Energías & Negocios

Sunday 2 Apr 2023 | Actualizado a 01:52 AM

El sector exportador logró el superávit más alto en ocho años

Gary Rodríguez: ‘Hubo un incremento del valor exportado: $us 4.241 millones este año vs. 2.630 millones en 2019’

Por Pablo Deheza

/ 3 de junio de 2022 / 03:05

ENTREVISTA

El gerente general del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Antonio Rodríguez, explica la situación actual de los exportadores bolivianos, identifica oportunidades, habla de la relación con el gobierno del presidente Luis Arce y perfila los puntos prioritarios para una agenda en común. En el primer trimestre de 2022, las exportaciones presentan los resultados más favorables en casi una década.

—¿Cómo evalúa la situación actual del comercio internacional en Bolivia en relación con 2020, antes de las elecciones del 18 de octubre de ese año, y luego durante la pandemia?

—De acuerdo con datos oficiales, hay una recuperación tanto en el campo de las exportaciones, como de las importaciones, comparativamente no solo a un pésimo año, como fue el de la pandemia, año en que el comercio exterior se desplomó por más de $us 4.500 millones, sino también, frente al último año normal, como fue 2019. Efectivamente, el valor exportado de casi $us 11.000 millones en 2021 supera de lejos los cerca de 9.000 millones de 2019, con un incremento, además, del volumen comparativamente a dicha gestión. En cuanto a las importaciones, éstas superaron en poco los $us 9.500 millones el pasado año, unos 300 millones menos que en 2019, con una pequeña baja del volumen. Sin embargo, en ambos casos, tanto las ventas como las compras externas superaron holgadamente las de 2020. En resumen, el comercio exterior vuelve a tomar su protagonismo de antes, logrando un superávit en 2021, luego de cinco años consecutivos de déficits que restaron $us 5.000 millones a las RIN del BCB. En lo que hace a la gestión en curso, el último informe del INE al mes de abril da cuenta de un incremento del valor exportado muy importante: $us 4.241 millones versus 2.630 millones en igual lapso de 2019. Aunque las importaciones no crecieron tanto en igual periodo, $us 3.579 millones, contra 3.252 millones, eso sí, hasta abril se logró el superávit más alto de los últimos ocho años.

—¿Cómo ve la situación actual del sector exportador en su relación con el gobierno del presidente Luis Arce? ¿Existen diferencias respecto a lo que fue el gobierno de Evo Morales y el de Jeanine Áñez?

—Pudiera y debiera ser mejor, definitivamente. Si bien cada gobierno tiene su propio cariz en su manera de relacionarse con la sociedad civil, y su forma de conducirse, el éxito de cualquier gobierno debe fundamentarse en considerar absolutamente a todos los actores de la economía, y el exportador debería merecer una atención muy especial, en tanto y en cuanto la estabilidad económica depende de lo que pase con el sector externo. Entre los tres gobiernos mencionados, no vale la pena aludir al de transición por la limitación de sus posibilidades de actuar en materia de políticas públicas —dada la misión que se le encomendó—; por lo tanto, la comparación corresponde hacerla entre la gestión de Evo Morales y la actual, pudiendo sacar como una primera conclusión, que las políticas hacia el sector no han cambiado. Sin embargo, en el primer caso había la posibilidad de un mayor diálogo, con una visión pragmática y la necesidad de generar divisas para el país.

Foto. IBCE

—¿Cómo ha evolucionado la composición de las exportaciones bolivianas en la última década?

—A raíz de la bonanza internacional que duró hasta 2014, las exportaciones bolivianas se “reprimarizaron”, pasando el país a depender fuertemente —excesivamente y preocupantemente— de los recursos extractivos no renovables, como los minerales e hidrocarburos. De hecho, éstos llegaron a significar el 80% del valor de las ventas externas, y en su momento un 50% de las ventas se debían al gas natural que llegó a aportar más de $us 6.000 millones; actualmente, poco más de $us 2.000 millones. No ha sido sino en los últimos tres años que las exportaciones no tradicionales, que son renovables y con valor agregado, como las agropecuarias, agroindustriales, forestales, madereras, manufactureras y artesanales, han incrementado su participación hasta un 25% del total, viniendo a llenar el vacío que va dejando la declinante venta de hidrocarburos. La buena noticia es que, hasta abril de 2022, las exportaciones no tradicionales subieron a un 27% del valor global, principalmente gracias a los productos agroalimentarios.

—¿Cuáles son los principales objetivos del sector exportador en 2022?

—Como ocurre en cualquier otro sector, el exportador boliviano siempre tendrá como objetivo el vender más al exterior, con mayor valor agregado, para que —en el agregado— el fruto de su esfuerzo apuntale la estabilidad de la economía y de la moneda nacional. Un país que no exporta y que no tiene la capacidad de atraer capitales externos de manera sostenida, y que incurre en sistemáticos déficits externos está condenado a la devaluación, más temprano que tarde. Por ello, el sector exportador debería ser la niña de los ojos del Gobierno, porque se trata de un sector estratégico. Además, es un gran generador de empleos formales y bien remunerados, como estadísticamente está demostrado, frente a otras opciones.

—¿En qué áreas identifica que hoy en día están las mayores oportunidades para la exportación?

—El mundo ofrece un sinfín de posibilidades de exportación. De hecho, en el campo del comercio exterior nada está escrito en piedra, por lo que, competitividad de por medio, todo se puede exportar cumpliendo estos tres requisitos indispensables: contar con un producto de calidad; tener un precio económico o diferenciado en función de los nichos de mercado; y la oportunidad de entrega en el mercado. Igual razonamiento cabe para la exportación de servicios, tales como corredores intermodales, servicios portuarios, comunicaciones, almacenamiento, logística, servicios profesionales, turismo, software, etcétera.

Foto. IBCE

—¿Existen iniciativas para fortalecer al sector exportador desde los municipios y gobernaciones? Si fuese así, ¿en qué consisten las mismas?

—Quisiéramos decir que es así, pero poco es lo que las gobernaciones o los municipios pueden hacer cuando hay restricciones a la exportación impuestas por el Gobierno central. Tal es el caso de los alimentos. De ahí, la necesidad de una concertación público-privada para desarrollar políticas y acciones sinérgicas de cara a conquistar mayores espacios en el concierto internacional, eliminando los sesgos antiexportadores que existen en el país y que inhiben una mayor productividad y competitividad del sector. Bolivia podría dejar de depender de las ventas de los minerales e hidrocarburos que la hacen tan vulnerable en cuanto a sus ingresos de divisas, y sin mayor dificultad podría multiplicar por cinco veces sus exportaciones no tradicionales a mediano plazo, porque el país tiene todas las condiciones para hacerlo, lo que faltan son políticas públicas favorables para la exportación.

—Si se tuviese que priorizar, ¿en qué tres puntos consideran que es necesario mejorar la comunicación y coordinación con el Gobierno nacional?

—En primer lugar, necesitamos con urgencia una política de promoción selectiva de exportaciones; dada la situación económica del país, la posición de las reservas internacionales netas y la necesidad de crecer mucho más a corto y mediano plazo para combatir la pobreza, generando empleo de calidad. Se debería priorizar, por su inmediata capacidad de reacción, al sector agropecuario/agroindustrial y forestal/maderero. En segundo término, está la necesidad de mejorar la competitividad sistémica, ya que el sector privado no puede hacerlo todo por sí solo, muy especialmente cuando hay la necesidad de políticas de Estado en cuanto a desburocratización, transporte, logística, neutralidad impositiva, promoción externa, entre otros. En tercer lugar, y no menos importante, la gran señal que todos esperan para invertir más, producir más y generar mayores excedentes: la garantía de la libre exportación, para estar en igualdad de condiciones de competencia con los oferentes extranjeros que pueden realizar ventas ciertas a futuro, pero los productores/exportadores bolivianos no; además de incurrir en altos costos financieros, como por ejemplo tener que mantener obligatoriamente como stock de seguridad un alto volumen de producto, sin poder venderlo, incurriendo en un alto costo financiero innecesario, además de tener que pagar su almacenaje.

Gary Rodríguez

Gerente General del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE).

  • Es licenciado en Economía y magíster en Comercio Internacional por la UAGRM. Estudió Teología en la Universidad UNPI e hizo un diplomado en Liderazgo con la Universidad Militar Mcal. Bernardino Bilbao Rioja. Por 20 años fue asesor de las delegaciones gubernamentales en negociaciones internacionales.
  • Ejerció la cátedra de Integración en el posgrado de las universidades NUR y Gabriel René Moreno.
  • Es Gerente General del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), donde cumplió 30 años de labor en mayo. En 2002 fue distinguido como Economista del Año y en 2012 recibió un reconocimiento al Mérito Profesional, del Colegio de Economistas de Santa Cruz. En 2007, el Concejo Municipal de Santa Cruz de la Sierra le otorgó la Medalla al Mérito Municipal – Categoría Profesional. Recibió la Distinción al Mérito Profesional del Economista Boliviano – 2016, del Colegio Nacional de Economistas de Bolivia.
  • Fue columnista del periódico La Razón entre 2007 y 2013. Es miembro del Consejo Editorial de la Revista Negocios Press. Su primer libro fue Apertura económica y exportaciones en Bolivia: El papel del Estado (1980-2003). 

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YPFB quiere una parte en Vaca Muerta

YPFB reveló la intención de la estatal petrolera de invertir en el yacimiento de esquistos bituminosos de Vaca Muerta.

El yacimiento argentino tendrá $us 8.000 millones de inversiones en 2023

/ 31 de marzo de 2023 / 06:39

INFORME

El presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Armin Dorgathen, reveló la intención de la estatal petrolera de invertir en el yacimiento de esquistos bituminosos de Vaca Muerta, ubicado en la provincia argentina de Neuquén, en la región de la Patagonia.

Dorgathen dijo que se espera producir principalmente petróleo, tanto para el mercado de Argentina como para el de Bolivia. Explicó que inicialmente se busca apostar por yacimientos con producción segura. Luego se comprará la compra del crudo y por último se invertirá en producir el propio crudo.

“Estamos armando el proyecto, todavía no tenemos todos los números, pero el objetivo es hacerlo lo más antes posible. Hemos tenido varias reuniones con diferentes operadores que están allá, con varias empresas, hemos hablado con la gente que está a cargo de los ductos. Es algo que muy pronto lo vamos a realizar”, afirmó Dorgathen en una entrevista.

El presidente de YPFB explicó que están buscando una zona en Vaca Muerta donde exista “desde petróleo más pesado, petróleo más liviano”. “(Queremos) un lugar ideal para tener el crudo ideal que necesitamos y ese crudo importarlo para tener más cantidad de diésel y rendimiento”, dijo.

Dorgathen habló también de la posibilidad de establecer “una logística de camiones desde Neuquén hasta Córdoba”, desde donde arrancaría el tendido de los tubos.

Inversiones. Vaca Muerta es la segunda reserva de shale gas y la cuarta de shale oil del mundo. Este tipo de formaciones requieren montos de inversión mayores que los del gas y petróleo tradicionales. Por lo general, requieren de precios altos en el precio de los barriles de petróleo de referencia, usualmente por arriba de los $us 60, de forma tal que su explotación resulte atractiva. La situación de precios actuales, por encima de los $us 80, generan condiciones favorables para los hidrocarburos de esquistos bituminosos.

El ministro de Energía y Recursos Naturales de Neuquén, Alejandro Monteiro, informó: “para 2023, las inversiones proyectadas en la provincia suman $us 7.900 millones, de los cuales $us 7.650 millones estarán destinados al upstream”. Otros $us 250 millones se orientarán a infraestructura para el centro de la corriente.

YPFB estudia actualmente cómo, dónde y en qué medida será parte de esta ola de inversiones en la provincia patagónica argentina.

Según la consultora especializada Ecolatina, a la inversión en Vaca Muerta, anunciada por Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) de Argentina por $us 2.300 millones en 2023, deben sumarse las proyecciones de Chevron, con $us 830 millones; Tecpetrol, con $us 730 millones; Vista, con $us 600 millones; Pan American Energy, con $us 500 millones; Shell, con $us 500 millones; Total Energy, con $us 350 millones y Pluspetrol, con $us 300 millones, entre otras compañías del sector.

“Para el cálculo final de inversión previsto para este año hay que tener en cuenta también a las demás empresas, como Exxon, Phoenix y Pampa Energía y, además, considerar que las compañías suelen ser moderadas en los anuncios de inversión, con lo cual una proyección total de casi $us 8.000 millones para Vaca Muerta suena razonable”, afirmó Daniel Drizzen, de Ecolatina.

En el encuentro Argentina-Texas Summit, que se celebró en Neuquén en agosto del año pasado, los expertos calcularon que Vaca Muerta requiere inversiones por $us 68.500 hasta 2030 para generar una producción de 750.000 barriles diarios de petróleo y 140 millones de m3 diarios de gas. Esto se traduciría en ingresos para Argentina por $us 46.000 millones anuales en exportaciones.

Actualmente, el Gobierno argentino está concentrado en la construcción del gasoducto Néstor Kirchner. Se trata de una obra de enorme importancia, que vinculará el yacimiento neuquino con Buenos Aires.

Se encuentra en ejecución el primer tramo de la obra, que unirá las localidades de Tratayén, en Neuquén, y Salliqueló, en Buenos Aires. Tiene una extensión de 573 kilómetros.

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La segunda etapa del gasoducto, originalmente propuesta para extenderse desde Salliqueló hasta San Nicolás de los Arroyos, ahora se proyecta extenderse hasta San Jerónimo en la provincia de Santa Fe, pasando por las estaciones compresoras de Las Toscas y La Angelita.

Debido a variaciones en los precios y el clima de presiones inflacionarias en la economía global, actualmente se calcula que el gasoducto tendrá un costo de $us 2.500 millones.

La cifra inicial prevista era de $us 1.491 millones.

Orígenes. Hace más de 250 millones de años, durante el período Pérmico, la región que ahora se conoce como la Cuenca Neuquina, donde se encuentra Vaca Muerta, estaba cubierta por un mar poco profundo. En este ambiente marino, las algas y los organismos planctónicos se acumularon en el fondo del océano y formaron una gruesa capa de sedimentos orgánicos.

Con el tiempo, esa capa de sedimentos se recubrió con otros más y se enterró profundamente. Bajo condiciones de presión y temperatura adecuadas, los sedimentos orgánicos se convirtieron en roca sedimentaria y los restos orgánicos se convirtieron en hidrocarburos como el petróleo y el gas natural.

El yacimiento de shale de Vaca Muerta es una formación geológica compuesta principalmente por lutita, una roca sedimentaria formada a partir de sedimentos arcillosos. La roca tiene una alta proporción de materia orgánica, lo que la convierte en un depósito de hidrocarburos no convencionales, como el gas y el petróleo de esquistos bituminosos, también conocidos como de lutita o shales.

La formación de Vaca Muerta fue descubierta en 2010 y se ha convertido en uno de los yacimientos de gas y petróleo no convencionales más grandes del mundo. La formación se extiende por más de 30.000 kilómetros cuadrados en la Cuenca Neuquina y contiene al menos 16.000 millones de barriles de petróleo y 308 trillones de pies cúbicos de gas natural.

Los esquistos bituminosos son un tipo de roca sedimentaria que contienen gran cantidad de materia orgánica, principalmente querógeno, que se puede convertir en hidrocarburos como el petróleo y el gas natural mediante un proceso de calentamiento y presión a largo plazo. A diferencia de los yacimientos convencionales, la extracción de hidrocarburos de los esquistos bituminosos es un proceso complejo que requiere técnicas de fracturación hidráulica para liberar el petróleo y el gas de la roca.

Shales. La explotación de gas en esquistos bituminosos se logra a través de la fracturación hidráulica. En este proceso, se perfora un pozo vertical en la formación de esquisto y se inyecta una mezcla de agua, arena y productos químicos a alta presión para fracturar la roca y liberar el gas natural atrapado en su interior. La arena inyectada ayuda a mantener las grietas abiertas, permitiendo que el gas fluya hacia el pozo para su recolección.

El petróleo de esquisto se extrae de manera similar a través de la fracturación hidráulica. Sin embargo, debido a que el petróleo de esquisto es más viscoso y menos móvil que el gas natural, la extracción de petróleo de esquisto a menudo se combina con la técnica de recuperación mejorada de petróleo llamada “inyección de vapor”. En este proceso, se inyecta vapor de agua caliente en el yacimiento para reducir la viscosidad del petróleo y mejorar su flujo hacia el pozo.

El precio del petróleo y el gas es un factor crítico en la rentabilidad de la explotación de esquistos bituminosos. Debido a que la extracción de hidrocarburos de esquistos bituminosos es un proceso costoso y complejo, los productores necesitan precios más altos que los requeridos para la producción de petróleo y gas convencionales para hacer rentable su inversión.

El punto de equilibrio o break- even para la producción de hidrocarburos de esquistos bituminosos depende de varios factores, como la calidad de la formación geológica, la ubicación y el costo de la infraestructura, los costos operativos y los precios de los productos. A modo de ejemplo, según los informes de los productores de esquistos bituminosos de los Estados Unidos, el punto de equilibrio para la producción de petróleo de esquisto varía desde los $us 40 a los $us 60 por barril, mientras que, para el gas de esquisto, el punto de equilibrio se encuentra alrededor de $us 3 a $us 4 por millón de BTU.

Los productores de esquistos bituminosos necesitan precios más altos que los requeridos para la producción de petróleo y gas convencionales debido a que los costos de extracción son significativamente más altos y las técnicas de producción son más complejas. Sin embargo, también es importante tener en cuenta que el precio del petróleo y el gas es solo uno de los muchos factores que influyen en la rentabilidad de la explotación de esquistos bituminosos. Los costos de infraestructura, transporte y regulación también pueden tener un impacto significativo en la rentabilidad de la producción de este tipo de hidrocarburos.

El precio del petróleo en el punto de equilibrio para la explotación de gas y petróleo de esquistos bituminosos en Vaca Muerta, en Argentina, depende de varios factores, como los costos operativos, la infraestructura, la calidad de la formación geológica y el precio de los productos. En general, según los informes, el precio del petróleo en el punto de equilibrio para la producción de shales en Vaca Muerta está entre los $us 40 a $us 60 por barril, dependiendo de las especificidades de cada caso.

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MHE y COB inician mesas de trabajo

MHE instaló la primera mesa técnica de trabajo COB para atender el pliego petitorio de los trabajadores sobre el sector energético.

Por ABI

/ 31 de marzo de 2023 / 06:28

TENDENCIAS

El Ministerio de Hidrocarburos y Energías (MHE) instaló la primera mesa técnica de trabajo con la Central Obrera Boliviana (COB) para atender el pliego petitorio de los trabajadores sobre los diversos proyectos entregados y que se encuentran en ejecución en el sector energético.

“El objetivo de estas mesas es atender cada una de las peticiones del sector obrero del país, que estén dentro de las atribuciones del Ministerio y de sus entidades bajo tuición, para coadyuvar al desarrollo del país”, especificó el titular de esta cartera de Estado, Franklin Molina Ortiz.

Esta primera mesa se dio en el marco de la Comisión Productiva, que tiene una Subcomisión de Recursos Naturales y Desarrollo.

Las autoridades del sector energético explicaron los proyectos de industrialización en los sectores hidrocarburífero, eléctrico y evaporítico, y el avance de Bolivia hacia la transición energética con la incorporación de renovables.

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Planta nuclear, en riesgo, en Ucrania

La actividad militar está aumentando alrededor de la planta de energía nuclear de Zaporizhzhia, en Ucrania.

Lla planta de energía nuclear Zaporizhzhia, situada en el área controlada por Rusia

Por Pablo Deheza

/ 31 de marzo de 2023 / 06:18

TENDENCIAS

La actividad militar está aumentando alrededor de la planta de energía nuclear de Zaporizhzhia, en Ucrania. Las fuerzas locales y rusas se preparan para un esperado aumento de los combates esta primavera.

“La situación no está mejorando, es obvio que la actividad militar está aumentando en toda esta región”, dijo Rafael Grossi, director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica, después de una visita a la planta. “Hay un aumento significativo en el número de tropas en la región y se habla abiertamente de ofensivas, contraofensivas y demás”.

Grossi dijo que la actividad alrededor de la planta aumentaba el riesgo de una catástrofe nuclear y agregó que había estado tratando, hasta ahora sin éxito, de negociar un acuerdo que pusiera fin a los combates en el área de la estación nuclear. Los bombardeos de noviembre, dijo, dañaron los edificios que albergan dos de los reactores de la planta.

Desde Kiev, el gobierno dijo que la planta solo estará a salvo cuando vuelva a estar bajo control ucraniano.

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¿Qué fue (y qué será) del icónico ‘tecno gurú’?

Se intenta hurtar la información a una opinión pública más crítica y descreída con este modelo de liderazgo.

/ 31 de marzo de 2023 / 06:13

OPINIÓN

Aunque el año 2022 no trajo la anticipada recesión, sí sufrimos el clásico crac bursátil que suele precederlas.

De hecho, 2022 se convirtió en el peor ejercicio bursátil desde el crac de 2008, heraldo de la Gran Recesión, especialmente por el derrumbe de las acciones tecnológicas. El Nasdaq llegó a perder un 35% respecto a los máximos del año anterior y un 40% se dejó el índice bursátil de las empresas de plataformas (the platform- index) o también, de media, los cinco grandes conglomerados conocidos con el acrónimo de Mamaa (Meta, Apple, Microsoft, Amazon y Alphabet). Además, vivimos el cripto apocalipsis, mientras también se desplomaban las incipientes valoraciones de los NFT (títulos de propiedad de activos digitales) o de las propias startups.

Entre las diferentes explicaciones de la que podríamos llamar la Gran Corrección tecnológica, destacan los efectos de la subida de los tipos de interés, que segó el valor actual de los ya de por sí inciertos beneficios futuros de las tecnológicas. Pero, entre estos factores, puede que se haya minusvalorado la influencia negativa del desgaste del estereotipo del tecno gurú.

Los líderes fundadores de las empresas tecnológicas alcanzaron el estatus de visionarios, techados de múltiples virtudes, como la audacia, la brillantez, la austeridad, incluso en la vestimenta, cuello vuelto, sudadera o una simple camiseta gris, todo en pos de una constante búsqueda de la eficiencia en su vida diaria. Incluyendo cierta moralina, pues, como nos recomendaba Google, no había que ser malvados (don’t be evil). Mientras, sus posibles defectos eran justificados, especialmente su no infrecuente carácter despiadado, de verdaderos tecno tiburones, dado que solo contaban con una vida para construir un mundo mejor, como proclamaba otro de los recurrentes tecno eslóganes (make the world a better place).

Estos nuevos líderes son una actualización del sueño americano, su versión 2.0. Casi un cliché expuesto en grandes producciones de Hollywood y series de televisión. Una narrativa que permitía soñar al adolescente nerd, empollón e introvertido, con que el éxito, en mayúsculas, se podía conseguir comenzando en un garaje, incluso abandonando prematuramente la Universidad. Además, estos líderes presuntamente ofrecían a sus trabajadores una atmosfera inmejorable. En sus llamados campus, se podría, como exhortaba Amazon, divertirse trabajando, mientras se cambiaba el curso de la historia (work hard, have fun, make history).

A medida que exponencialmente crecían las cotizaciones de estas empresas, —por ejemplo, Apple llegó a estar valorada en más del doble del PIB español del pasado año— se multiplicaban los reconocimientos. En los últimos 30 años, han sido ellos los únicos hombres de negocios que han conseguido el galardón de Persona del Año de la revista Time, generalmente reservado para los políticos y líderes mundiales. Primero Jeff Bezos, en 1999; después, Bill Gates, Mark Zuckerberg, hasta llegar a Elon Musk, en 2021. Pero, solo un año después, vimos a este último montar un plebiscito sobre sus antes incuestionadas capacidades de liderazgo y, tras perder, sigue sin cumplir su promesa de retirarse de la dirección de Twitter. Mientras, despedía o huía la mitad de la plantilla de la empresa. De hecho, la estrategia común de estos nuevos líderes para enfrentarse a una tendencia bajista en los mercados de valores fue la poco original y edificante de los despidos masivos, dejando decenas de miles de expulsados de este antes Edén laboral.

Siguen recogiendo los más prestigiosos laureles. Pero ahora lo hacen a escondidas, se intenta hurtar la información a una opinión pública más crítica y descreída con este modelo de liderazgo. Buen ejemplo d e ello fue la reciente entrega de la Legión de Honor a Jeff Bezos, sin anuncio o foto oficial alguna.

Pero fue el mundo cripto el que más ejemplos del tecno líder tóxico nos proporcionó en 2022. Los vimos entrar en la cárcel o salir huyendo a terceros países para evitar la extradición. El caso más llamativo fue el de Sam Bankman- Fried, que fue apodado el monje capitalista, porque —en teoría— era seguidor de la filosofía del altruismo eficaz, fe que dicen profesar otros millonarios tecnológicos. Mientras públicamente mantenía que su herencia sería la completa donación de su fortuna, de puertas para dentro, concretamente en sus lujosas mansiones caribeñas, gastaba exuberantemente en una espiral hedonista, como si su verdadero objetivo fuera que ninguno de sus inversores pudiera dejar herencia alguna. Aunque sí donó, como es frecuente en estos grandes zares tecnológicos, ingentes cantidades de dinero a políticos de un signo y del opuesto, siguiendo la larga tradición histórica de los grandes oligopolistas que intentan influir en procesos electorales y parlamentos.

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Previsiblemente, las criptodivisas serán fuente de nuevas decepciones humanas en 2023, iniciando por el anunciado procesamiento, por parte de la todopoderosa SEC, de la plataforma Gemini de los famosos gemelos Winklevoss de Facebook.

No es de extrañar que las grandes producciones de televisión de 2022 ahora nos mostraban la vida, sin milagros, pero plagadas de calamidades, de tecno líderes sin escrúpulos, herederos intelectuales no de Frederick Taylor o Henry Ford, sino más bien de Carlo Ponzi o Bernard Madoff. Gracias a WeCrashed o The Dropout, conocimos los detalles de la simpar pareja Adam y Rebekah Neumann o de Elizabeth Holmes, la estafadora de chaleco de cuello vuelto, por supuesto negro, al más puro estilo Steve Jobs.

La quiebra de bancos estrechamente vinculados a las tecnológicas en general, concretamente el Silicon Valley Bank o a las criptomonedas en particular, como el Signature Bank y el Silvergate Bank, que ha iniciado un efecto dominó financiero de pavoroso presente e incierto futuro, no favorecerá a la cuestionada reputación de estos líderes.

José Ignacio Castillo Manzano Catedrático de economía de la Universidad de Sevilla.

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El metaverso puede esperar: La IA es la tendencia que reina actualmente

Estamos creando un nuevo grupo de alto nivel en Meta centrado en la IA generativa.

/ 31 de marzo de 2023 / 06:06

TECNOLOGÍA

El metaverso, el mundo virtual que concentraba la atención y las conversaciones del sector tecnológico un par de años atrás, hoy luce lento y venido a menos. En la medida en que la atención de las empresas y sus ingresos vienen siendo definidos por otras prioridades, esta tierra prometida, el metaverso, bien podrá esperar.

Esta semana, la compañía Walt Disney cerró por completo la división que estaba desarrollando sus estrategias de metaverso. Microsoft hizo lo propio con una plataforma social de realidad virtual que adquirió en 2017. Mark Zuckerberg, quien cambió el nombre de Facebook a Meta Platforms, intentando posicionarse como el precursor del nuevo mundo anunciado, se centró más en la inteligencia artificial al informar sobre las ganancias del mes pasado.

Mientras tanto, el precio de los bienes raíces virtuales en algunos mundos en línea, donde los usuarios pueden pasar el rato como avatares, se ha desplomado. El precio medio de venta de terrenos en Decentraland ha disminuido casi en 90 % desde hace un año, según WeMeta, un sitio que rastrea el valor de estos bienes en el metaverso.

El cambio de nombre de Meta en octubre de 2021 generó entusiasmo por las experiencias, productos y plataformas del metaverso. Pero la lenta adopción por parte de los usuarios, impulsada en parte por los costosos requisitos de hardware y las limitaciones en la tecnología, además del deterioro de las condiciones económicas, han frenado las expectativas de que el metaverso acumule ingresos significativos pronto.

Foto. increditools

“Lo que mucha gente se está dando cuenta es que la transformación del metaverso está todavía muy lejana”, dijo Matthew Ball, capitalista de riesgo y autor de un libro sobre el universo virtual.

Las empresas tecnológicas han estado recortando empleos y abandonando proyectos considerados no esenciales. Zuckerberg, quien defendió el metaverso como la próxima iteración de Internet móvil hace apenas 18 meses, calificó 2023 como “el año de la eficiencia”. Su empresa despidió a 11.000 empleados en el otoño y dijo este mes que eliminaría otros 10.000 puestos y varios proyectos, incluidos algunos que se basan en su división de metaverso.

“Es comprensible que muchas empresas y negocios sientan que si necesitan reducir el personal o el gasto general, este tipo de categoría parecería ser un objetivo bastante fácil”, dijo Scott Kessler, analista del sector tecnológico de la consultora Third Bridge Group. Las inversiones en inteligencia artificial prometen rendimientos a corto plazo, agregó.

“Todas estas cosas que están sucediendo, relacionadas con la IA, parecen poder usarse y aprovecharse ahora”, dijo.

Foto. Nikkei asia

Con el metaverso, “nadie sabe cuándo se va a alcanzar la masa crítica”.

Incluso, en el apogeo de la moda del metaverso, algunos ejecutivos de tecnología estaban menos enamorados de los reinos en línea. “Quiero probar y trabajar en tecnologías que llamen la atención de las personas, que disfruten del mundo real”, dijo David Limp, vicepresidente senior de dispositivos y servicios de Amazon.

Zuckerberg hizo explícita la cuestión de manera simple y contundente el mes pasado: “Las dos olas tecnológicas principales que impulsan nuestra hoja de ruta son la IA hoy y, a más largo plazo, el metaverso”. Por ahora, el paraíso virtual queda postergado.

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