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Enfrentando la inflación en los mercados emergentes

Gita Gopinath, primera subdirectora gerente del FMI..

Gita Gopinath, primera subdirectora gerente del FMI..

Las presiones inflacionarias sobre la economía global forzaron a los principales bancos centrales del mundo a subir sus tasas de interés referenciales. Esto está impactando con fuerza sobre las economías más pequeñas de los países en desarrollo. Gita Gopinath, primera subdirectora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), habló del tema el miércoles en la Conferencia Anual del Banco Central de Brasil. 

Gopinath centró su exposición en cuatro aspectos centrales. En primer lugar, el desempeño de los mercados emergentes (ME) frente al rápido endurecimiento monetario de las economías avanzadas (EA). En segundo lugar, cuál es la estrategia adecuada para enfrentar la inflación subyacente, que se mantiene por encima de las metas de los bancos centrales. En tercer lugar, cómo deberían responder los bancos centrales de los mercados emergentes a las tensiones financieras generadas. Finalmente, cómo puede ayudar la política fiscal a la lucha contra la inflación.

Desempeño

Sobre el desempeño de los ME en el contexto actual, Gopintah destacó el comportamiento resiliente que vienen demostrando. “El fuerte endurecimiento de la política monetaria en las economías avanzadas, especialmente en EEUU, a menudo ha provocado tensiones financieras o incluso crisis en los ME. Debido a los mayores riesgos crediticios y cambiarios en los mercados emergentes, los inversionistas globales por lo general se retiraron rápidamente cuando las tasas de interés de los mercados emergentes aumentaron”, explicó.

La ejecutiva recordó que en la década de 1980 y nuevamente a mediados de la década de 1990, los inversionistas tenían varias preocupaciones acerca de los mercados emergentes. Altos niveles de deuda, a menudo de corta duración y denominada en moneda extranjera, reservas internacionales bajas y marcos políticos débiles, principalmente. El ciclo actual encuentra a los países en desarrollo en una situación diferente.

“Sorprendentemente, las economías emergentes hasta ahora han demostrado ser resistentes tanto al endurecimiento de sus propias políticas como al endurecimiento de las principales economías, donde las tasas aumentaron al ritmo más acelerado en varias décadas. El crecimiento de los mercados emergentes se mantuvo fuerte durante el año pasado y se espera que se mantenga razonablemente bien este año, mientras que las salidas de capital han sido limitadas. Las salidas de América Latina, por ejemplo, han sido mucho menores que durante el fenómeno financiero del Taper Tantrum de 2013”, explicó.

Gopinath manifestó que “un factor crítico son las reformas que los ME han implementado durante las últimas dos décadas. Estas reformas han ayudado a reducir los riesgos crediticios y cambiarios. Los bancos centrales de los países en desarrollo mejoraron sus marcos de política monetaria y se han beneficiado de una mayor independencia. Se movieron hacia una mayor flexibilidad del tipo de cambio y han pasado de usar el tipo de cambio como ancla nominal a metas de inflación. Una mayor transparencia de las políticas ha permitido a los inversores determinar mejor los riesgos y ser menos propensos a huir durante los períodos de ajuste financiero global”.

Inflación

Gopinath sostiene que “en cuanto a las perspectivas de inflación de los mercados emergentes, los mercados financieros parecen alentados por la resiliencia observada y por las continuas caídas de la inflación general. Si bien existe una divergencia considerable entre los mercados emergentes en sus tasas de inflación, los mercados esperan que la inflación disminuya suficientemente rápido, sin afectar mucho el crecimiento económico”.

No obstante, aseveró que “la inflación en muchos ME, como en las economías avanzadas, ha sido inesperadamente alta y persistente. De hecho,  la inflación  sigue sorprendiendo al alza. Mientras que la inflación de los bienes ha disminuido drásticamente o incluso se ha vuelto negativa, la inflación de los servicios ha sido fuerte. Además, el endurecimiento de las políticas no ha enfriado los mercados laborales de manera significativa, y el crecimiento de los salarios sigue siendo sólido en muchos mercados emergentes”.

Si bien las principales economías emergentes han logrado superar tanto su propio endurecimiento de las políticas como los problemas financieros en las economías emergentes, aún podrían verse afectadas por la tensión financiera.

Moneda

La gerente del FMI apuntó que las nuevas tensiones pueden afectar a los mercados emergentes de manera diferente a la observada en EEUU, donde las grandes pérdidas no realizadas debido al desajuste de la duración han desconcertado a los inversores y precipitado corridas bancarias. Los mercados emergentes pueden estar  más  expuestos  al  riesgo crediticio y de tipo de cambio que surge de la desaceleración de la actividad interna o las salidas de capital. El aumento de las vulnerabilidades  soberanas  en este entorno puede desencadenar tensiones en el sistema bancario y debilitar la macroeconomía. Las presiones también aumentan por el endeudamiento  en  moneda extranjera,  especialmente en  horizontes cortos.

Advirtió que “sin embargo, al igual que los bancos centrales de las economías avanzadas, deben tener cuidado con la forma en que utilizan estas herramientas. Expandir sus balances mientras luchan contra la inflación podría generar confusión sobre la postura de la política monetaria, aumentar la exposición al riesgo crediticio o de vencimiento y generar preocu-pacion­es políticas sobre ‘elegir ganadores y perdedores’. En consecuencia, es importante poner un listón alto en tales intervenciones, asegurándose de que sean temporales y específicas”.

Política

Gopinath indicó que “algunos de los efectos secundarios de combatir la inflación con la política monetaria, incluidas las tensiones financieras antes mencionadas, pueden reducirse permitiendo que la política fiscal desempeñe un papel más importante. Los gobiernos pueden, y deben, priorizar las necesidades de los más vulnerables mientras reducen el apoyo fiscal de base amplia que no está justificado en un entorno de alta inflación”.

Concluyó remarcando la necesidad de combinar adecuadamente el ajuste monetario, necesario para enfriar la economía, con una política de consolidación fiscal, orientada a reducir el déficit y la acumulación de deuda.