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EDL, frente al desafío de pasar a la producción industrial

Herwing Borja, uno de los principales expertos bolivianos en tecnologías e industrialización de litio brinda una mirada en detalle a la situación actual de la explotación e industrialización del del metal blanco en nuestro país. Explica los desafíos actuales al buscar pasar de la etapa de pilotaje a la de producción industrial con procesos de EDL. Valora el trabajo de YLB y habla de la posibilidad de firmar contratos con empresas extranjeras.

¿Cómo está la situación global del mercado del litio y cuáles son las fuerzas que impulsan su dinámica?

A nivel global, ya prácticamente hace una década atrás el cambio de matriz energética principalmente está jugando con mayor relevancia en el mundo, principalmente todo lo que se refiere al uso de energías alternativas limpias y también a esto que tiene que ver con el uso de vehículos eléctricos para la disminuir la emisión de dióxido de carbono. Esto se ha visto impulsado o ha tenido una mayor celeridad justamente a partir de la pandemia, porque, como sabemos, a nivel global hubo cierre de aeropuertos, de actividades de turismo y varias otras que tuvieron efecto en la disminución de gases de dióxido de carbono. Esto ha mostrado realmente que la parte de transporte contribuye mucho al calentamiento global. Podríamos decir que ello puso el acelerador en cuanto a poder llegar lo antes posible a un cambio de la matriz energética global. En ese sentido, prácticamente todas las empresas de automóviles están apuntando hacia los vehículos eléctricos.

Justamente estos vehículos eléctricos son los que requieren una fuente que les permita almacenar energía para que luego, cuando esté en movimiento, pueda proporcionarla con la mayor autonomía posible. Ahí es que el litio se vuelve un elemento de mucho interés

Una batería de litio contiene más de veinticinco elementos que están presentes, dependiendo de la tecnología. Entre estos elementos están obviamente los que tienen mayor preponderancia en el costo de la batería, entre ellos el litio, ya sea en sales o en óxidos. Está presente principalmente en el cátodo o polo positivo y en electrolito, que es el medio por el cual los iones de litio se mueven del cátodo al ánodo y viceversa durante la carga y descarga.

Antes de la pandemia se decía que el boom del litio iba a estar hacia 2025, ahora se está viendo que esto se está dando más antes y también en mayores cantidades de demanda. Todavía estamos hoy en condiciones de entrar a la carrera del litio.  

¿Cuál es la situación de las tecnologías que involucran al litio?

En el mundo el tema de está bastante avanzado, puesto que hay diferentes tecnologías que se están implementando, que han sido probadas y se están utilizando en escala industrial. Recordemos algo, que tenemos que tener presente, cuando nosotros aplicamos una tecnología, ésta puede estar en diferentes etapas: puede estar siendo probada a escala laboratorio, piloto o industrial. Son diferentes escalas en las que se puede encontrar la tecnología.

Las tecnologías que se están empleando en el mundo, sobre todo en el tema de salares, son una mezcla, entre lo que es la explotación por piscinas y la Extracción Directa de Litio (EDL). EDL, puramente, no se encuentra a escala industrial en ningún salar del orbe. A escala laboratorio sí hay muchas patentes e investigaciones que funcionan, pero cuando hablamos de una escala industrial, esto quiere decir que ya pasaron por una fase piloto. Además, las condiciones en las que se realiza el proceso son muy diferentes, sobre todo en el aspecto de ser un proceso continuo, donde se manejan miles de toneladas. En escala laboratorio se manejan unos gramos o, a lo mucho, kilogramos, en condiciones controladas. En escala piloto hablamos de unas cuantas toneladas.

¿Cómo ve la situación regional y a Bolivia en ese contexto?

A nivel regional, nosotros conformamos el triángulo del litio, junto con Chile y Argentina. Ahí nos llevan ventaja. Son treinta años que ellos llevan explotando el litio. Es no se puede negar. Lo que sí es interesante en el caso boliviano es que se está intentando ir más allá y se habla de una cadena de industrialización, lo que equivale a un conjunto de industrias que cubren varios eslabones o etapas del proceso de industrialización. En lo que nos aventajan Chile y Argentina es en la primera etapa, la de extracción y explotación.

Un segundo paso sería producir materiales activos, lo que vienen a ser los materiales catódicos. Una tercera fase ya sería llegar a ensamblar baterías de litio propiamente dichas. En el caso boliviano se ha avanzado en obtener, en escala laboratorio y piloto, los materiales activos o un determinado tipo de cátodo para la batería. No estamos hablando aun de una escala industrial o comercial.

En cuanto a la obtención de la sal primaria, hay varias piscinas o líneas de piscinas construidas y estarían listas prácticamente para poder empezar a-empalmarse dentro de lo que es el proceso de la planta industrial. Todavía faltan algunos aspectos que se debe concluir, pero se apunta a conseguir una producción de 15.000 toneladas anuales con este proceso.

Sabemos que la tecnología se viene desarrollando día a día. Entonces, deberíamos apretar un poco el acelerador. Para ingresar a la fase industrial se tienen ciertos requerimientos adicionales. Por ejemplo, la planta de tratamiento de aguas y la provisión de insumos, etcétera.

¿Cómo le parece que está yendo el proceso para contar con EDL en Bolivia?

En cuanto a la EDL, definitivamente es una apuesta muy interesante, muy importante, puesto que los rendimientos de estos procesos son mucho mayores que los rendimientos de aquellos de evaporación por piscinas. Sin embargo, volvemos a la consideración de que en el mundo el proceso EDL sólo como tal, no se usa. Su utilización se da como complemento al proceso de las piscinas, porque éste tiene los mejores indicadores de costos operativos en cuanto a lo que se refiere la extracción.

Creo que debemos estar muy conscientes, independientemente del tipo de tecnología que se vaya implementar, que esto no va a darse de la noche a la mañana, de manera directa, puesto que estás en el mundo están probadas solamente en una escala piloto y sabemos que, cuando hablamos de escalar, siempre se presentan dificultades y se tienen que llevar adelante ajustes de proceso.

¿Cuáles son los aspectos técnicos más destacados de la EDL?

En la salmuera se tiene presencia de diferentes elementos, de componentes que están presentes, tenemos litio, potasio, calcio, sulfatos, magnesio, etcétera. En cada litro de salmuera existe una cierta cantidad de litio que está presente en forma de iones. Con la EDL, dependiendo de la tecnología que se esté aplicando, se logró recuperar entre el 80% y el 90% del total.

Cuando YLB menciona que se tienen resultados en esos porcentajes, se refiere a lo que cada uno de los diferentes procesos ha alcanzado. Si bien en este momento YLB ha evaluado los rendimientos de cada proceso, ahora toca justamente evaluar los aspectos de sostenibilidad y aquellos que serán propios del escalamiento.

En la medida en que se está probando una tecnología para implementar en Bolivia y poder tener una producción industrial, que es algo que no hemos hecho antes, los pasos que se están siguiendo son justamente los correctos. Es decir, evaluar primero la tecnología, los rendimientos, si el proceso es bueno, cuánto recupera y todo aquello. Luego de eso viene el tema del escalamiento. Esto es pasar de una escala piloto, en la que se manejaba un par de toneladas, a una industrial en que se procesan miles de toneladas. Ahí tienen que entrar en juego otro tipo de valoraciones, que tienen que ver con los costos de producción. Posteriormente, se debe analizar los factores de sostenibilidad.

Si bien el rendimiento puede ser muy alto en algunos casos, también hay que ver qué tipos de insumos requiere. Si precisa un mayor consumo de energía o si es necesario el empleo de ciertas membranas, dónde se pueden comprar éstas, a qué precio y cada cuánto tiempo se deben reemplazar, etcétera.

Esto último es la parte del camino más morosa, porque ya se empieza a ver los aspectos técnicos desde adentro. Es decir, a evaluar cuestiones estructurales que nos van a permitir verificar la sostenibilidad del proceso. De nada sirve que se recupere, por decir, el noventa por ciento con una tecnología, si esta va a ser demasiado cara o si la línea de producción no va a poder ser abastecida con todos los insumos que sean necesarios. Puede que haya otro proceso que obtiene el 80%, pero es mucho más económico y requiere una logística de insumos más simple. Entonces, conviene la última. Hay que hacer varios análisis y comparaciones. En resumen, hay que buscar la tecnología que garantice mayores ingresos para el país, identificando la que cueste menos y haga ganar más. Al final, todo se resume en números.

¿Cómo considera el trabajo que viene realizando YLB en relación a la EDL?

En lo que se observa, YLB está realizando un trabajo serio, porque no es cuestión de agarrar esta tecnología y decir que funcionó e implementamos y compramos la misma. Eso nos va a llevar a ser solamente maquiladores y esa no es la idea. Debemos buscar tener soberanía sobre nuestro proceso. En ese sentido, se debe evaluar de manera seria y muy detallada estas tecnologías. Obviamente toma su tiempo, pero es necesario para poder estar seguros de aquello con lo que queremos contar.

¿Cómo ve los aspectos jurídicos en relación a la posibilidad de firmar contratos?

Sí, finalmente se debe ver el tema legal, de las normativas. Sabemos que dentro de los aspectos jurídicos de nuestro país está un poco cerrada la cuestión, porque hasta donde la ley permite, ésta dice que se aceptará socios sólo para productos de valor agregado, no para la obtención de la sal primaria, que la debería extraer solamente YLB. Entonces, ¿se va a comprar la tecnología, se van a contratar a las empresas como prestadoras de servicios o van a ser socias? Estos son temas que de seguro debe estar tratando YLB o lo tendrá que hacer muy pronto.