Bolivia ocupa el antepenúltimo lugar en libertad económica en América
Fernando Romero, presidente del Colegio de Economistas de Tarija, advierte que la injerencia política y controles estatales profundizan la crisis de inversión y seguridad jurídica.

El índice de libertad económica en la región.
Imagen: Fernando Romero
Bolivia se ubica en el puesto 164 de 176 países en el Índice de Libertad Económica 2025 de The Heritage Foundation, con una puntuación de 44,1 puntos, lo que la clasifica como una «economía reprimida».
A nivel continental, ocupa el lugar 30 de 32 naciones en América, solo por encima de Cuba (25,4) y Venezuela (27,4), según el informe analizado por Fernando Romero, presidente del Colegio Departamental de Economistas de Tarija.
«Los fundamentos de la libertad económica en Bolivia siguen gravemente obstaculizados por problemas estructurales e institucionales. El sistema judicial es vulnerable a la injerencia política, la corrupción prevalece y el estado de derecho es débil», señaló Romero, citando el estudio.
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Bolivia
El documento atribuye la baja calificación al aumento de la presencia estatal en la economía, controles de precios, un tipo de cambio fijo «asfixiante» y subsidios a carburantes «insostenibles».
Aunque la puntuación boliviana subió 0,6 puntos respecto a 2024, se mantiene muy por debajo del promedio mundial (59,7) y regional (59,4).
El informe también destaca retrocesos históricos. Por ejemplo, desde 1998, la libertad económica en el país cayó 36%, pasando de 68,8 puntos, durante el modelo neoliberal, a los actuales 44,1, en línea con los gobiernos socialistas desde 2006.
Romero resaltó las contradicciones en los indicadores, pues mientras Bolivia registra una «carga fiscal alta» (88,8 puntos) y «salud fiscal crítica» (4,4), el informe le otorga una «libertad monetaria alta» (70,6), pese al actual «corralito bancario» y escasez de dólares.
Los peores resultados están en derechos de propiedad (19,9) y libertad de inversión (15), reflejando, según el economista, la falta de seguridad jurídica que ahuyenta capitales.
El análisis también critica el código laboral «anticuado y gravoso», así como la «creciente inestabilidad» por paros y bloqueos que son bastante habituales en el país.
«El común denominador son conflictos que ahuyentan inversiones. No hay seguridad económica para invertir», agregó Romero.
El economista señaló que mejorar este índice «amerita un cambio estructural en temas laborales, económicos y políticos», algo que deberá asumir el próximo gobierno para «reencaminar al país» y superar una crisis agudizada por la falta de confianza institucional.
El informe no incluye una postura oficial, pero indica que Bolivia requiere reformas profundas para dejar de ser una de las economías menos libres del continente.