Energías & Negocios

Monday 11 Nov 2024 | Actualizado a 10:59 AM

El PIB nacional superará el golpe de la pandemia en 2022

Marcelo Montenegro: ‘La economía está en ascenso a recuperar los niveles de actividad previos al choque negativo de 2020’.

Se estima que este año el PIB nominal sea de $us 43.000 millones

Por Pablo Deheza

/ 10 de junio de 2022 / 01:13

ENTREVISTA

El ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, explica la situación económica del país. Se espera que 2022 concluya con un PIB bordeando los $us 43.000 millones, cifra superior a 2019, antes de la pandemia. Identifica oportunidades para el sector privado en servicios y productos. El agro, los alimentos y las manufacturas van mostrando un nuevo rostro de la Bolivia económica.

—¿Cómo ve la situación económica global actualmente y en particular de la región sudamericana?

—En 2022, el contexto económico internacional se tornó complejo con la incertidumbre generada por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, que amplificó las presiones inflacionarias que surgieron desde 2021 y está afectando a la recuperación después del embate que significó la pandemia del COVID- 19 en el mundo. En este sentido, se prevé que el crecimiento económico mundial de 2022 se desacelere y sea menor al de 2021. Para las economías de América del Sur, en su conjunto, se evalúa una tasa de crecimiento de 2,3% para 2022, según estimaciones del Fondo Monetario Internacional, 1,5% según la CEPAL, después de un crecimiento de 7,2% en 2021, 6,2% según la CEPAL. Adicionalmente, la misma CEPAL señala que esta gestión 2022 en Latinoamérica la pobreza aumentará a un 33% por motivo de la alta inflación en la región en el mundo. Sin embargo, organismos internacionales muestran a Bolivia como una de las economías que alcanzará una tasa de crecimiento por encima del promedio regional y mayor a economías más grandes como Brasil.

—¿Cuál es la situación económica actual del país? ¿Con cuánto de PIB se espera concluir 2022?

—La economía boliviana se encuentra en franco ascenso a recuperar los niveles de actividad previos al choque negativo recibido en 2020. Para ello, se emprendieron varias políticas económicas de reactivación, como el pago del Bono Contra el Hambre o la restitución de la inversión pública, entre otras, así como varias medidas orientadas hacia la reconstrucción del tejido productivo nacional, como los créditos del SIBOLIVIA al 0,5% de interés para sustituir importaciones o los programas de apoyo al sector agropecuario. En consecuencia, en la gestión 2022 se espera alcanzar un crecimiento del Producto Interno Bruto real de 5,1%, con lo que se superarían los niveles de producción registrados en 2019 (prepandemia). En términos nominales, se estima que en 2022 el PIB nominal sea de alrededor de $us 43.000 millones, cifra superior a la de 2019.

—En días pasados se conoció que Bolivia logró, en el primer cuatrimestre de 2022, sus mejores resultados en lo referido al sector exportador. ¿Cómo se explica esto?

—El desempeño del sector exportador está relacionado principalmente a un incremento en el volumen de productos enviados (manufacturas, agropecuarios y minerales); como también a la mejora de los precios internacionales de algunos commodities. Esto contribuyó al aumentó de los ingresos por ventas al exterior. Si bien no se cuenta con estimaciones para el cierre de 2022, al mes de abril se registró un superávit comercial de $us 698 millones, superior al de la gestión 2021, producto de un mayor avance en las exportaciones (34% de variación) que de las importaciones (33%), confirmando los resultados de las políticas de reactivación económica implementadas por el Gobierno nacional.

Foto. Ministerio de Economía y Finanzas

—Los ingresos del país y la generación del PIB vienen evolucionando en las dos últimas décadas, pasando de una importancia significativa en la producción de gas a una mezcla más variada. ¿Cuáles son los rasgos más relevantes del PIB nacional en 2022 y en qué situación se planifica estar en 2025?

—Bolivia en los últimos 16 años ha dado pasos en la transformación de su estructura productiva. Si bien el país cuenta con una fuerte e histórica vocación minera y gasífera, en años recientes la producción de la industria manufacturera ha incrementado significativamente. Por ejemplo, los datos revelan que mientras la actividad de petróleo y gas natural en 2021 fue 20% mayor a la de 2005, en el mismo periodo la actividad de la industria manufacturera fue 83% superior. En 2022, se espera que sectores como el transporte, la industria manufacturera, la minería y la construcción dinamicen la actividad económica, permitiendo superar los niveles de producción previos al shock negativo sufrido en 2020. Asimismo, la demanda interna jugará un rol importante en el impulso a la actividad económica de 2022, toda vez que se espera que la recuperación del consumo de los hogares y la mayor inversión pública programada para la presente gestión sean nuevamente los componentes del gasto de mayor incidencia en el crecimiento económico. Por otra parte, de cara a 2025, importantes proyectos enmarcados en el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social (PDES) 2021-2025 apuntalarán la transformación del tejido productivo nacional. Se potenciará la producción de sectores estratégicos nacionales como los de electricidad, hidrocarburos, minería y recursos ambientales, junto al posicionamiento de nuevos sectores en busca de maximizar la obtención de excedentes, para la posterior redistribución de los ingresos. Se espera que la política de sustitución de importaciones promueva con vigor la industria nacional en aquellos productos e industrias en las que el país cuenta con un perfil atractivo para reemplazar a la producción extranjera. En este marco, el PDES plantea la meta de un crecimiento promedio del PIB de alrededor del 5% en el periodo 2021-2025.

—¿En qué sectores identifica que están las principales oportunidades económicas para el país, tanto para los actores públicos como para los privados?

—El Modelo Económico Social Comunitario Productivo, aplicado desde 2006, identifica dos sectores importantes en la economía: el sector estratégico generador de excedentes y el sector generador de ingresos y empleo. La participación del Estado es fundamental en este funcionamiento, pues es el que traslada los excedentes económicos del sector estratégico generador de excedente hacia el sector que impulse el desarrollo de Bolivia. En esa línea, la inversión pública se convirtió en el motor del crecimiento económico para el país. Su efecto multiplicador incide de forma positiva en varios sectores económicos tanto en el sector público como el privado. El dinamismo de la misma permite la generación de empleo en diferentes actividades económicas como por ejemplo, la construcción, industria manufacturera, transporte y almacenamiento, entre otros. Ante aquello, es esencial intensificar y fortalecer la inversión en sectores estratégicos de la economía, entre los más importantes se encuentran los sectores de hidrocarburos, minería, electricidad, industria manufacturera, turismo, lo cual permitirá generar mayores ingresos y empleo para la economía boliviana. Es importante señalar que Bolivia tiene un perfil muy interesante para el desarrollo de proyectos de inversión pública y privada. Por ejemplo, en el campo de los servicios, los crecientes niveles de ingresos de los estratos medios y bajos se traducen en oportunidades en las industrias de alimentos y bebidas, turismo, transporte y construcción. Por otra parte, desde el lado productivo, el sector agropecuario industrial y no industrial, así como varias industrias manufactureras, como aquellas dedicadas al procesamiento de alimentos diversos, se presentan con buenos perfiles de expansión. Fortalecer el sector agropecuario no solo coadyuva a la seguridad alimentaria de la población, sino que se refleja en niveles bajos de inflación y puede generar importantes ingresos por exportaciones, sobre todo en escenarios como el actual (crisis alimentaria y escasez de fertilizantes). Complementariamente, la sustitución de combustible con energía alternativa adquiere gran relevancia. Asimismo, la riqueza natural de Bolivia la posiciona como un país atractivo para ambiciosos proyectos de industrialización de recursos naturales, tal como fue el caso de la Planta de Amoniaco y Urea. El Gobierno nacional, mediante el proceso de industrialización de las materias primas, fomenta el desarrollo de diferentes productos, en los que destaca las exportaciones de gas licuado (GLP), urea granulada, cloruro de potasio y carbonato de litio, hilos y tops de alpaca, prendas de vestir, papel y otros productos. En prospectiva, se espera la industrialización del litio y el Mutún con un rol activo del Estado en este cometido. Adicionalmente, Bolivia produce excedentes de energía eléctrica que a futuro se esperan exportar a países de la región. En materia financiera, existen grandes oportunidades para acceder a fondos verdes; por ejemplo, el Fondo Verde para el Clima es un mecanismo financiero para que los países en desarrollo emprendan acciones de mitigación y adaptación al cambio climático. De esta manera, en Bolivia se postulan grandes oportunidades para impulsar proyectos productivos en cuidado de la Madre Tierra, principalmente en cuatro campos: energía, bosques, agua y agropecuaria. En resumen, Bolivia cuenta con un gran potencial y diversidad de sectores para realizar emprendimientos privados y públicos. La inversión privada es fundamental para acompañar el impulso de la inversión pública; de hecho, dicho sector posee condiciones favorables otorgadas por el Estado como ser la infraestructura de transporte en constante expansión, proyectos públicos que contribuyen a la productividad privada, la subvención a hidrocarburos, entre otros factores que aportan ventajas competitivas al sector privado.

—¿Cuáles son las principales inversiones que realizará el Estado boliviano en 2022 y cuáles espera realizar hasta 2025?

—Las principales inversiones que realizará el Estado a partir de la presente gestión, según el PGE 2022, están enfocadas en la transformación del aparato productivo con sustitución de importaciones e industrialización, entre las cuales destacan: el programa de sustitución de importaciones de diésel, la implementación del complejo industrial farmacéutico, la planta de vidrio plano, la implementación de la planta de fertilizantes y granulados, la construcción de una planta siderúrgica para fabricación de laminados de acero en el Mutún, la construcción de refinerías de zinc en Oruro y Potosí, el desarrollo integral de la salmuera del salar de Uyuni, el desarrollo de la industria de aglomerados y multilaminados, la implementación de la industria de química básica, entre otros. En el marco del Plan de Desarrollo Económico y Social 2021-2025 “Reconstruyendo la Economía para Vivir Bien, hacia la Industrialización con Sustitución de Importaciones” se prevé que, hasta 2025, se ejecuten inversiones para promover la producción nacional de productos sustitutos de importación, alimenticios de consumo, productos farmacéuticos, textiles, combustibles e insumos para la agricultura e industria.

—¿Cuál es la situación de las reservas internacionales y cómo se espera que continúe su evolución?

—Después de la importante caída de las Reservas Internacionales Netas (RIN) durante el gobierno anterior ($us 1.579 millones), el Gobierno nacional inició un proceso de estabilización de estos activos, sustentado en los resultados del sector externo (superávit comercial, récord de remesas recibidas y entrada de flujos de inversión directa). Al 24 de mayo de 2022, las RIN totalizaron $us 4.686 millones, cuyos indicadores superan en meses de importación y cobertura de la deuda externa de corto plazo, a los parámetros aceptados internacionalmente y ratifican que se cuenta con los recursos necesarios para cubrir las transacciones y obligaciones con el exterior.

Marcelo Montenegro

Ministro de Economía y Finanzas Públicas del Estado Plurinacional de Bolivia

  • Es licenciado en Economía de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA); tiene también el título de máster en Economía de la Universidad del Centro de Estudios Macroeconómicos (UCEMA) de Argentina.
  • Se desempeñó como analista en jefe de la Red de Análisis Fiscal y director de Estudios Tributarios, en el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas. Fue presidente del directorio del Banco de Desarrollo Productivo (BDP).
  • Ha sido docente de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), Escuela Militar de Ingeniería (EMI) y Universidad Privada Boliviana (UPB).
  • También fue director del Instituto de Investigaciones Económicas de la UMSA. Actualmente es también profesor titular de la Carrera de Economía de la UMSA.

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El sector exportador atraviesa una tormenta perfecta

Los daños a los productores suman más de $us 1.500 millones en lo que va de 2024 como consecuencia de múltiples crisis.

/ 9 de noviembre de 2024 / 21:49

Bolivia atraviesa uno de los momentos más críticos de las últimas décadas para el sector productivo y exportador. La confluencia de factores adversos como la escasez de dólares, los bloqueos de carreteras y el desabastecimiento de combustibles han generado enromes pérdidas. Según los cálculos del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), son ya más de $us 1.500 millones en perjuicios que acumula el sector productivo del país en 2024.

Los daños a la economía en general superan los $us 2.200 millones con el último conflicto, de acuerdo a los datos de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia. Esta crisis multifacética ha puesto en jaque no solo la capacidad productiva del país, sino también su posición en los mercados internacionales.

La mirada desde el sector exportador

En este contexto, Gary Rodríguez, gerente general del IBCE, emerge como una voz relevante para analizar el impacto en las exportaciones. Con una destacada trayectoria en el sector y al frente de una de las instituciones más respetadas en materia de comercio exterior, el ejecutivo ha sido testigo directo de cómo las turbulencias políticas y económicas han afectado al aparato productivo nacional, especialmente en el departamento de Santa Cruz, motor económico del país.

En esta entrevista exclusiva para Energías & Negocios de La Razón, Rodríguez desentraña las consecuencias de los 24 días de bloqueos en las diferentes cadenas productivas, analiza las perspectivas de recuperación y advierte sobre los riesgos que enfrenta Bolivia en términos de competitividad internacional. Sus declaraciones no solo reflejan la preocupación del sector empresarial, sino que también plantean interrogantes fundamentales sobre el futuro económico del país.

¿Cómo se han vivido los bloqueos y la escasez de combustibles entre los sectores productivos y exportadores del país?

Pocas veces se han juntado tantas cosas negativas al mismo tiempo en contra del sector productivo y exportador boliviano como ahora, a saber: la escasez de dólares, con la consecuente subida de su precio; el encarecimiento de la importación de los insumos, equipos de transporte, bienes de capital y combustibles, de los que dependemos; el negativo impacto del cambio climático; la anormalidad del abastecimiento de diésel y, para rematar la situación, los insufribles bloqueos y la alta conflictividad política que vive el país.

¿Qué tan extenso ha sido el perjuicio generado por los bloqueos y la falta de combustibles en las diversas cadenas productivas del país y principalmente en Santa Cruz? ¿Cuáles son los sectores que vienen siendo los más golpeados?

Todos, absolutamente todos los sectores productivos, comerciales y de servicios han sido golpeados, pero quienes más impactados están, son los sectores agropecuario, agroindustrial, forestal/maderero, importador, exportador, turismo y transporte, sin descartar los efectos derivados sobre otros que hacen al entramado empresarial (comercio, finanzas, almacenamiento y otros), haciendo que las pérdidas materiales superen holgadamente los 1.500 millones de dólares, más de la tercera parte, en Santa Cruz, por el peso que tiene su actividad sobre la economía nacional. Pero, hay otra pérdida que es intangible, cuyo costo a futuro puede resultar mayor: el daño a la imagen-país, que desalienta que la inversión extranjera directa ponga sus ojos en Bolivia, además, a que los agentes económicos externos quieran hacer comercio con nosotros.

¿Cuáles eran las expectativas del sector exportador en 2024 y cuáles son las cifras con las que se espera actualmente cerrar el año?

El 2023 fue una mala gestión para el comercio exterior boliviano, porque se dieron afectaciones similares a las de este año, aunque de menor impacto que en el actual, pero, pese a ello, se registró un déficit comercial por $us 700 millones y una caída de las exportaciones nacionales por $us 2.800 millones. La esperanza era revertir estos números, ya que un país que incurre en un déficit crece menos, además que pierde dólares.

Lamentablemente, tal aspiración dista mucho de cumplirse. Según datos del INE al mes de agosto, el déficit comercial bordea ya los $us 500 millones y las exportaciones bajaron poco más de $us 1.500 millones, lo que avizora un cierre impredecible hasta fin de año, habida cuenta del impacto que ha podido derivar de más de tres semanas de bloqueos.

En lo que hace a Santa Cruz, el golpe a sus exportaciones ha sido mayor que a nivel nacional. Las ventas externas cruceñas han caído 26% en valor y 18% en volumen, lo que en términos absolutos significa un descenso de $us 609 millones y poco más de 776.000 toneladas, siendo la causa principal el derrumbe de las ventas de soya por cerca de $us 470 millones y la baja en más de 650.000 toneladas, por causa de la sequía, además que la cotización de la soya a nivel internacional cayó severamente.

¿Cuántos contratos o compromisos de exportación han tenido que ser renegociados o cancelados debido a esta crisis? ¿Existe riesgo de perder mercados internacionales por incumplimiento?

Es imposible saber esos datos, porque hace al giro comercial de las empresas, sin embargo, el incumplimiento del plazo de entrega conlleva no sólo sobrecostos de transporte y logística, sino también, castigos económicos para los exportadores, lo que en su repetición nos hace ver como un país imprevisible, pudiendo llegar a perder clientes, e incluso, mercados de exportación que tanto esfuerzo y tiempo implican el conquistarlos.

¿Qué estrategias o planes de contingencia tuvieron que implementar las empresas exportadoras para mantener sus operaciones durante esta crisis? ¿Qué tan efectivas han resultado?

Así como las empresas son tomadoras de las políticas públicas, de igual forma dependen de las condiciones del entorno para realizar sus actividades y ambos casos dependen de lo bien o mal que lo hagan los Administradores del Estado, si fallan, complican la tarea de  los agentes económicos, por ejemplo, el tener que utilizar rutas alternas en caso de bloqueos o comprar dólares y combustibles más caros, etcétera. Todo cambio de planes implica mayores costos que impactan negativamente en la competitividad del exportador.

¿Cuántos empleos directos e indirectos se han visto afectados en el sector exportador? ¿Hay riesgo de recortes permanentes de personal si la situación persiste?

Cuando un negocio se ve frustrado, la directa y dolorosa consecuencia es la pérdida de fuentes de empleo, mucho más tratándose de un sector legal y formal, como el exportador, donde el salario medio de un trabajador está por encima del promedio nacional, incluso, dentro del propio sector privado, por lo que no solamente se da una pérdida cuantitativa, sino, cualitativa también, además del negativo efecto a lo largo de la cadena de valor.

¿Cómo está afectando esta situación la competitividad de Bolivia frente a otros países de la región? ¿Hay países que estén aprovechando esta coyuntura para ocupar espacios en mercados tradicionalmente atendidos por exportadores bolivianos?

Los exportadores bolivianos son un pequeñísimo número dentro de la enorme cantidad de oferentes que existen en el mundo, además que nuestra oferta es relativamente pequeña frente a la oferta agregada a nivel internacional, de ahí que, toda afectación a la productividad y la competitividad derivada de causas internas o externas resta nuestras posibilidades de competencia a nivel internacional, muy especialmente cuando en otros países se están haciendo bien las cosas, aprovechando los espacios que vamos dejando. La pérdida de ingresos de divisas se refleja ya, por ejemplo, en los números de exportación del país hasta agosto, no solo caímos 20% en valor, sino también, 13% en volumen, lo que puede significar varias cosas: 1) Que producimos menor cantidad que el año pasado, tal el caso de la soya, impactada severamente por la sequía, con una pérdida superior a las 800.000 toneladas; 2) Que, así produzcamos igual, no estamos pudiendo colocar la misma cantidad, por ejemplo, cuando los costos de realización aumentan; 3) Que produzcamos y exportemos una mayor cantidad, pero debamos vender a un menor precio.

Una vez normalizada la situación, ¿cuánto tiempo estiman que tomará recuperar los niveles normales de producción y exportación? ¿Qué medidas consideran necesarias por parte del gobierno para acelerar esta recuperación?

El período de recuperación económica es variable, dependiendo del sector que se trate, su vulnerabilidad y capacidad de resiliencia. De hecho, si el golpe financiero ha sido devastador, habrá empresas que no se podrán recuperar, sobre todo las más pequeñas. Para que haya una recuperación total, deberá haber, también, una normalidad total, por ejemplo, en cuanto al abastecimiento de diésel para el agro, la minería, la industria, etcétera. Ahora, si el entorno se torna favorable, la recuperación por sectores puede darse entre un mínimo de seis meses, como en el caso del agro, verbigracia, siempre que las condiciones de clima, seguridad jurídica, de mercado y de buenas políticas públicas, así lo permitan; de hecho, sobre estos temas debe ocuparse el gobierno, empezando por inyectar recursos para socorrer a quienes en mucho caso, lo han perdido todo por la inclemencia del tiempo o por haber sido severamente afectados por la inclemencia de los bloqueadores.

¿Cómo está afectando esta crisis las decisiones de inversión en el sector exportador?

Es lamentable y doloroso decirlo, pero la imperdonable recurrencia de factores negativos como el caso de los avasallamientos a predios productivos, los insufribles bloqueos, la inflación, la escasez de dólares y combustibles, sumados a la altísima incertidumbre en el país, fuertemente contaminado por el imprevisible clima político, desalientan la inversión productiva, por tanto, afectan la posibilidad de mayores niveles de exportación.

¿Han notado cancelación o postergación de proyectos de expansión?

El hecho de que muchas compañías del país estén poniendo sus ojos en otros países para invertir o reinvertir, da cuenta de que Bolivia está perdiendo su atractivo en este campo.

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Victoria de Trump impulsa a Bitcoin a máximos históricos

El mercado cripto se prepara para un entorno normativo más favorable tras el regreso a la Casa Blanca de Donald Trump.

/ 9 de noviembre de 2024 / 21:11

La victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales estadounidenses de 2024 ha generado una fuerte reacción en los mercados de criptomonedas. Bitcoin ha alcanzado nuevos máximos y otras criptomonedas experimentando ganancias significativas.

Tras conocerse los resultados, Bitcoin rompió su anterior máximo histórico, superando los $us 76,900. «Bitcoin alcanzó un nuevo máximo histórico después de las elecciones estadounidenses y la victoria de Trump, una tendencia impulsada aún más por el recorte de tasas de interés de la Reserva Federal (Fed)», anunciado el pasado jueves, comentó Balaji Srihari, director comercial de CoinSwitch.

Trump y los criptoactivos

La industria cripto anticipa importantes cambios políticos bajo el nuevo gobierno en EUU. Los analistas predicen que el actual presidente de la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos, Gary Gensler, podría renunciar. Esto podría afectar a políticas clave como la SAB 121, que restringe a las instituciones financieras la prestación de servicios de custodia de activos criptográficos. Gensler fue nominado por el presidente Joe Biden para la posición en febrero de 2021 y juró al cargo el 17 de abril de ese año.

Las promesas de presidente electo en su plataforma de campaña han generado optimismo. Trump dijo que conmutará la sentencia del fundador de Silk Road, Ross Ulbricht, y que formará un consejo asesor de Bitcoin en sus primeros 100 días en el cargo. Estas medidas reflejan un cambio notable en la postura del expresidente, quien anteriormente se mostraba escéptico hacia las criptomonedas.

Edul Patel, director ejecutivo de Mudrex, explicó que «el repunte posterior a las elecciones de Bitcoin ganó impulso, alcanzando un nuevo máximo de $us 76,940 después del recorte de tasas de 25 puntos básicos de la Reserva Federal. Con la disminución de la inflación y las cifras de empleo estables, la resistencia de Bitcoin ahora está en $us 77,000, mientras que el soporte se mantiene en $us 74,600».

Ganancias

Otras criptomonedas también se han visto beneficiadas por el cambio de rumbo político. Shivam Thakral, CEO de BuyUcoin, aseveró que «Bitcoin ha mantenido su fuerza en el frente de las criptomonedas, cotizando por encima de los $us 76,000, ya que el mercado de criptomonedas en general sigue siendo positivo. Los inversores esperan más recortes de tasas de la Fed en diciembre y en 2025, pero los planes económicos del presidente electo Trump podrían tener un impacto en la política monetaria futura y encender las preocupaciones por la inflación».

Por su parte, Dogecoin experimentó un aumento dramático de casi el 30% después de los resultados electorales, alcanzando aproximadamente $us 0.25. Los inversores atribuyeron el incremento de valor a la asociación de Dogecoin con partidarios de alto perfil, como Elon Musk, quien ha sido un defensor abierto de la criptomoneda y ha mantenido una postura favorable hacia las políticas de la administración entrante.

Solana, la plataforma blockchain conocida por su escalabilidad y velocidad, también fue testigo de un aumento de precio de casi el 15%, alcanzando alrededor de $us 186. Los inversores se mostraron optimistas sobre las posibles implicaciones de las políticas de la nueva administración en el ecosistema de criptomonedas más amplio.

Optimismo

Ethereum, la segunda criptomoneda más grande por capitalización de mercado, experimentó un aumento de precio de alrededor del 8%, cotizando a $2,824.70 el pasado jueves. Si bien el movimiento del precio de Ethereum no estuvo directamente relacionado con las políticas o la postura de la administración entrante sobre las criptomonedas, el optimismo general y el sentimiento alcista en el mercado contribuyeron al aumento en su valoración.

Incluso Shiba Inu aumentó alrededor de un 15%, reflejando el entusiasmo más amplio del mercado de criptomonedas. Las conexiones de Shiba Inu con estrellas, como Elon Musk, quien respaldó al expresidente, probablemente contribuyeron al aumento del interés de los inversores.

Boris Bohrer-Bilowitzki, director ejecutivo de Concordium, expresó optimismo sobre estos acontecimientos, sugiriendo que «podrían establecer a Estados Unidos como un líder mundial en innovación de criptomonedas». La posible participación de Elon Musk en la administración también ha generado especulaciones positivas dentro de la industria.

«La postura de la administración entrante representa un cambio notable en la política de criptomonedas. La plataforma de Trump incluye medidas para proteger los derechos de custodia privada y las operaciones mineras, al tiempo que fomenta el crecimiento de las empresas relacionadas con las criptomonedas dentro de los Estados Unidos en lugar de verlas reubicarse en el extranjero», señaló el analista Oliver Dale en una nota.

En general, la victoria de Trump ha sido recibida con entusiasmo por la industria de las criptomonedas, que prevé un entorno más favorable para su crecimiento y adopción bajo el nuevo gobierno.

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Litio: la gigante Albemarle registra pérdidas de $us 1.000 millones

Los precios del metal esencial para las baterías no se recuperan y se prevé que sigan bajos hasta 2030.

/ 9 de noviembre de 2024 / 21:03

Albemarle, la gigante estadounidense, líder mundial en la producción de litio, registró una pérdida de más de $us 1.000 millones en el tercer trimestre de 2024. Este resultado refleja los duros desafíos actuales de la industria litífera. La tendencia de caída en los precios del metal blanco ha significado un desplome de más del 85% desde sus máximos a finales de 2022.

Kent Masters, director ejecutivo de Albemarle, dijo: “creemos que el precio será más bajo durante más tiempo”, lo que ha llevado a la compañía a posicionarse para competir en un mercado con precios deprimidos.

La situación que enfrenta Albemarle ilustra el exceso de oferta que envuelve al mercado global del litio, principalmente impulsado por el aumento de producción en China, combinado con una desaceleración en la adopción de vehículos eléctricos (VE) en algunas regiones. Ante estos desafíos, Albemarle ha decidido reducir su presupuesto de capital en un 50%, situándolo en un rango de entre $us 800 y $us 900 millones para 2025. Masters señaló que este presupuesto “se utilizará para mantener las instalaciones que operan en el extremo inferior de la curva de costos”, aunque no especificó cuáles serán estos sitios. Esta reducción de inversiones se alinea con la expectativa de que los precios actuales de litio se mantendrán a largo plazo.

Las inversiones de Albermarle

Albemarle no solo ha ajustado sus inversiones, sino también su estructura interna. En el último mes, la empresa anunció una nueva reorganización que reducirá sus unidades de negocio, una medida que, junto con la reducción de su personal en al menos un 6%, generará ahorros anuales de entre 300 y 400 millones de dólares. Este esfuerzo forma parte de la estrategia de Albemarle para enfrentar las “condiciones dinámicas del mercado” y seguir operando en un entorno de precios deprimidos.

Albemarle registró una pérdida neta de $us 1.110 millones en el tercer trimestre de 2024, lo que contrasta con los 302,5 millones de dólares de ganancias que obtuvo en el mismo periodo del año anterior. Los ingresos cayeron a aproximadamente $us 1.350 millones, una reducción de más de $us 1.000 millones respecto al año anterior. Esta caída fue parcialmente compensada por contratos de suministro a largo plazo con importantes clientes, como Tesla, lo que brindó un alivio limitado en medio de la crisis de precios. Las acciones de Albemarle también reflejaron este panorama complejo, cayendo a $us 96,50 esta semana, desde los $us 330 que valían en julio de 2022.

Además, Albemarle enfrenta incertidumbres políticas en relación con el financiamiento que ha recibido del gobierno de los Estados Unidos. La compañía obtuvo recientemente una subvención de $us 67 millones del Departamento de Energía. Con la próxima toma de posesión de Donald Trump, se teme que estos fondos podrían reducirse o desaparecer. Al respecto, Masters declaró que “la transición energética está sucediendo. Es una dinámica global. Tendremos que ver qué hace Trump”.

Precios

El precio del carbonato de litio experimentó un leve aumento en China a mitad de la última semana, con el índice SMM del carbonato de litio de grado de batería en 74.860 RMB por tonelada (aproximadamente $us 10.300), un alza de 326 RMB ($us 45) con respecto al día laboral anterior.

El rango de precios del carbonato de litio de grado de batería se situó entre 74.050 y 75.850 RMB por tonelada ($us 10.200 a $us 10.430), mientras que el promedio alcanzó los 74.950 RMB por tonelada ($us 10.300), lo que representa un incremento de 350 RMB ($us 48) en comparación con la jornada anterior. Los precios del carbonato de litio de grado industrial también subieron, con un rango de entre 70.300 y 71.300 RMB por tonelada ($us 9.680 a $us 9.820).

Los precios del carbonato de litio transportado por vía marítima hacia Asia cayeron un 3,8% en octubre, situándose alrededor de los $us 10.000 por tonelada métrica, según señala un informe de S&P Global Commodity Insights.

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La cumbre de los BRICS en Rusia y el efecto Bandung

Muchas naciones en desarrollo buscan nuevas oportunidades en los BRICS, cuando el mundo transita de la unipolaridad a la multipolaridad.

/ 9 de noviembre de 2024 / 20:50

La cumbre de los BRICS de 2024 ya es cosa del pasado. Para entender mejor su importancia, conviene volver atrás en el tiempo y reflexionar sobre las lecciones del pasado. La Conferencia de Bandung de 1955 destaca en este sentido, no sólo porque proporciona la base histórica adecuada para el fenómeno de los BRICS de la actualidad, sino también porque los principios subyacentes de esa reunión nunca desaparecieron.

Del 22 al 24 de octubre pasados, los líderes de 35 naciones se reunieron en la ciudad rusa de Kazán para participar en la 16ª cumbre de los BRICS. Tras la reunión de 2023 en Johannesburgo, en la que los BRICS se ampliaron de sus cinco miembros principales (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) a nueve (añadiendo Egipto, Etiopía, Irán y los Emiratos Árabes Unidos), las expectativas para el evento eran altas. Las tensiones geopolíticas pusieron aún más énfasis en los desafíos que los BRICS planteaban al orden internacional basado en reglas profundamente arraigado, dominado por Estados Unidos, que ha sido el eje de la dinámica económica y política global desde el final de la Segunda Guerra Mundial.

Mantener la moneda

En la era digital, donde los resultados se juzgan a menudo por su manifestación casi instantánea, algunos observadores podrían haberse sentido decepcionados por la cumbre de Kazán, que no cumplió con las expectativas. Esto es muy cierto para cualquiera que esperaba el nacimiento de una nueva moneda que desafiara al dólar estadounidense como moneda de reserva mundial. Si bien se planteó la idea de una moneda de ese tipo (de hecho, en Kazán se presentó una maqueta de un billete de los BRICS como manifestación visual del concepto), los miembros de los BRICS coincidieron en su creencia de que todavía quedaba mucho por hacer antes de que estuviera listo un nuevo sistema monetario. Sin embargo, la moraleja no es que los BRICS no hayan logrado emitir una nueva moneda, sino que acordaron unánimemente que existe una necesidad legítima de una moneda de ese tipo para compensar el predominio del dólar.

BRICS y Occidente

Los principales medios de comunicación occidentales también hicieron hincapié en las implicaciones políticas del fracaso de Occidente en aislar al presidente ruso, Vladimir Putin, una realidad que quedó demostrada por la presencia en Kazán de tantos líderes mundiales, incluido el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres. Como sucede con la nueva moneda de los BRICS, cualquier intento de juzgar la cumbre basándose en si dio origen a una organización capaz de plantear un desafío directo al G7, la UE, la OTAN o incluso la ONU es un error.

Si la cumbre de los BRICS de 2023 fue la fase de cortejo de la organización, entonces el evento de 2024 en Kazán representó su consumación. El período de gestación de la unión es desconocido: podría medirse en años, incluso décadas. No se espera que la visión ampliada de los BRICS que surgió de Kazán compita en una versión moderna de Juego de Tronos, empujándose con el G7, la UE, la OTAN o la ONU por una oportunidad de reclamar el equivalente al “trono de hierro”. Esa competencia sería por el derecho a gobernar un mundo definido por la arquitectura y los sistemas asociados con el sostenimiento del neocolonialismo. La comunidad de los BRICS no tiene ningún deseo de jugar a ese juego: su visión es la de cómo liderar el mundo en un período posneocolonial.

Regreso a Bandung

A este respecto, resulta útil reflexionar sobre la Conferencia de Bandung de 1955, en la que una reunión de 29 naciones asiáticas y africanas puso en marcha cambios geopolíticos que aceleraron el fin de la era colonial, un proceso que terminó tardando más de 20 años en concretarse.

La Conferencia de Bandung se basó en lo que se conoció como los “Cinco Principios de Coexistencia Pacífica”, un acuerdo entre la India y China en 1954 que pretendía servir de base para la solidaridad entre las naciones recién independizadas. Como la mayoría de los participantes acababan de salir del yugo del régimen colonial, los principios básicos de la Conferencia de Bandung (autodeterminación política, respeto mutuo por la soberanía, no agresión, no interferencia en los asuntos internos e igualdad) resonaron con fuerza.

Cooperación

Bandung sentó las bases de lo que se conocería como el Movimiento de Países No Alineados durante la Guerra Fría. El comunicado final de la conferencia promovió la cooperación económica y cultural, la protección de los derechos humanos y el fin de la discriminación racial. Al centrarse en el potencial de colaboración, los organizadores de la Conferencia de Bandung esperaban crear un mecanismo que redujera la dependencia de los participantes de Europa y Estados Unidos.

Sin embargo, la era de la Guerra Fría, caracterizada por los conflictos entre superpotencias, hizo que las políticas que sustentaban el colonialismo, incluida la dominación externa del desarrollo económico, político, militar y social de los Estados, nunca se erradicaran por completo. Más bien, fueron reemplazadas por un nuevo sistema de dominación neocolonial reflejado en acuerdos poscoloniales como Francia-África, la Commonwealth británica y el orden internacional basado en normas dominado por Estados Unidos. La visión de la Conferencia de Bandung se enturbió en las aguas turbulentas de la competencia de la Guerra Fría y, como resultado, muchas naciones en desarrollo, en lugar de afirmar su independencia, cayeron en la trampa de las relaciones neocoloniales con las mismas naciones de las que intentaban liberarse.

BRICS: un enfoque basado en principios

Así como la Conferencia de Bandung se formó a partir del acuerdo de los Cinco Principios entre India y China, la cumbre de los BRICS en Kazán se basó en la declaración conjunta emitida por Rusia y China el 4 de febrero de 2022 sobre “Las relaciones internacionales entran en una nueva era y el desarrollo sostenible global”. Este documento de 5.000 palabras sirvió como declaración de independencia de las restricciones neocoloniales impuestas por el orden dominado por los EE.UU. y como base para la expansión de los BRICS y la creación de nuevas estructuras y mecanismos de interacción global. Es esta última función la que define el progreso en Kazán.

El gobierno ruso llevó a cabo más de 200 eventos, muchos en forma de reuniones ministeriales, en el período previo a la cumbre. Estos ayudaron a institucionalizar los procesos de interacción multilateral impulsada por el consenso que sirven como principio rector detrás del concepto de los BRICS. La Conferencia de Bandung produjo una visión, pero careció de la estructura correspondiente para sostenerla. La cumbre de Kazán adoptó una visión similar, pero construyó la infraestructura institucional necesaria para permitir que se la nutriera y creciera en el futuro.

Si bien la Conferencia de Bandung cumplió su objetivo de marcar el fin de la era del colonialismo, sus deficiencias permitieron el surgimiento de mecanismos neocoloniales que continuaron encadenando la independencia y el potencial del Tercer Mundo, ahora conocido como el Sur Global. Sin embargo, el “espíritu de Bandung” sigue vivo y coleando en la forma de los BRICS. El éxito de la cumbre de Kazán se medirá por el grado en que este espíritu pueda convertirse en una realidad posneocolonial que marque el comienzo de una nueva era de multilateralismo. Desde esta perspectiva, la cumbre de Kazán merece un aprobado.

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El oro sigue firme, pese a breve traspié

El oro retrocede desde su máximo histórico, pero los analistas anticipan que la demanda de refugio seguro mantendrá su valor al alza a largo plazo

/ 2 de noviembre de 2024 / 22:09

El precio del oro, que recientemente alcanzó un máximo histórico, ha experimentado una caída tras un ajuste en la percepción de los riesgos geopolíticos. Factores como las elecciones presidenciales en Estados Unidos y el conflicto en Oriente Medio han influido en este descenso. A media semana, el precio del oro al contado bajó un 1,0%, situándose en $us 2.718,79 por onza el miércoles, después de haber alcanzado un máximo récord de $us 2.758,25.

Este retroceso no fue inesperado. Analistas de Bloomberg explican que el oro estuvo en un nivel de sobrecompra en las últimas tres sesiones. Esto se refleja en el índice de fuerza relativa del metal, que alcanzó niveles altos, lo que indicaba una posible corrección a corto plazo. Además, la presión sobre el oro aumentó por el fortalecimiento del dólar y el alza en los rendimientos de los bonos.

A pesar de esta caída, la demanda de refugio seguro sigue siendo clave en la evolución del precio del oro. La incertidumbre en torno a la contienda presidencial en Estados Unidos y las crecientes tensiones en Oriente Medio han llevado a los inversores a optar por activos más estables.

Demanda del oro

El conflicto en Oriente Medio, especialmente las tensiones entre Israel y las fuerzas de Hamás y Hezbolá, ha añadido incertidumbre que apoya la demanda de oro. Esto ha permitido al metal superar las presiones causadas por el dólar fuerte y los altos rendimientos de los bonos del Tesoro de Estados Unidos.

No obstante, la toma de ganancias y el análisis técnico sugieren posibles desafíos para el oro en las próximas semanas. Bruce Powers, analista de FXEmpire, indicó que «el oro alcanzó su objetivo de $us 2.754 antes de encontrar resistencia en $us 2.758, lo que desencadenó una reversión bajista». Esta señal técnica sugiere una posible corrección más profunda, con el precio aproximándose a niveles de soporte clave, como el promedio móvil de 20 días, situado en $us 2.667.

Perspectivas

Aunque el precio ha retrocedido, las perspectivas a largo plazo para el oro siguen siendo positivas. Suki Cooper, analista de Standard Chartered, prevé un alza en el horizonte y estima que el precio del oro promediará los $us 2.800 por onza en el cuarto trimestre de este año, y podría llegar a $us 2.900 en el primer trimestre del próximo año. Asimismo, Citi Research ha elevado su proyección a corto plazo, ajustando su pronóstico de tres meses de $us 2.700 a $us 2.800 por onza, y proyectando hasta $us 3.000 en los próximos seis a doce meses.

Mientras tanto, otros metales preciosos han mostrado movimientos variados. Los futuros de la plata cayeron un 0,5% a $us 34,88 la onza, mientras que el platino subió un 0,5%, alcanzando $us 1.046,10 la onza. Por otro lado, el cobre sufrió pérdidas, cayendo un 0,4% debido a las decepcionantes medidas de estímulo económico en China.

Aunque el oro ha retrocedido desde su máximo histórico, la perspectiva a largo plazo sigue siendo optimista, impulsada por la continua incertidumbre geopolítica y las expectativas de una política monetaria más moderada en Estados Unidos. «Es probable que veamos mayor volatilidad en los precios del oro en el corto plazo», concluyó Powers, «pero los fundamentos para un repunte a largo plazo permanecen intactos».

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