Anuncios presidenciales
El anuncio más ambicioso se refiere a la convocatoria a referéndum, el mismo día de la elección de autoridades judiciales
El martes, Bolivia ha cumplido 199 años de vida republicana en un contexto de alta crispación e incertidumbre en los ámbitos social, económico y político. El Presidente, que llegó al acto de aniversario patrio acosado por demandas de adelanto de elecciones y una popularidad muy mermada, anunció medidas trascendentes, pero de difícil implementación por los obstáculos que afronta.
En esencia, el discurso presidencial del 6 de agosto se sintetiza en no pocas alusiones al expresidente Evo Morales y sus errores y decisiones equivocadas (tratando de ignorar su cuota de culpa, pues durante casi todo ese gobierno fue ministro de Economía); a una coyuntura internacional muy complicada, especialmente en lo económico; a eventos climáticos tan incontrolables como severos; y prácticamente ningún reconocimiento de los yerros propios del actual Gobierno. Pero lo más importante del mensaje pronunciado desde la histórica Casa de la Libertad, en la capital constitucional, Sucre, fue el anuncio de cinco acciones, dos encuentros y un referéndum para tratar asuntos relevantes para el futuro del país.
Las cinco acciones consisten en: 1) uso de plataformas de pagos digitales y de criptoactivos; 2) planes de empleo para jóvenes emprendedores y créditos, a una tasa de interés de 7,5%; 3) incentivo fiscal con gravamen arancelario cero; 4) reducción del impuesto de repatriación de divisas para la importación de combustibles; y 5) liberación de exportaciones bajo un plan de abastecimiento nacional. Fue inevitable que desde la oposición dijeran que estos temas ya fueron acordados en reuniones entre Gobierno y empresarios.
Los encuentros anunciados consistirán en un “Diálogo Nacional por la Economía y la Producción” con el empresariado y otra reunión del “gabinete social” entre su gobierno y organizaciones sociales agrupadas en el Pacto de Unidad. En ambos casos, la agenda incluirá el tipo cambiario, las exportaciones e importaciones, y otros. Es previsible que de ambas reuniones saldrán mandatos incompatibles entre sí, y habrá que ver qué hará el Gobierno al respecto.
Finalmente, el anuncio más ambicioso se refiere a la convocatoria a referéndum, el mismo día de la elección de autoridades judiciales, para consultar sobre suspensión o no de la subvención de hidrocarburos, redistribución de escaños legislativos y reelección continua o descontinua de Presidente y Vicepresidente. La descalificación a esta propuesta fue unánime entre los expresidentes Quiroga, Mesa y Morales, fervorosos opositores, que coincidieron plenamente en sus afirmaciones.
Es posible que con estos anuncios el Presidente haya ganado algo de tiempo para su gobierno, asediado por innumerables problemas y creciente pérdida de credibilidad, pero ahora toca hacer mucha gestión (y mucha política) para convertir los anuncios en hechos, lo cual, por fin, permitirá al primer mandatario dejar de hacer todas sus afirmaciones en tiempo futuro y comenzar a mostrar resultados, no solo favorables para su imagen, sino sobre todo para el pueblo boliviano.