Guabirá contribuye al sector energético

El Ingenio Azucarero Guabirá (IAG), ubicado en Montero, a 50 kilómetros al norte de Santa Cruz de la Sierra, aporta al sector energético boliviano con la producción de etanol, electricidad y piensa incursionar en biodiesel y biogas.
El IAG produce principalmente azúcar y alcohol (etanol y otros), pero también electricidad, alimento balanceado bovino, bioabono, fertiriego y ron, a partir de la caña de azúcar cultivada en la región conocida como el Norte Integrado del departamento de Santa Cruz.
Etanol
En 2021, el IAG suministró a YPFB alrededor de 40 millones de litros de etanol, el mismo que substituye a igual volumen de gasolina y evita su importación, previniendo así la salida de más de $us. 30 millones del país. Para la gestión 2022 espera suministrar al país 70 millones de litros del combustible de origen vegetal.
En noviembre de 2021, los ministros de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina, y de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, acordaron con el sector cañero cruceño la compra de 160 millones de litros de etanol en la gestión 2022, por parte de YPFB. Esta cifra es mayor, en 50 millones de litros, a la de 2021. Así, el IAG contribuirá con el 43,75% del total adquirido por la estatal petrolera boliviana este año.
“Aunque la normativa permite hasta el 25%, actualmente la mezcla de gasolina con etanol está limitada a 12% y no se está mezclando toda la gasolina que se comercializa en el país. Técnicamente es posible incrementar el porcentaje a niveles muy superiores, como se hace en otros países. Esperamos que el porcentaje sea incrementado en breve y se aplique a toda la gasolina comercializada”, indicó Sergio Arnez, jefe de proyecto de Guabirá Energía S.A. (GE).
“El crecimiento del aporte depende de las políticas de Estado para la mezcla de etanol con la gasolina y en general para la viabilidad de proyectos de generación de energía a partir de fuentes renovables”, explicó el ejecutivo.
Bolivia importa un alto porcentaje de la gasolina que consume, lo cual significa una afectación importante a la economía del país. Para reducir los costos de estas compras al exterior es que se recurre al etanol, para sustituir parte del combustible fósil. Esto, además, aporta al medioambiente.

Electricidad
En 2021, GE suministró al Sistema Integrado Nacional (SIN) 64,000 MWh de energía, lo que evitó la utilización de gas natural en la generación eléctrica y generó un ahorro para el Estado por un valor $us. 4,5 millones (a $us. 10 por millón de BTU).
En 2007 se creó GE, para la generación y venta de electricidad al SIN. Actualmente inyecta 21MW de potencia a la red durante la época de zafra, que es la época seca y cuando el sistema más lo necesita por la reducción de producción de las hidroeléctricas. Para establecer una comparación, la ciudad de Montero y alrededores, con alrededor de 100,000 habitantes, tiene una demanda cercana a los 30MW.
GE fue la primera empresa generadora con biomasa del SIN. Tradicionalmente los generadores eran hidroeléctricos y termoeléctricos, a gas y diésel. Fue la primera con turbina a vapor y la primera en esquema de cogeneración (producción de electricidad y calor para procesos térmicos, con una eficiencia muy alta en uso de combustible) y, “lo más importante, fue la primera que logró esto con capital privado netamente boliviano”, puntualizó Arnez.
Procesamiento
La caña de azúcar se cosecha entre los meses de mayo a octubre (zafra cañera) y, debido a que ésta no puede almacenarse, la operación de los ingenios azucareros se presenta en ese mismo periodo, durante el cual se producen y almacenan el azúcar y alcohol para todo el año.
El procesamiento de la caña de azúcar consiste en picarla en trozos muy pequeños (fibras de 1cm) y exprimirlos en el trapiche para extraer el jugo, el cual es conducido a la fábrica de azúcar, donde es tratado para eliminar impurezas y se lo evapora para convertirlo en miel. La misma es cocida y centrifugada para extraer el azúcar como la conocemos. La miel que no se convierte en azúcar es conducida a la fábrica de alcohol, donde se fermenta y se destila para obtenerlo en sus diferentes tipos.
El residuo que sale del trapiche, luego de la extracción del jugo de la caña, es el bagazo, que es usado como leña en los calderos para producir el vapor de agua que mueve las turbinas de vapor, que accionan todas las maquinas del ingenio (rodillos del trapiche, bombas de agua y generadores de electricidad), y que luego es utilizado para los procesos térmicos de evaporación y destilación.
El proceso demanda gran cantidad de energía mecánica, térmica y eléctrica, sin embargo, los ingenios azucareros en base a caña de azúcar medianos y grandes son autosuficientes en energía gracias al bagazo.
La producción de energía (eléctrica, mecánica, térmica y otras) con bagazo de caña es limpia y renovable. Es limpia debido a que el CO2 que emiten las calderas al quemar el bagazo es absorbido por la caña que está creciendo para el siguiente ciclo y no se queda en la atmosfera, como sucede con los combustibles fósiles (ciclo del carbono de la biomasa), y es renovable porque es parte de un ciclo periódico que se repite año a año.
A partir de un cierto tamaño de ingenio, existen excedentes importantes de bagazo, el cual se utiliza para la producción de energía eléctrica y también en alimento balanceado para ganado bovino y bioabono.

IAG
El IAG es uno de los siete ingenios azucareros del país. Tiene una capacidad de procesamiento de 21,000 toneladas de caña por día. En 2021, procesó cerca de 2.7 millones toneladas de caña y produjo 2.4 millones de quintales de azúcar y 130 millones de litros de alcohol.
En el futuro, el IAG pretende incrementar la producción de alcohol y de energía eléctrica, e incursionar en la producción de biodiesel (que tiene una situación similar a la de la gasolina) y en la generación de electricidad con biogás.
Con su producción de azúcar abastece alrededor del 30% del mercado nacional y participa en la exportación de los excedentes. Con la producción de alcohol participa en el programa de mezcla de gasolina con etanol, suministrando el etanol que demanda YPFB, y cubre buena parte de la demanda nacional de alcohol desinfectante y alcohol para bebidas. El excedente es exportado.
El IAG es una sociedad anónima compuesta por más de 1,800 accionistas, los cuales son en su mayoría los productores cañeros de la zona, grandes y pequeños, quienes garantizan el suministro de materia prima y el funcionamiento eficiente de la fábrica, con lo cual aportan a su éxito.
Además de los más de 1,000 empleos directos que genera el IAG desde la recepción de caña hasta la comercialización de los productos finales, la cadena de producción proporciona otros 6,000 empleos indirectos, como los zafreros, choferes, mecánicos y proveedores de otros servicios que son requeridos.