El sector privado, las regiones y los emprendedores desde la mirada del Ministerio de Economía
Marcelo Montenegro: ‘Con el modelo económico actual, el sector privado ha crecido a un ritmo relevante’
La estabilidad del país favorece al crecimiento de las empresas.
Imagen: MINISTERIO DE ECONOMÍA
ENTREVISTA
El equipo del Ministerio de Economía y Finanzas, que encabeza el ministro Marcelo Montenegro, respondió las consultas de La Razón sobre la economía del país en general, con un énfasis particular sobre las condiciones para el sector privado y las regiones que se están gestionando desde las políticas públicas e iniciativas del Gobierno nacional.
—¿Cómo podría caracterizarse históricamente la relación entre el Estado boliviano, el sector privado y las regiones, hasta finales del siglo XX?
—Hasta finales del siglo XX la relación entre el Estado y el sector privado fue diversa y delimitada por el régimen político dominante. Más de la mitad de dicho periodo, la economía boliviana era impulsada principalmente por la minería, que en algunos lapsos estuvo bajo la propiedad de privados y en otros en control estatal, y el resto del sector privado se encontraba en la agricultura y otras actividades con baja generación de valor agregado. Posteriormente, se realizaron algunos esfuerzos para diversificar la economía y establecer condiciones favorables para el sector privado. Sin embargo, éstos no fueron suficientes para mejorar significativamente la productividad en los emprendimientos de empresas bolivianas, dado que la infraestructura caminera y ferroviaria fue deficiente, el acceso al crédito era focalizado a pocos que ya contaban con un capital importante, la inestabilidad económica y política era un desincentivo para los negocios, se carecía de programas para fortalecer rubros específicos, entre otros. Si bien en la década de los 90 se implementaron medidas de privatización de empresas estratégicas, éstas no necesariamente beneficiaron al sector privado boliviano porque la privatización fue prioritariamente a favor de capitales extranjeros. Por otra parte, tal vez el único ejemplo de una política para potenciar a una región de Bolivia en el largo plazo es el “Plan Bohan”, que se ejecutó a mediados del siglo XX. Este plan estableció lineamientos para un desarrollo económico con base en las potencialidades de recursos naturales del país, en el que se identificó a Santa Cruz como región a priorizar por su potencial agropecuario. De esta manera, el desarrollo de esta región fue catapultado con la construcción de la carretera asfaltada Cochabamba – Santa Cruz, la construcción de ingenios azucareros, se creó el Banco Agrícola para focalizar el crédito a un potencial sector agroindustrial, entre otras medidas.
—¿Cómo viene dándose la relación entre las condiciones que genera el Estado boliviano y los resultados que obtienen los actores privados en las últimas décadas?
—Desde la implementación del Modelo Económico Social Comunitario Productivo (MESCP), no solo el sector público ha mostrado un desempeño importante, sino también el sector privado ha crecido a un ritmo relevante. En este marco, el Gobierno nacional ha generado condiciones favorables para el desempeño del sector privado, como la estabilidad económica que brinda certidumbre, el apoyo a través del subsidio a los combustibles, incentivos tributarios para la importación y comercialización de bienes de capital, créditos productivos, la constitución de fideicomisos para la expansión del crédito, programas de riego y mecanización del agro, así como la complementariedad de la inversión pública mediante la construcción de carreteras, aeropuertos, entre otros. La situación del sector privado ha sido buena durante la aplicación del MESCP y ésta se evidencia en las utilidades del sistema financiero, las ventas, exportaciones e inversiones del sector privado, que en este periodo alcanzaron niveles superiores a lo observado en la época neoliberal.
—¿Qué tan importante ha sido el apoyo del Estado para el desarrollo de los departamentos?
—El apoyo del Estado para el desarrollo de los departamentos desde la entrada en vigencia del MESCP fue importante, no solo para los departamentos del oriente, sino para todos los departamentos, porque desde el Estado se ha llevado adelante un conjunto de medidas para potenciar el desarrollo. Por ejemplo, se facilitaron créditos en condiciones favorables para productores y familias que deseen tener su vivienda propia, se destinaron importantes recursos a inversión pública para proveerles de infraestructura carretera, productiva y social, fundamentales para el desarrollo, se ha dinamizado la demanda interna a través de mejoras en los ingresos con políticas redistributivas y salariales, se ha priorizado la estabilidad de precios para dar certidumbre y cuidar el poder adquisitivo de los hogares, entre otros. De esta manera, se ha provisto de un entorno favorable para la iniciativa privada y de mejores condiciones para las familias. Es así que, el tamaño de la economía de los departamentos del país se expandió con tasas de crecimiento del Producto Interno Bruto durante la vigencia del MESCP por encima del registrado en el periodo neoliberal, acompañado de mejoras sociales expresada en la reducción de la pobreza y desigualdad.
—¿Cuál es el aporte más importante del Estado para el favorecimiento de la actividad privada?
—Uno de los elementos más importantes es la inversión pública. Varios estudios han demostrado un efecto crowding-in entre la inversión pública e inversión privada. Es decir, que los incrementos sostenidos e importantes de la inversión pública tienen efectos positivos en el comportamiento de la inversión privada. Esto se explica porque la inversión pública ha sentado las condiciones en materia de infraestructura para fomentar la iniciativa privada. Las inversiones en infraestructura contribuyen a mejorar la cobertura y calidad de los servicios públicos, reduce los costos para la movilidad de mercancías y pasajeros, y mejora el acceso a los mercados de bienes y servicios. Además, mayores niveles de inversión pública junto a las políticas sociales impulsaron la demanda interna favorable para nuevos emprendimientos. Solo en el periodo 2006- 2019 se han creado más de 260.000 empresas, y luego del restablecimiento de MESCP, este número continuó mejorando.
—¿Qué ventajas tienen hoy en día los productores bolivianos con relación a los de los países vecinos?
—En 2022, el contexto económico internacional se caracterizó, principalmente, por una elevada inflación. Para afrontar este fenómeno, las autoridades económicas de muchos países optaron por implementar medidas de política económica contractiva a través del incremento de tasas de interés, que repercutió y repercutirá negativamente en el crecimiento económico de sus países. Contrariamente, en Bolivia, el Gobierno nacional implementó medidas de apoyo a la producción agropecuaria y al sector productivo para mitigar las presiones inflacionarias, registrando en 2022 la inflación más baja de América del Sur y una de las más bajas del mundo. Entre las medidas se encuentra la subvención a los combustibles y a algunos insumos para la producción de alimentos (mediante EMAPA), a fin de garantizar la estabilidad en los costos de producción y generar un escenario de certidumbre en este ámbito. También están los créditos SIBolivia que otorgan financiamiento a una tasa de interés de 0,5%, los incentivos tributarios para incrementar la capacidad productiva nacional con IVA cero para la importación y comercialización de bienes de capital y maquinaria pesada para el sector agropecuario, gravamen arancelario cero para la importación de maquinaria eléctrica, asistencia técnica, capacitación y transferencia tecnológica a emprendimientos productivos que contribuyan la seguridad alimentaria del país a través de Pro-Bolivia, entre otros. Adicionalmente, destacar la estabilidad económica y social alcanzada durante la implementación del MESCP, que generó certidumbre a los emprendimientos nacionales.
—¿Cuáles son los principales factores de riesgo que usted avizora para la actividad privada en Bolivia en el presente año?
—Un factor de riesgo está vinculado con el plano internacional, dado que determinadas actividades privado-exportadoras de Bolivia podrían verse afectadas por la desaceleración de Estados Unidos, China y la Unión Europea, que se traduciría en una menor demanda de commodities con presiones a la baja de sus precios. Asimismo, otro factor de riesgo para la actividad económica privada es una posible persistencia de conflictos sociales como los que se suscitan en Santa Cruz, debido a que éstos deterioran la productividad. No obstante, estos riesgos serán mitigados a partir de la aplicación de medidas de política económica que apoyarán el desenvolvimiento adecuado y dinámico de la demanda interna y que como gobierno se están internalizando estos posibles riesgos para tomar las medidas necesarias que aminoren los efectos adversos.
—¿Qué políticas de apoyo están actualmente en marcha orientadas hacia los emprendedores jóvenes del país?
—En apoyo a los emprendedores bolivianos se ha establecido el Fondo Capital Semilla (Focase) administrado por el Banco de Desarrollo Productivo, y destinado para aquellos jóvenes profesionales que requieran financiamiento para la primera inversión en equipos y otros que permitan materializar una iniciativa productiva o el establecimiento de instalaciones propias para la prestación de servicios. Asimismo, se tiene el crédito Soy Joven BDP, destinado también para jóvenes bolivianos entre 18 y 35 años que desean poner en marcha su iniciativa productiva y/o desean crecer, ampliar o mejorar su negocio. Entre otras medidas que se implementaron, resalta el Programa Nacional de Emergencia para la Generación de Empleo Bol-34, que tiene como fin la generación de empleo mediante la implementación de proyectos de infraestructura urbana y/o rural de pequeña escala, a través de los gobiernos Municipales, Gobiernos Autónomos Originario Campesino, Juntas vecinales y otras organizaciones sociales debidamente constituidas y reconocidas en el ordenamiento jurídico. Asimismo, políticas que si bien no están focalizadas en la población joven, entre sus destinatarios tienen una alta proporción de población joven como ser los créditos SIBolivia que, como ya se mencionó, tienen una tasa de interés histórica del 0,5% y están destinados a impulsar las actividades productivas con sustitución de importaciones; el Reintegro en Efectivo del Impuesto al Valor Agregado (Re-IVA) a través del cual se hace la devolución del 5% del valor de compras presentado en facturas a la población con ingresos mensuales menores o iguales a Bs 9.000.
—Uno de los pilares de la estabilidad económica en Bolivia es la apuesta por el fortalecimiento del mercado interno. Muchos productores rechazan los cupos de exportación. ¿Por qué se implementaron éstos y cómo aportan a la economía del país en su conjunto?
—Con el fin de alcanzar la seguridad alimentaria con soberanía y garantizar el abastecimiento interno a precio justo, el Estado dispone medidas que regulen el abastecimiento de productos estratégicos en el mercado interno, uno de ellos es la subvención de alimentos que se constituyen en insumos para el sector productivo, y la creación de los Certificados de Abastecimiento Interno a Precio Justo, cuya emisión se estableció en el Decreto Supremo N°1283 de 4 de julio de 2012. Estas medidas no solo permiten garantizar el abastecimiento del mercado interno, sino también coadyuvan a mantener la estabilidad de precios de los principales productos de la canasta familiar. En el caso específico de las exportaciones es necesario aclarar que la medida se aplica únicamente a productos estratégicos como la soya, maíz, sorgo y azúcar, entre los principales. Esto debido a que se constituyen en insumos utilizados en las cadenas productivas como la crianza de ganado vacuno, porcino y avícola, o se haya registrado escasez de los mismos, como en el caso del azúcar, que en 2010 ante la priorización de las exportaciones por parte de los propietarios de los ingenios azucareros para beneficiarse de los altos precios que alcanzó este producto a nivel internacional, se descuidó el abastecimiento de las familias bolivianas, llegando éstas a pagar cerca de Bs 10 por kilo, un incremento de más del 100%. En este sentido, el Estado tomará las medidas necesarias para garantizar la oferta oportuna y adecuada de alimentos estratégicos que permitan satisfacer las necesidades de alimentación del pueblo boliviano, garantizando la producción y abastecimiento del mercado interno a precio justo.
Marcelo Montenegro
Ministro de Economía y Finanzas Públicas del Estado Plurinacional de Bolivia
- Es licenciado en Economía de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), tiene también el título de Máster en Economía de la Universidad del Centro de Estudios Macroeconómicos (UCEMA), de Argentina.
- Se desempeñó como analista en jefe de la Red de Análisis Fiscal y director de Estudios Tributarios, en el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas. Fue presidente del Directorio de Banco de Desarrollo Productivo (BDP).
- Ha sido docente de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), Escuela Militar de Ingeniería (EMI) y Universidad Privada Boliviana (UPB).
- También fue director del Instituto de Investigaciones Económicas de la UMSA.
- Actualmente, es también profesor titular de la Carrera de Economía de la UMSA.