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Bolivia apunta a exportar electricidad a Argentina desde junio

ENTREVISTA

La construcción de la Línea de Alta Tensión Juana Azurduy 132 kV, que une Yaguacua con Tartagal, tiene un avance del 99%. Esto permitirá comenzar en breve la exportación de 120MV al país vecino. El presidente de ENDE, Manuel Valle, también comparte información sobre los nuevos proyectos que encara la corporación estatal eléctrica y se refiere al desarrollo de las energías renovables convencionales y no convencionales en Bolivia.

—¿Cómo está viviendo la experiencia a cargo de ENDE Corporación, tanto en lo personal como en lo profesional?

—En lo personal y profesional es un reto muy importante que me asignaron las autoridades del país. Desde luego, agradezco por la confianza depositada en mi persona para asumir el desafío de conducir esta importante empresa por el sendero de la reactivación económica, que encabeza el presidente Luis Arce, cumpliendo la planificación prevista y ejecutando proyectos que promuevan las energías renovables, siempre buscando un equilibrio con la Madre Tierra. Se están llevando adelante importantes avances en la reactivación de proyectos paralizados y la incorporación de energías renovables para potenciar el sistema eléctrico nacional.

—¿Cuál es la situación actual del sector eléctrico boliviano? ¿Cuáles son los principales actores y cómo interactúan en lo que es generación, transmisión y distribución?

—Actualmente ENDE Corporación tiene el control de más del 80% de la cadena de la industria eléctrica en el país, con 12 empresas filiales que participan en la generación, transmisión y distribución de energía eléctrica. El sector eléctrico boliviano está muy estable, gracias a las importantes inversiones que se vienen realizando desde la nacionalización de las empresas estratégicas en favor del pueblo boliviano. Esto conlleva además de la soberanía energética, una inédita inclusión de tecnologías amigables con la Madre Tierra, especialmente en la generación de electricidad, reduciendo las emisiones de CO2 por medio del paulatino cambio de la matriz energética que vamos impulsando. A la vez, en los últimos años la cobertura del servicio eléctrico ha crecido exponencialmente. Ahora llegamos a lugares antes olvidados por las empresas privadas y los gobiernos del pasado.

—¿Cómo está conformada la matriz de producción de electricidad en Bolivia en 2022?

—Actualmente el Estado boliviano cuenta con una potencia instalada de 3.588,72 MW, de los cuales 69% son termoeléctricas, 21% hidroeléctrica, 5% solar, 4% eólica y 2% biomasa. Además, estamos trabajando en un proyecto de energía geotérmica para el corto plazo. La incorporación de nuevas centrales hidroeléctricas en el parque generador, más los proyectos solares y eólicos permiten que la energía que consumen los bolivianos a diario sea en un 50% limpia, por su origen de fuentes renovables.

Fotos: ENDE

—¿Cuáles son los principales objetivos y la estrategia de ENDE Corporación para los próximos años?

—Los objetivos de ENDE Corporación se adscriben a dos pilares del Plan de Desarrollo Económico Social 2020-2025 (PDES-2025), del Gobierno. El primero tiene que ver con el acceso universal a servicios básicos y el segundo que aborda la soberanía sobre nuestros recursos naturales. Es por ello que nuestra principal tarea es ampliar la cobertura eléctrica, para lo cual es necesario desarrollar infraestructura eléctrica tanto en generación, transporte y distribución de electricidad, con lo que mejoraremos permanentemente la calidad del suministro. Cabe destacar que, desde la promulgación de la Nueva Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia, en 2009, el acceso a la energía eléctrica es un derecho, razón por la que nuestra principal tarea es garantizar la energía eléctrica para todos los bolivianos en la vida cotidiana, la industria, la educación, la salud, el comercio y en general el Vivir Bien.

—¿Cuáles son las principales inversiones que se harán en Bolivia este año en generación de electricidad y transmisión?

—El presidente Luis Arce ha concentrado muchos esfuerzos en la reactivación económica, lo que en el sector eléctrico ha significado retomar importantes proyectos en las diversas etapas de la cadena de la industria eléctrica boliviana. También implica iniciar nuevos proyectos de generación de energías renovables, logrando incrementar la potencia instalada de energía y contribuyendo al cambio de la matriz energética del Sistema Interconectado Nacional. Para esta gestión se tiene planificado, dentro del presupuesto de inversión, más de Bs 1.700 millones, en más de 59 proyectos de generación y transmisión de electricidad. Este año se iniciará con el proceso de licitación internacional para la construcción de los proyectos eólicos de Warnes II (Santa Cruz) y La Ventolera (Tarija), que contribuirán con una potencia de 45 MW. De la misma manera se continuará con la ejecución de las obras de los proyectos hidroeléctricos Ivirizu, en el departamento de Cochabamba; Miguillas, en el departamento de La Paz; y El Cóndor, en el departamento de Potosí. En esta gestión se concluirá el Programa de Electrificación Rural II (PER II); que tiene el objetivo de incrementar el acceso a la energía eléctrica en el área rural del territorio nacional, a través del contrato de préstamo 3725/BL-BO suscrito entre el Estado Plurinacional de Bolivia y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que asciende a $us 100 millones.

—¿Cuál es la situación actual de las hidroeléctricas en Bolivia? ¿Hay proyectos en ejecución y, de ser así, cuánto es la inversión, para cuándo estarán terminados y cuál se espera que sea su aporte en la generación?

—Bolivia tiene un potencial estimado de 40,000 MW de generación de energía hidroeléctrica de los cuales en la actualidad apenas aprovechamos 734,84 MW. Los proyectos que ENDE gestiona en este campo son diversos. En cumplimiento al PDES 2020-2025, podemos resaltar tres proyectos. El primero, la construcción de la Central Hidroeléctrica Río Miguillas La Paz, localizada en el departamento de La Paz, provincia Inquisivi, municipios de Quime y Cajuata. El mismo cuenta con una inversión de Bs 3.162 millones. El proyecto contempla dos centrales hidroeléctricas: Humapalca, con 85.63 MW y Palillada, con 119,25 MW. Entre ambas suman una capacidad instalada total de 204,88 MW. De la misma manera, el proyecto hidroeléctrico Ivirizu en el departamento de Cochabamba cuenta con un financiamiento del BCB, que otorgó un crédito a favor de ENDE por un monto de Bs 3.827 millones. Se tiene prevista su conclusión en 2024 y aportará con 290,2 MW de potencia instalada con dos centrales hidroeléctricas: Sehuencas y Juntas.

También se encuentra en ejecución el proyecto Pequeña Central Hidroeléctrica El Cóndor en el departamento de Potosí, con 1.47 MW de potencia. Se cuenta con un convenio de cofinanciamiento parcial con el MHE, con fondos del Banco de Desarrollo Alemán (KfW), por Bs 20,7 millones y una contraparte de ENDE por un monto de Bs 28,7 millones, siendo un total de Bs 49,4 millones. La obra tiene prevista su conclusión para julio de 2023. Entre otros proyectos de importancia se tiene prevista la construcción de las siguientes plantas hidroeléctricas: Icona, El Bala, Cañahuecal, Cuenca del Plata, Río Grande Rositas y Muñecas.

—¿Cuáles son actualmente los proyectos eólicos más importantes en Bolivia? ¿Existen en ejecución otros proyectos de generación eólica y de ser así, cuál es la inversión y su aporte esperado a la generación de electricidad?

—El año pasado, el Gobierno inauguró tres proyectos en Santa Cruz, que comprenden los parques eólicos de Warnes, municipio de Warnes; San Julián, municipio de Cotoca; y El Dorado, municipio de Cabezas. Éstos contribuyen al abastecimiento eléctrico del país, al sumar 108 MW de potencia al Sistema Interconectado Nacional. Por otra parte, el Parque Eólico Qollpana I y II, con 27 MW en total, ha sido el proyecto pionero en 2015 en Bolivia en el aprovechamiento de la energía eólica. A mediano plazo, se contará con dos nuevos parques eólicos en el departamento de Tarija y Santa Cruz, totalizando entre ellos una potencia instalada de 45 MW y con una inversión aproximada de $us 95 millones. A través de la implementación de los parques eólicos Qollpana, con 27 MW; Warnes, con 14,4 MW; San Julián, con 39,6 MW; y El Dorado, con 54 MW, se da cumplimiento a los objetivos de diversificación de la matriz energética nacional y la reducción de gases de efecto invernadero. También se contribuye a desplazar el consumo de combustibles fósiles en la generación de energía eléctrica.

—¿Existen otros proyectos para la generación de electricidad en Bolivia además de las termoeléctricas, hidroeléctricas y la eólica?

—Se están llevando a cabo en ENDE Corporación una serie de estudios de proyectos de generación de distinta tecnología para la planificación de la expansión del sistema eléctrico, considerando los lineamientos de los planes nacionales y sectoriales que buscan el cambio de la matriz energética. En ese sentido, se viene desarrollando en particular estudios asociados a proyectos de energías renovables convencionales (proyectos hidroeléctricos) y renovables no convencionales (proyectos eólicos y solares), como el proyecto de construcción de la planta Geotérmica EMPEXA en el departamento de Potosí. Asimismo, estudios de nuevas tecnologías asociadas a la generación, tales como, generados a base de hidrógeno verde, sistemas de almacenamiento de energía, nuevas tecnologías hidroeléctricas (hidrotornillos, entre otros).

—¿Cuál es la situación actual del proyecto Rositas y qué se tiene previsto al respecto?

—El proyecto múltiple Río Grande Rositas, tiene el componente hidroeléctrico que consiste en la construcción de una central de generación hidroeléctrica con una potencia instalada de hasta 600 MW, para la generación media anual de 3000 GWh, de acuerdo a los estudios realizados. Se analizará la posibilidad de nuevos estudios y la reactivación de este proyecto, desde la perspectiva integral de los objetivos multipropósito del mismo.

—¿Qué rol cumple ENDE Corporación en relación a los sistemas autónomos en poblaciones pequeñas que no están conectadas al Sistema Integrado Nacional?

—El Estado garantiza el acceso a energía eléctrica para los bolivianos. Para ello, contamos con una red importante de electrificación que ha ido incorporando a importantes centros de consumo. Desde la nacionalización se han interconectado los departamentos de Tarija y Beni, pero aún quedan ciudades y poblaciones intermedias que satisfacen su requerimiento de energía eléctrica con sistemas aislados. Es el caso del sistema eléctrico de ENDE Cobija o los sistemas en el Beni, como el que operamos desde hace un año en Riberalta.

—¿Cuál es la situación de la exportación de electricidad a Argentina?

—Desde la gestión 2021 se ha retomado la ejecución de obras de la Línea de Alta Tensión Juana Azurduy de Padilla 132 kV, que fueron paralizadas en la gestión 2020. A la fecha se cuenta con un nivel de avance físico del 99%. Próximamente la construcción estará concluida y entrará en fase de pruebas técnicas requeridas para su posterior operación. Desde la gestión 2021 se reiniciaron las gestiones administrativas, legales, normativas y técnicas correspondientes para poder contar con las condiciones requeridas por ambos países para realizar la exportación de energía hacia el vecino país. Estamos apuntando a poner en servicio la línea este primer semestre del año.

—¿Existen otros proyectos de electricidad que involucren a nuestro país con otros países?

—Sí, se vienen desarrollando estudios de interconexión con diferentes países vecinos: Brasil, Perú y Paraguay. Estos estudios aún se encuentran bajo análisis y evaluación de factibilidad. También se realizaron avances en cuanto a las relaciones energéticas con Chile, aprobándose términos de referencia para los estudios de interconexión entre Bolivia y el país trasandino.

Manuel Valle

Presidente de la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE)

Es ingeniero eléctrico, con especialidad en Centrales de Generación Eléctrica y Subestaciones Eléctricas de Potencia del Instituto Politécnico de la República de Bielorrusia (anteriormente parte de la URSS) y grado de Master of Science en Ingeniería en Minsk, Bielorrusia. Tiene un Diplomado en Gestión de Proyectos del CEMLA, en la Universidad de Chile. Trabajó en diferentes proyectos del sector eléctrico y se desempeñó como gerente de Proyectos y Desarrollo de ENDE Guaracachi y, recientemente, como gerente general de la Compañía Eléctrica Central Bulo Bulo, de YPFB.