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Historia de la Santa Cruz contemporánea

HISTORIA

El historiador Victorino Rivero Egüez da cuenta de que, allá por 1850, Santa Cruz de la Sierra contaba con alrededor de 10.000 habitantes y que “su aspecto era triste. Todos los caminos son malos. Además de los que unen la capital con los pueblos del Cercado, que todos son transitables con carretas, existen tres que conducen a las provincias y éstos son los peores y únicamente de herradura.

Esta situación de postergación y de ser considerada una región remota se mantuvo hasta la llegada del auge de la goma. A finales del siglo XIX y principios del siglo XX, la actividad siringuera en el norte amazónico boliviano permitió que muchas casas comerciales se instalen en Santa Cruz de la Sierra. Ese es el primer momento de acumulación de capital en la historia del oriente del país. Sin embargo, esto llegó a durar apenas un par de décadas. Luego, la situación continuó siendo básicamente la misma.

La Guerra del Chaco, que se libra en territorio cruceño, va a ser un momento de inflexión en la historia nacional. Una fue el país que llegó a la contienda y otro el que salió de la misma. En ese crisol de muerte, inclemencias y tierra por doquier nació la convicción de que el país no estaba en condiciones de afrontar el desafío máximo de la guerra, sin grandes transformaciones sociales, económicas y políticas.

La generación del Chaco, comenzando por Germán Busch, va a comenzar un largo, difícil y traumático proceso de modernización, que dura hasta nuestros días. La Revolución Nacional de 1952, parida entre boleros de caballería y la búsqueda de conformación de la nación boliviana, va a encontrar su resultado económico más importante y perdurable en la denominada “marcha al oriente”. Una vez inaugurada la carretera entre Santa Cruz y Cochabamba en el año 1954 comenzó una dinámica económica y social muy acelerada. El departamento tenía una población de 244.658 personas según el Censo de 1950. Actualmente bordea los 3 millones y medio. La ciudad capital del departamento contaba con 40.000 habitantes. Al presente, siete décadas después, el área metropolitana supera los 2 millones. El sociólogo francés Jean Pierre Lavaud apunta que el PIB cruceño “se cuadriplica desde 1952 hasta 1964, subiendo desde $us 10 millones anuales a $us 40 millones (2,6 % de PIB a 9,1 %)”. Hoy Santa Cruz aporta con un 34% al PIB nacional y concentra al 28% de la población boliviana.

En las últimas siete décadas los cambios fueron vertiginosos. Toda posibilidad de entendimiento del presente se desvanecía ante la velocidad tempestuosa de la realidad.

En la década de 1960 se construyó en Santa Cruz la base de la actividad agropecuaria de gran escala en el departamento, paralelamente al desarrollo de la explotación hidrocarburífera. En la década de 1970 se va a consolidar lo anterior y va a comenzar a conformarse la base agroindustrial. También entonces, con el gobierno de Hugo Banzer, la clase dirigente cruceña va a irrumpir en el campo político nacional. Cinco cruceños le acompañaron en su gabinete ministerial. Algo inédito hasta entonces.

En los decenios de 1980 y 1990 se van a completar los circuitos financiero, logístico, comercial y mediático.

En el nuevo milenio, la emergencia del MAS generó una fuerte reacción adversa en la clase dirigente cruceña, sobre todo en aquella más conservadora. La política cruceña y nacional hoy continúa viviendo, y padeciendo, las consecuencias de este encontronazo entre una sociedad local muy arraigada en sus tradiciones y sentidos de orden social, que ven todo aquello trastocado por la llegada de la migración. En 2001 el departamento tenía 2.029.471 habitantes. Las proyecciones a 2022 señalan la cifra de 3.425.399.