la exportación de joyería, puede que haya grandes sorpresas”, consideró Rodríguez al ser consultado respecto al panorama del sector para este 2025.
COMPETIDOR EMERGENTE
Por ello, el resurgir de las exportaciones de joyería de oro no solo ha devuelto la confianza a los productores y exportadores, sino que también posiciona al país como un competidor emergente en el mercado de bienes de lujo como lo fue en anteriores años. En 2021, Bolivia salió del ránking de los 30 mayores exportadores de joyería de oro a nivel mundial, de acuerdo con los datos publicados en el portal especializado en comercio exterior Trade Map.
Sin embargo, el repunte en 2024 sugiere que se debe aprovechar esta coyuntura, para lo que se debe fortalecer la cadena productiva, diversificar los destinos de exportación y mejorar la calidad del producto será fundamental para consolidar este crecimiento y proyectarlo hacia el futuro.
Como señaló Rodríguez, el escenario es impredecible, pero el país mostró tener la capacidad productiva y una buena calidad, por lo que podría retomar la producción de décadas pasadas.
La ministra de Culturas, Descolonización y Despatriarcalización, Esperanza Guevara, negó categóricamente las acusaciones emitidas por la Confederación Nacional de la Micro y Pequeña Empresa (Conamype) sobre la supuesta compra masiva de gorras de origen chino para las celebraciones del Bicentenario.
Según Guevara, el Gobierno adquirió únicamente 300 gorras y lo hizo a través de una empresa nacional.
“Se han adquirido 300 gorras el año pasado para el Bicentenario y el procedimiento administrativo se realizó de forma transparente y conforme a la normativa vigente. Algunas personas hicieron mención de que se adquirieron más de un millón de gorras, lo que es totalmente falso”, declaró la autoridad en conferencia de prensa.
El tema cobró polémica tras las acusaciones de Conamype y de algunos legisladores de oposición que cuestionaron el “doble discurso” del Gobierno con la política de “sustitución de importaciones”, pero recurriendo a empresas chinas para la adquisición de las gorras.
“Las gorras chinas que el gobierno compró para ‘festejar’ el bicentenario podían haberse confeccionado en nuestro país, generando empleos y ganancia para los obreros bolivianos, pero el modelo fracasado del populismo autoritario es entreguista y antinacional”, protestó la diputada Luisa Nayar, de la alianza política Comunidad Ciudadana (CC).
Por ello, La ministra también aseguró que las gorras fueron fabricadas por una empresa boliviana legalmente constituida, desmintiendo las afirmaciones de Conamype, que denunció una supuesta preferencia por productos importados de China.
“Con esta información queremos cerrar cualquier especulación y ratificar nuestro compromiso con la transparencia y con los productores nacionales”, enfatizó Guevara, reiterando que el Gobierno respalda y fomenta la producción nacional.
Las declaraciones surgen en respuesta a las críticas de sectores manufactureros, quienes pidieron explicaciones por el presunto incumplimiento del Decreto Supremo 4505, que prioriza la adquisición de productos «Hecho en Bolivia».
Ante esto, Guevara reafirmó que el Órgano Ejecutivo se apega a las normativas vigentes y continuará trabajando en beneficio del sector productivo nacional.
Exportación de fertilizantes bolivianos a Brasil creció un 50% en 2024
Brasil incrementó significativamente la compra de urea, cloruro de potasio y boratos bolivianos, consolidando a Bolivia como proveedor clave para su potente sector agrícola.
Brasil, el principal comprador. de urea Foto la razón-archivo
La exportación de fertilizantes bolivianos a Brasil experimentó un crecimiento de casi 50% durante la gestión pasada, destacando productos como la urea, el cloruro de potasio, los boratos y otras sales evaporíticas. Así lo informó el cónsul general de Brasil en Bolivia, Francisco Soares, en una entrevista con Bolivia Tv.
“El año pasado hubo un crecimiento de casi 50% en la adquisición de los distintos fertilizantes que compramos de Bolivia, como la urea, los boratos, el cloruro de potasio y otras sales evaporíticas”, indicó Soares, subrayando la importancia de Bolivia como socio estratégico para el sector agrícola brasileño.
Brasil, que posee uno de los sectores agrícolas más fuertes y competitivos a nivel mundial, es también uno de los mayores consumidores de fertilizantes. La demanda de insumos agrícolas bolivianos se enmarca en acuerdos comerciales bilaterales que han facilitado este notable incremento en las exportaciones.
Por ello, se prevé que para 2025 las exportaciones al país vecino incrementen, lo que permitirá mayores ingresos para las empresas estatales.
Actualmente, Bolivia produce fertilizantes de alta demanda global a través de sus plantas industriales ubicadas en Cochabamba y Potosí. La urea es fabricada por Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), el cloruro de potasio es producido por Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB), y el fertilizante compuesto NPK está a cargo de la Empresa Boliviana de Industrialización de Hidrocarburos (EBIH).
Este crecimiento en las exportaciones fortalece la industria boliviana, genera mayores ingresos y contribuye al desarrollo económico del país. Además, consolida a Bolivia como un proveedor confiable de fertilizantes para uno de los mercados agrícolas más grandes del mundo.
El fortalecimiento de esta relación comercial refleja el potencial de Bolivia para expandir su presencia en el mercado internacional de insumos agrícolas, impulsando la industrialización y promoviendo la diversificación de la economía nacional.