G7: la cumbre en Hiroshima, en la cita se llegaron a tres acuerdos climáticos
Los ministros del G7 destacaron que están “comprometidos a acabar con la contaminación por plástico, con la ambición de reducir a cero la contaminación por plástico adicional para 2040”.

Los jefes de Estado del Grupo de los Siete (G7) sostuvieron una reunión cumbre en Hiroshima, Japón, del 19 al 21 de mayo. La cita tuvo implicaciones potencialmente de gran alcance para descarbonizar las economías globales, proteger la naturaleza, la biodiversidad y mejorar la circularidad. Los tres puntos clave se centraron en la eliminación gradual de los combustibles fósiles, el impulso de la producción de energía renovable y la disminución de la contaminación plástica.
La cumbre del G7 fue la primera de una serie de importantes hitos en el calendario diplomático de 2023. Reunió a los jefes de Estado de EEUU, Reino Unido, Canadá, Alemania, Francia, Italia, Japón y la Unión Europea. Esta cita precede y en gran medida establece el tono para la reunión posterior del Grupo de los 20 (G20). Su impronta afecta también otros compromisos diplomáticos clave centrados en el clima, como la COP28. Así, la reunión representa un elemento central en los esfuerzos para abordar la crisis climática y establecer líneas de acción.
La mayoría (70%) de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) provienen del manejo y uso de materiales. La eliminación de los desechos y la contaminación será una prioridad clave tanto para los gobiernos como para las empresas, la circulación de productos y materiales, y la regeneración de la naturaleza para reducir las emisiones y cumplir los objetivos establecidos en el Acuerdo de París.
Fósiles. La primera decisión importante fue dar mayores certidumbres sobre dejar atrás los combustibles fósiles. En un comunicado, el G7 subrayó su “compromiso, en el contexto de un esfuerzo global, para acelerar la eliminación gradual de los combustibles fósiles para lograr el cero neto en los sistemas energéticos para 2050 a más tardar”.
Este es el lenguaje más decidido expresado por estos líderes hasta ahora. La COP27 fue ampliamente criticada por su falta de ambición en la eliminación de los combustibles fósiles. Los negociadores solo pudieron acordar “acelerar los esfuerzos hacia la reducción gradual de la energía del carbón y la eliminación gradual de los subsidios ineficientes a los combustibles fósiles”.
Sin embargo, hay algunas críticas de que el G7 no fue lo suficientemente lejos en la eliminación de los combustibles fósiles. El comunicado hace referencia al impacto global de la guerra en Ucrania en el suministro de energía y el papel continuo que ven para el gas natural licuado (GNL), ya que el G7 tiene como objetivo reducir la dependencia del suministro de gas ruso. Contrariamente a las esperanzas y expectativas de los grupos de defensa del clima, los líderes del G7 señalaron que las inversiones en GNL “pueden ser apropiadas en respuesta a la crisis actual y para abordar las posibles deficiencias del mercado de gas provocadas por la crisis”. Los líderes tampoco se comprometieron con un sector eléctrico “totalmente” descarbonizado para 2035.
Renovables. La segunda decisión fue adoptar un mayor compromiso con las fuentes limpias. “También necesitamos acelerar significativamente el despliegue de energías renovables y el desarrollo y despliegue de tecnologías de próxima generación. El G7 contribuye a expandir la energía renovable a nivel mundial y reducir los costos mediante el fortalecimiento de la capacidad, incluso a través de un aumento colectivo en la capacidad eólica marina de 150 GW para 2030, en función de los objetivos existentes de cada país y un aumento colectivo de la energía solar fotovoltaica a más de 1 TW para 2030”, indica el pronunciamiento del G7.

Este compromiso representa un gran paso adelante y pondrá al G7 en línea con el análisis realizado por la Agencia Internacional de Energía Renovable (IRENA, por su sigla en inglés). Esta instancia señaló que las tasas de despliegue de energía renovable existentes a nivel mundial son insuficientes para mantener 1,5 °C al alcance. Los líderes del G7 hicieron referencia a este análisis y subrayaron su compromiso de acelerar la producción de energía renovable en línea con el camino de IRENA para limitar el calentamiento a ese nivel.
Este mayor compromiso con la energía renovable también se extiende más allá de la energía solar y eólica. Los ministros de clima, energía y medio ambiente del G7, que se reunieron un mes antes, acordaron acelerar el despliegue de “energía hidroeléctrica, geotérmica, biomasa sostenible, biometano y mareomotriz utilizando tecnologías modernas”.
Plásticos. La tercera decisión fue apuntar a finalizar la contaminación plástica. Más allá de los peligros potenciales que representan para el medio ambiente marino y terrestre, así como para los humanos, los plásticos también contribuyen sustancialmente a las emisiones globales de GEI. En 2019, los plásticos generaron 1.800 millones de toneladas de emisiones de GEI, el 3,4% de las emisiones globales, y el 90% de estas emisiones provinieron de su producción y conversión a partir de combustibles fósiles. Las estimaciones más recientes indican que las emisiones de GEI de los plásticos podrían alcanzar alrededor del 13% de todo el estimado de carbono restante hacia 2050.
Alemania, Francia, Canadá, Gran Bretaña y la Unión Europea ya forman parte de una coalición multinacional que hizo el mismo compromiso el año pasado, pero esta es la primera vez que los miembros restantes del Grupo de los Siete (Japón, Estados Unidos e Italia) lo asumieron.
Los ministros del G7 destacaron que están “comprometidos a acabar con la contaminación por plástico, con la ambición de reducir a cero la contaminación por plástico adicional para 2040”. Esto no se produjo sin la preocupación de algunas organizaciones, destacando la referencia específica a solo “reducir la contaminación por plástico adicional”.
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