Energías & Negocios

Friday 22 Sep 2023 | Actualizado a 06:57 AM

Transporte y transición energética en países emergentes

El sector del transporte por carretera representó el 50% de la demanda de petróleo en 2021

Por Pablo Deheza

/ 1 de septiembre de 2023 / 09:41

En orden de avanzar hacia el cero de emisiones netas de carbono en 2025, se necesita que los sistemas de transporte terrestre en los países emergentes en desarrollo dejen atrás los combustibles fósiles. Los gobiernos jugarán un rol fundamental en la implementación de planes concretos para la descarbonización del sector.

El sector del transporte por carretera es la piedra angular de un desarrollo económico sólido. Un informe reciente de la Agencia Internacional de Energía (AIE) señala que el sector representa alrededor del 20% del consumo mundial de energía final y alrededor del 50% de la demanda de petróleo en 2021, con una demanda creciente. Factores como la actividad del transporte, los cambios entre modos de transporte, la eficiencia energética y el contenido de carbono de los combustibles determinan la demanda de energía y las emisiones de CO2 y la contaminación que genere la movilidad terrestre.

El informe de la AIE se centra en la situación de Brasil, República Popular China, India, Indonesia, México y Sudáfrica. Estos países representaron alrededor del 14% de la demanda mundial de energía para el transporte por carretera en 2000. En 2021, esta proporción subió al 27%. Su parque total de vehículos ascendía a unos 185 millones en 2000 y a finales de 2021 era de unos 1.000 millones, lo que supone un aumento de cinco veces. Esto se compara con un aumento de alrededor del 40% en el resto del mundo durante el mismo período. Con todo, a partir de los aprendizajes en estos países es posible encontrar elementos orientadores para el conjunto de las economías emergentes del orbe.

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Transporte en países emergentes

Foto: PUERTOSYMAS

Se proyecta que el consumo total de combustible para el transporte por carretera en los países señalados aumentará a 725 millones de toneladas de equivalente de petróleo (Mtep) para 2050. La AIE prevé que el uso de combustibles fósiles alcanzará su punto máximo alrededor de 2030 y disminuirá posteriormente.

Se espera que las mejoras en la economía de combustible, junto con un mayor uso de electricidad y, en mucha menor medida, de hidrógeno, harán que el consumo de combustible disminuya a 500 Mtep para 2050, a pesar del aumento del número de flotas de vehículos. La electricidad deberá representar entonces más del 40% del consumo de energía del transporte a medida que se expande la flota de vehículos eléctricos, lo que destaca la importancia de descarbonizar la generación y modernizar las redes eléctricas.

Las emisiones globales de CO2 en el sector del transporte por carretera aumentaron casi un 40% entre 2000 y 2021, hasta casi 6 gigatoneladas (Gt) de CO2. Las mayores emisiones de vehículos ligeros y camiones en las economías emergentes seleccionadas representaron alrededor del 60% de este aumento, siendo India y China quienes aportaron la mayor parte. En estos países, las emisiones directas de CO2 del sector del transporte por carretera alcanzaron más de 1,5 Gt de CO2 en 2021 y seguirán aumentando hasta mediados de 2030 hasta un máximo de alrededor de 1,8 Gt CO2, disminuyendo posteriormente. El cálculo de la AIE es que en India y Brasil las emisiones disminuyan solo después de 2040, mientras que otros países tendrán sus emisiones relacionadas con el transporte por carretera estabilizadas más cerca de 2050, es el caso de Indonesia, México y Sudáfrica.

Transición

Foto: ENERGÍA Y SOSCIEDAD

Si los compromisos actuales se cumplen, al menos el 70% del parque total de automóviles será eléctrico en todas las principales economías emergentes para 2050, excepto Brasil, con su mayor proporción de vehículos propulsados por biocombustibles. Las emisiones directas de los automóviles en algunas de las principales economías emergentes podrían reducirse a 140 Mt de CO2 para 2050, aproximadamente un 80% menos que en 2021.

El sector del transporte de mercancías por carretera se enfrenta a más dificultades para descarbonizarse. La expansión económica y el crecimiento demográfico no solo impulsarán la demanda de transporte de mercancías, sino que las opciones eléctricas o de pilas de combustible no siempre están disponibles o no son rentables. La AIE prevé que las emisiones de los camiones sigan aumentando hasta finales de esta década. El transporte pesado sigue siendo, con diferencia, el mayor emisor en el sector.

Los gobiernos desempeñan un papel vital a la hora de liderar las transiciones a energías limpias en el sector del transporte por carretera. Las principales economías emergentes tienen la oportunidad de superar los obsoletos modelos de transporte por carretera existentes implementando intervenciones específicas en políticas de transporte, aportando mayor claridad al proceso de toma de decisiones políticas y empoderando a las agencias implementadoras.

Inversiones

La AIE estima que la inversión anual promedio en el uso final del transporte por carretera debe alcanzar $us 110.000 millones en la segunda mitad de la década de 2020, con un 40% adicional necesario anualmente hasta 2050. La inversión anual deberá alcanzar $us 230.000 millones entre 2030 y 2050. Esta expansión requiere esfuerzos nacionales sustanciales para mejorar el entorno para la inversión en energía limpia, así como esfuerzos internacionales para aumentar la disponibilidad de capital para la movilidad con bajas emisiones de carbono en las economías emergentes.

La mayor parte de la inversión se producirá en China, pero se espera que la inversión crezca más rápidamente en otras importantes economías emergentes, en particular en India e Indonesia. El gasto anual en vehículos eléctricos en las principales economías emergentes debe aumentar a $us 90.000 millones en el período entre 2026 y 2030, y las políticas planificadas, si se implementan plenamente, generarían el 80% de esta inversión. Existe una brecha más amplia en el gasto en eficiencia energética, que debe duplicarse hacia 2030, pero parece que se mantendrá en los niveles actuales sin mayores esfuerzos políticos. A largo plazo, se prevé que el gasto en electrificación representará una proporción cada vez mayor de la inversión en transporte por carretera, mientras que la inversión en eficiencia energética disminuirá a medida que los vehículos convencionales con motor de combustión interna se vayan sustituyendo progresivamente por vehículos eléctricos.

Eléctricos

La transición del transporte por carretera también requiere inversión en infraestructura de carga pública y redes asociadas. Además, el gasto anual promedio en cargadores privados de vehículos eléctricos en las economías emergentes seleccionadas debe aumentar a casi $us 40.000 millones entre 2026 y 2030, en comparación con los menos de $us 1.000 millones anuales registrados entre 2016 y 2021.

La financiación limitada representa una barrera importante para las grandes inversiones en transporte por carretera en las economías emergentes. Los presupuestos ajustados del sector público, la falta de capital de los hogares, los sistemas bancarios poco profundos, la disponibilidad limitada de préstamos y los altos costos de capital obstaculizan el desarrollo del sector. El fortalecimiento de los bancos nacionales y las finanzas de los hogares, la eliminación de las distorsiones del mercado y el uso selectivo de empresas estatales para crear demanda son elementos clave para abordar los obstáculos financieros y canalizar las inversiones. Los instrumentos financieros internacionales, como la ayuda exterior para el desarrollo, el financiamiento climático, el financiamiento multilateral, así como el financiamiento combinado también pueden ayudar a superar las barreras financieras.

Políticas

Los gobiernos tienen a mano un gran conjunto de herramientas potenciales para descarbonizar el sector del transporte por carretera, y se necesitará una combinación de objetivos, políticas y regulaciones para alinear el transporte por carretera en las principales economías emergentes. Estas políticas darán forma al desarrollo tecnológico de diferentes sistemas de propulsión y modos de transporte e influirán en las decisiones de compra de los consumidores.

Una transición sólida del transporte por carretera requiere una estrategia global de descarbonización del transporte dentro de un plan nacional de transporte. El desarrollo de un plan nacional de transporte integral deberá involucrar a todas las partes interesadas clave para lograr aceptación. La Estrategia de Transporte Verde de Sudáfrica, por ejemplo, tiene como objetivo construir un sistema de transporte seguro, eficiente, confiable y asequible que apoye el desarrollo socioeconómico sostenible. En muchas de las principales economías emergentes, varias instituciones y agencias desempeñan funciones en el sector del transporte. Las transiciones en el sector del transporte por carretera también podrían reforzarse mediante la introducción de un precio del carbono, complementado con un apoyo específico a los hogares vulnerables y de bajos ingresos.

Dato

Se requiere políticas que incentiven el cambio de vehículos de propiedad privada al transporte público, tanto en zonas urbanas como rurales, para reducir la demanda de uso del automóvil y al mismo tiempo fomentar una movilidad más segura y reducir la congestión. El sistema de autobuses de tránsito rápido de Curitiba en Brasil y el sistema de autobuses de tránsito rápido TransJakarta en Indonesia son ejemplos exitosos. La electrificación de autobuses y trenes acelera la descarbonización del transporte público al tiempo que reduce la contaminación del aire. Los requisitos de contratación pública para vehículos de cero emisiones, los subsidios para la compra de autobuses eléctricos y las normas sobre CO2 pueden respaldar este cambio. Las medidas de transporte público deben respaldarse con iniciativas que fomenten y permitan la movilidad activa, como andar en bicicleta, caminar u otras medidas innovadoras para limitar el uso del transporte privado en automóvil para viajes de corta distancia. Colombia, por ejemplo, adoptó una ley en 2016 que incentiva fuertemente a los empleados a ir al trabajo en bicicleta, mientras que la Ciudad de México agregó alrededor de 50 kilómetros de carriles para bicicletas durante la pandemia y planea aumentar este tendido a 600 kilómetros para 2024.

Si bien los costos de los vehículos eléctricos y de las baterías han disminuido, los vehículos eléctricos siguen siendo mucho más caros que los modelos comparables con motores de combustión interna. Un número cada vez mayor de importantes economías emergentes está introduciendo o ampliando los subsidios a la compra. India amplió su programa emblemático FAME en 2019, mientras que China e Indonesia redujeron los impuestos a la compra de vehículos eléctricos. En China y partes de la India se han introducido medidas como carriles especiales, espacios de estacionamiento y zonas de cero emisiones para impulsar la demanda de vehículos eléctricos sin imponer costos significativos al Estado.

(01/09/2023)

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Recortes de la OPEP+ impulsan los precios del crudo

El alza en los precios de la energía colisiona con los esfuerzos de los bancos centrales para controlar la inflación

Por Pablo Deheza

/ 15 de septiembre de 2023 / 10:11

El mundo enfrenta enormes tensiones surgidas luego de la pandemia del COVID-19 y la guerra en Ucrania. La disputa por la hegemonía geopolítica y los múltiples intereses cruzados entre los diversos bloques de países en conformación tiene una de sus expresiones más intensas en la batalla actual por los precios del crudo.

La semana pasada Arabia Saudita y Rusia acordaron prorrogar sus recortes unilaterales a la producción de crudo hasta finales de este año, con lo que mantienen 1,3 millones de barriles de diarios de petróleo (mbdp) fuera del mercado mundial e impulsan al alza los precios de la energía. Previamente, en mayo, la OPEP+, que incluye a los 13 miembros actuales de la Organización de Países Exportadores de Petróleo más otros 10 liderados por Rusia, ya habían anunciado recortes hasta 2024. Con estas medidas en curso, los precios del Brent volvieron a subir hasta los $us 92, en tanto que el WTI se ubicó en $us 89.

La Agencia Internacional de Energía (AIE) presentó el miércoles su informe sobre el estado de los mercados mundiales de petróleo. Los datos de la entidad señalan que la demanda global de petróleo sigue en camino de crecer 2,2 mbdp en 2023 hasta 101,8 mbdp, liderada por el resurgimiento del consumo chino, el combustible para aviones y las materias primas petroquímicas.

En 2024, la nafta y el GLP/etano, especialmente en China, dominarán un aumento general de 990 mbdp, más modesto, a 102,8 mbdp, lo que refleja un crecimiento del PIB por debajo de la tendencia y una disminución estructural en el uso de combustible para el transporte por carretera en los principales países.

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Precios del crudo

La AIE señala que la extensión de los recortes de producción por parte de Arabia Saudita y Rusia hasta fin de año bloqueará un déficit de mercado sustancial hasta el cuarto trimestre de 2023. En lo que va del año, la producción de la OPEP+ ha caído 2 mbdp, con pérdidas generales atenuadas por flujos iraníes marcadamente mayores. La oferta fuera de la OPEP+ aumentó en 1,9 mbdp hasta un récord de 50,5 mbdp en agosto. La oferta mundial en 2023 aumentará en 1,5 mbdp, siendo Estados Unidos, Irán y Brasil las principales fuentes de crecimiento.

Los ingresos por exportaciones de petróleo de Rusia aumentaron en $us 1.800 millones, hasta los $us 17.100 millones en agosto, ya que los precios más altos compensaron con creces los menores envíos. Lideradas por una disminución en las remisiones de productos, las exportaciones totales de petróleo ruso disminuyeron en 150 mbdp el mes pasado, a 7,2 mbdp, 570 mbdp menos que hace un año. Las cargas a China e India cayeron a 3,9 mbdp desde 4,7 mbdp en abril y mayo, pero representaron más de la mitad del volumen total.

Demanda

Los márgenes de las refinerías alcanzaron un máximo de ocho meses en agosto, mientras luchaban por mantenerse al día con el crecimiento de la demanda de petróleo, especialmente de destilados medios. Las fisuras y los márgenes de los productos alcanzaron niveles casi récord debido a interrupciones no planificadas, problemas de calidad de la materia prima, cuellos de botella en la cadena de suministro y bajos inventarios. Así, la AIE pronostica que el funcionamiento global de las refinerías aumentará en 1,7 mbdp a 82,4 mbdp en 2023 y en 1,2 mbdp a 83,6 mbdp el próximo año.

Los inventarios mundiales observados de petróleo se desplomaron en 76,3 mb a un mínimo de 13 meses en agosto, impulsado por una fuerte disminución del petróleo en el agua. Las existencias de petróleo de países no pertenecientes a la OCDE cayeron 20,8 millones, observándose la mayor caída en China, mientras que las existencias de la OCDE disminuyeron en 3,2 millones. En julio, las existencias industriales de la OCDE aumentaron 26,7 mb hasta 2.814 mb, pero se mantuvieron 102,6 mb por debajo de su media de cinco años.

Los precios del petróleo se negociaron en un rango estrecho durante todo agosto, con el North Sea Dated rondando los $us 85 por barril y la volatilidad de los precios en mínimos de varios años. Los precios subieron a finales de mes y superaron los $us 90 por barril, la primera vez en 10 meses después de que Arabia Saudita y Rusia extendieran los recortes voluntarios de producción hasta finales de 2023.

Panoramas

La invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022 trastornó los mercados de petróleo y gas, creando la primera crisis energética verdaderamente global en medio de la recuperación económica desigual de la pandemia de COVID-19. La membresía de Rusia en el bloque OPEP+ ha complicado los esfuerzos de la comunidad internacional para navegar la crisis y abordar los principales impactos inflacionarios del aumento de los precios del petróleo en las economías de todo el mundo, especialmente en los países en desarrollo.

La alianza entre Arabia Saudita y Rusia está resultando un desafío formidable para los mercados petroleros. Después de que los precios del petróleo cotizaran en relativa calma durante agosto, con la volatilidad en mínimos de varios años, la decisión de Arabia Saudita y Rusia a principios de septiembre de extender los recortes de producción de 1,3 mbdp combinados hasta fin de año desencadenó un aumento de los precios en el mar del Norte, que alcanzaron su máximo de 10 meses.

La AIE ya había advertido en informes anteriores que los mercados petroleros se estaban ajustando y en agosto se observó que los inventarios mundiales cayeron bruscamente en 76,3 mb.

Un aumento esperado en la demanda mundial de petróleo de 1,5 mbdp en el segundo semestre de 2023 con respecto a los niveles del primero eclipsará la oferta en 1,24 mbdp. A pesar de sus dificultades, la economía China parece estar en camino de representar el 75% del aumento de la demanda mundial de petróleo este año, o 1,6 mbdp del total de 2,2 mbdp. Pero el crecimiento de la demanda global se desacelerará drásticamente a alrededor de 1 mbdp en 2024 a medida que la recuperación pierda fuerza y las ganancias de eficiencia, la penetración de los vehículos eléctricos y el trabajo desde casa supriman aún más el consumo.

Refinerías

Las refinerías están luchando por satisfacer la creciente demanda, especialmente de destilados. Las crecientes fisuras de productos y los márgenes de las refinerías cerca de máximos históricos no han logrado estimular un aumento significativo en el rendimiento. Las asignaciones de crudo subóptimas tras los embargos sobre el crudo y sus productos rusos y los recortes en el suministro de petróleo de la OPEP+ han mantenido el funcionamiento de las refinerías asiáticas en Europa y la OCDE muy por debajo de los niveles del año anterior.

Las restricciones de producción por parte de los miembros de la OPEP+ de más de 2,5 mbdp desde principios de 2023 se han visto compensadas hasta ahora por mayores suministros de productores fuera de la alianza. El suministro récord de Estados Unidos y Brasil sustenta un aumento de 1,9 mbdp en la producción no perteneciente a la OPEP+ de enero a agosto, mientras que Irán, aún bajo sanciones, aumentó la producción en alrededor de 600 mbdp.

Pero a partir de septiembre, la pérdida de producción de la OPEP+, encabezada por Arabia Saudita, provocará un importante déficit de oferta durante el cuarto trimestre. Revertir los recortes a principios de 2024 llevaría la balanza a un superávit. Sin embargo, las existencias de petróleo estarán en niveles incómodamente bajos, lo que aumentará el riesgo de otro aumento de la volatilidad que no beneficiaría ni a los productores ni a los consumidores, dado el frágil entorno económico.

Inflación

Los precios al consumidor en Estados Unidos y Europa occidental subieron en agosto debido a que un aumento en los precios del petróleo contribuyó a un repunte de la inflación general.

El Índice de Precios al Consumidor (IPC) estadounidense aumentó un 0,6% respecto al mes pasado y un 3,7% respecto al año anterior en agosto, una aceleración con respecto al aumento mensual del 0,2% de julio y al aumento anual de los precios del 3,2%. El aumento año tras año fue ligeramente superior a las previsiones de los economistas de un salto anual del 3,6%, según datos de Bloomberg.

Un aumento significativo de los precios de la energía impulsó la mayor parte de esos aumentos. Los precios del petróleo alcanzaron esta semana nuevos máximos desde noviembre de 2022.

Sobre un grupo de bienes de estudio “básico”, que excluye los costos más volátiles de los alimentos y el gas, los precios en agosto subieron un 4,3% con respecto al año pasado, una desaceleración con respecto al aumento anual del 4,7% observado en julio, según datos de Bloomberg. Los precios subyacentes mensuales aumentaron un 0,3%, ligeramente por encima de las expectativas de los economistas de un aumento intermensual del 0,2% y también por encima del aumento mensual del 0,2% de julio.

Así, mientras los principales bancos centrales del mundo elevan sus tasas de interés referenciales, en su esfuerzo por bajar la inflación, los recortes en la producción de petróleo mueven los precios al alza y por lo tanto colisionan con los objetivos de la política monetaria.

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Megareserva de litio en EEUU: un supervolcán podría duplicar lo que tiene Bolivia

Parece que han llegado al punto ideal donde las arcillas se conservan cerca de la superficie

Por Pablo Deheza

/ 15 de septiembre de 2023 / 10:10

Un grupo de geólogos estadounidenses indica haber encontrado lo que creen que es el depósito de litio más grande del mundo. Se trata de un reservorio identificado dentro de un antiguo supervolcán ubicado en la frontera entre los estados de Nevada y Oregon.

Según el estudio, que fue publicado en la revista Science Advances, los científicos estiman que la Caldera McDermitt alberga arcillas que contienen entre 20 y 40 millones de toneladas métricas de litio. El gran cráter volcánico mide aproximadamente 45 kilómetros largo por 35 de ancho y está ubicado en el sureste de Oregón y el norte de Nevada.

De confirmarse, la cantidad estimada de recursos de litio estaría en niveles iguales o superiores a la que se encuentra en los salares de Bolivia, que durante mucho tiempo han mantenido el récord de mayores concentraciones del metal blanco, con 23 millones de toneladas métricas.

Incluso si esta estimación es alta debido a variaciones en el espesor de los sedimentos, el inventario de litio contenido en la Caldera McDermitt aún estaría a la par de los 10,2 millones de toneladas que se estima que están contenidas en las salmueras debajo de la caldera.

“Las arcillas ricas en litio discutidas en este estudio están contenidas en los sedimentos del lago de la caldera McDermitt, que data del mioceno medio”, dice el artículo de Science Advances. Precisa que “el vulcanismo en el lugar fue contemporáneo de la erupción de lavas efusivas del grupo de basalto del río Columbia entre 17 y 15 millones de años atrás, asociadas con el vulcanismo de la columna de Yellowstone”.

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Litio en EEUU

Según el estudio, la Caldera McDermitt, particularmente en su parte sur en Nevada en un área llamada Thacker Pass, contiene grados de litio extremadamente altos, que podrían duplicar las concentraciones de los recursos de litio de arcilla conocidos a nivel mundial.

“El desarrollo de una cadena de suministro sostenible para la proliferación global de baterías de iones de litio en vehículos eléctricos y almacenamiento en red requiere la extracción de recursos de litio que minimicen los impactos ambientales locales. Los recursos sedimentarios de litio de los volcanes tienen el potencial de cumplir con este requisito, ya que tienden a ser depósitos poco profundos y de alto tonelaje con bajas proporciones de desechos”, señala la nota firmada por los geólogos Thomas R. Benson, Mathew A. Coble y John H. Dilles.

Actualmente, los recursos de litio del mundo se encuentran principalmente en pegmatitas y vetas greisen (roca dura) y salmueras evaporíticas de gran elevación, como es el caso de los salares bolivianos. Ambas fuentes ocupan actualmente la totalidad de la producción mundial de este mineral.

La Caldera McDermitt representa un tercer tipo de recurso de litio llamado volcán sedimentario, que se presenta como sedimentos asociados con centros de vulcanismo silícico. Los principales recursos sedimentarios volcánicos son los que se encuentran dentro de la Caldera McDermitt, destacó el estudio.

“Parece que han llegado al punto ideal donde las arcillas se conservan cerca de la superficie, por lo que no tendrán que extraer tanta roca, aunque todavía no ha sido erosionada”, dijo Anouk Borst, geóloga de KU Leuven, a Chemistry World.

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Las características de una buena inversión en la Bolsa

Podemos reducir los fundamentales a dos métricas financieras: el crecimiento y la rentabilidad

Álvaro Jiménez

/ 15 de septiembre de 2023 / 10:01

A largo plazo, el rendimiento de las acciones responde a dos variables principalmente: los fundamentales y el múltiplo de cotización. Si los beneficios de una compañía crecen un 10% al año durante 10 años, mientras que su múltiplo de cotización permanece invariable, el rendimiento de las acciones va a acercarse mucho a ese 10% anualizado. De la misma manera, si el beneficio de una compañía permanece invariable durante 10 años pero su múltiplo de cotización aumenta de 10x a 14x (+40%), su cotización habrá aumentado en un +40%.

Obviamente, el mejor escenario sería aquel en el que tanto los fundamentales (beneficios o flujos de caja) como los múltiplos de valoración se incrementen. Realmente, este no es un escenario utópico, ya que la evolución de los fundamentales de un negocio tiene una relación directa con los múltiplos de cotización. En otras palabras, cuanto mejores sean los números de un negocio, más altos serán los múltiplos de cotización que está dispuesto a pagar el mercado.

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Por ello, vamos a poner toda la atención sobre la variable clave a la hora de invertir en Bolsa, los fundamentales, ya que éstos ejercerán a su vez una fuerte influencia sobre los múltiplos de cotización.

Siendo fieles al principio de parsimonia, según el cual la sencillez es la mejor virtud, podemos reducir los fundamentales a dos métricas financieras: el crecimiento y la rentabilidad. En mi opinión, éstas son las dos variables que mejor explican la creación de valor de un negocio a largo plazo y, por tanto, las dos variables que mejor explican el rendimiento de las acciones a largo plazo.

Por crecimiento nos referimos a un sano crecimiento orgánico de ingresos. La capacidad de una compañía para vender cada vez más productos es una de las cualidades más importantes. Además, si el crecimiento vía volumen (cantidad) viene acompañado por un incremento de precios, la capacidad de crecimiento orgánico se multiplica. De hecho, la capacidad para fijar/subir precios (pricing power) es una de las cualidades más atractivas que puede tener un negocio. En la actualidad, quizás Apple sea la compañía que mejor representa la capacidad de fijación de precios.

Pero el crecimiento no sería atractivo si no se traduce en una elevada rentabilidad, es decir, el crecimiento debe ser rentable para que aporte valor. Aquí es donde entran en juego los márgenes. Si el producto o servicio de la compañía es superior o único podrá venderlos a un precio muy superior al coste de generar ese producto o servicio. La diferencia entre precio y coste es el margen. Cuanto mayor sea esa diferencia, mayor es el margen, y, por tanto, mayor será la rentabilidad del negocio.

Aún nos quedaría incluir un concepto clave dentro del análisis de la rentabilidad: la intensidad de capital. No es lo mismo invertir 10.000 euros para obtener un retorno de 1.000 (10% de rentabilidad), que invertir 5.000 euros para obtener los mismos 1.000 euros de retorno (20% de rentabilidad). La cantidad de inversión que necesita un negocio para obtener un retorno determinado ejerce una influencia muy importante a la hora de generar valor. En este caso, cuanto menor sea el capital empleado para un retorno determinado, mayor será la rentabilidad del negocio. Por tanto, aquellas compañías que no necesiten invertir grandes cantidades de capital para generar dinero serán más rentables que aquellas que necesiten invertir grandes cantidades de capital para generar dinero. Por lo general, las compañías de software son negocios que no necesitan invertir grandes cantidades de capital, por lo que su rentabilidad es muy superior al de compañías que son altamente intensivas en capital, como pueden ser las aerolíneas o las compañías de telefonía móvil.

La métrica financiera que mejor recoge la combinación de márgenes e intensidad de capital es el retorno sobre el capital empleado (ROCE, por su sigla en inglés). Cuanto mayor sean los márgenes operativos de un negocio, mayor será el numerador del ROCE, al tiempo que cuanto menor sea el capital empleado, menor será el denominador del ROCE. En definitiva, altos márgenes y baja intensidad de capital se traducen en una elevada rentabilidad (ROCE elevado).

Un crecimiento atractivo y recurrente junto a un ROCE elevado se traducen en una alta generación de caja, que es la variable más importante de todas, ya que el valor de un activo financiero no es más que la suma de los flujos de caja que sea capaz de generar a lo largo de su vida (descontados a valor presente).

En todo este proceso hay dos variables cualitativas que tienen una importancia capital, como lo son las ventajas competitivas y el equipo de gestión, encargado de asignar capital de manera eficiente y eficaz, así como determinar cuál es la estructura financiera óptima para los accionistas. Aunque todo se resume, como hemos visto, a dos variables: crecimiento y rentabilidad (ROCE).

Por tanto, los negocios que sean capaces de crecer de manera recurrente y generar altos retornos sobre el capital empleado serán capaces de generar caja (beneficios), y el rendimiento a largo plazo de las acciones seguirá de cerca esa capacidad para generar caja (beneficios). Además, si el precio que pagamos por ese negocio es adecuado, estaremos incrementando el retorno potencial que obtendremos como accionistas.

En definitiva, una buena inversión en Bolsa se compone de dos partes: calidad (fundamentales) y precio. Si encontramos una compañía excelente, capaz de ofrecer un crecimiento atractivo y de obtener un alto ROCE, que esté disponible a un precio atractivo, estaremos ante una excelente oportunidad de inversión.

(*) Álvaro Jiménez es gestor de Renta Variable en Gesconsult

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Recursos minerales: la explotación ilegal y sus consecuencias económicas

El Estado, en 2022, habría perdido cerca de $us 1.000 MM en elusión y evasión de regalías e impuestos

Por Héctor Córdova

/ 8 de septiembre de 2023 / 10:04

En los últimos años se ha comenzado a hablar, con frecuencia, de minería ilegal en el país y de los impactos que esta actividad provocaría en distintos ámbitos. Hay avasallamientos de operaciones mineras, operaciones en áreas no autorizadas, actividades sin licencia ambiental, evasión y elusión de obligaciones con el Estado, contaminación ambiental, destrucción de ecosistemas, etnocidio, asociaciones no autorizadas con empresas, concesiones no adecuadas al régimen minero actual y otras irregularidades que configuran un panorama complejo y que reflejan las limitaciones del Gobierno para ponerles tope y sancionarlas.

El desempleo, el subempleo, las cotizaciones elevadas de los metales en el mercado internacional, la flexibilidad de las instancias de control del Estado, el desconocimiento de las normas y la falta de escrúpulos de algunos operadores se traducen en actividades mineras ilegales.

Contrariamente a lo que ocurre en todos los otros sectores de la economía nacional, en el minero solo se reconocen tres actores: la industria minera privada, la estatal y las sociedades cooperativas (Art. 369 CPE), las empresas sociales comunitarias han sido excluidas; por tanto, si apareciese otro actor, tal como un sindicato, una comunidad o una asociación realizando actividades mineras, éstas serían ilegales.

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Explotación

El derecho minero no es un derecho propietario real, es un derecho de uso y aprovechamiento que el operador legalmente reconocido adquiere mediante la firma de un contrato de administración firmado con la Autoridad Jurisdiccional Administrativa Minera (AJAM) en representación del Estado. Este contrato establece los derechos y obligaciones que asume el operador como el cumplimiento de una función económico social. El incumplimiento dará lugar a su resolución inmediata del contrato y a la pérdida del derecho (Art. 370 CPE).

Los derechos mineros otorgan a los titulares la potestad de prospectar, explorar, explotar, concentrar, fundir, refinar, industrializar y comercializar los recursos minerales, mediante actividades mineras propias y complementarias en toda o parte de la cadena productiva minera (Art. 92 de la ley 535). Si un operador efectúa alguna de las actividades descritas sin tener un contrato firmado con la AJAM, está en un terreno ilegal.

Las obligaciones económicas de los operadores mineros con el Estado son de tres tipos: patentes, regalías e impuestos. Las regalías son compensaciones que deben dejar los operadores en las cuentas de los municipios y los departamentos por la extracción de recursos no renovables de sus territorios y los impuestos son varios, como el de utilidades. Estos impuestos que, en todos los otros sectores ascienden al 25% de las ganancias de la operación, en el sector minero son 37.5%.

Ilegal

Dentro de las ilegalidades figuran: operaciones mineras en áreas no autorizadas, no pagar la regalía, impuestos, operar en áreas avasalladas, operar sin ser uno de los actores reconocidos, apropiarse del valor del mineral extraído.

Entre 2009 y 2010, el Gobierno había detectado varias operaciones mineras no autorizadas en las zonas fronterizas del país y cuantificó en 20 toneladas la cantidad de oro que era extraída anualmente. Después de esto no hubo más informes. En el presente, las denuncias realizadas por las comunidades afectadas, los medios de comunicación, la sociedad civil y otros hablan de muchas actividades en áreas no autorizadas.

Los operadores que explotan minerales de zinc, de estaño, de plomo, de cobre, de wólfram, de antimonio, de bismuto deben compensar a la región con el 5% del valor del mineral extraído; los que extraen plata, con el 6% y los que sacan oro, con el 7%. Estos porcentajes en el caso del oro varían en función del tipo de yacimiento y del tamaño de la operación.

Minerales

De manera que, si el oro se extrae de yacimientos sulfurosos complejos, el porcentaje de compensación baja a 5% y si el oro proviene de un yacimiento marginal y la operación es de pequeña escala, el porcentaje baja aún más, a 2,5%. A esto, hay que añadir otra rebaja. Cuando el mineral se vende al mercado interno, se debe compensar a la región solo con el 60% del porcentaje establecido; en el caso del oro, y para la escala más baja, la regalía solo sería de 1,5% del valor del oro extraído.

En 2022, las regalías pagadas por los operadores que explotaron oro representaron el 2% del valor del oro, es decir que de las 54 toneladas extraídas (el INE dice 68 y de éstas, 2 se habrían destinado a la transformación en joyas y todas se habrían exportado), se tendrían que haber vendido 40 al mercado interno; pero esto va en contra de la información oficial; por tanto, hubo una estafa al Estado de, por lo menos, $us 30 millones. La extracción de esa cantidad de oro no se realiza con operaciones de pequeña escala; por tanto, hay otra estafa al Estado ya que la regalía que debía pagarse tendría que haber sido el 7%. El Estado perdió $us 150 millones por esta acción.

Dato

La explotación del oro, en 2022, no pagó ni un centavo de impuestos sobre utilidades. Gran parte de esa actividad fue llevada a cabo por empresas privadas asociadas a cooperativas; por tanto, debían pagar un impuesto a las utilidades de 37,5%. Suponiendo un costo de operación de $us 500 por onza troy obtenida, la utilidad de la operación aurífera habría sido de $us 2.400 millones por la que se debería haber pagado un impuesto de, aproximadamente, $us 900 millones, asumiendo que el 85% (estimación basada en las estadísticas de años anteriores) de la producción de oro estuviera ligado a empresas, el impuesto sería de $us 765 millones que el Estado no percibió.

En los otros metales no se cuenta con información sobre el volumen de las operaciones ilegales ni su valoración económica; pero, por las características de los otros metales, sería mucho menor.

La Comibol ha denunciado, continuamente, actividades mineras ilegales dentro de sus operaciones con el consiguiente robo de esos recursos.

En síntesis, hay varias formas de ilegalidad que impactan negativamente en la economía del país, la mayor parte de éstas se concentran en la minería aurífera. Solo considerando la información oficial, el Estado, en 2022, habría perdido cerca de $us 1.000 millones en elusión y evasión de regalías e impuestos.

(08/09/2023)

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El día de la marmota en China

Caminamos pues, paso a paso, hacia la tan temida estanflación de la economía global

Juan Ignacio Crespo

/ 8 de septiembre de 2023 / 09:53

Lo normal sería pensar que los cuatro meses que faltan para que termine el año vayan a ser agitados en China. Han transcurrido dos años justos desde que el sector inmobiliario en el gigante asiático empezó a dar síntomas de estar quebrado. Algunas de las grandes empresas inmobiliarias, como Evergrande, empezaron a no cumplir sus obligaciones financieras en las fechas que les tocaba hacerlo y mucha gente comenzó a temerse un momento Lehman, es decir, una repetición de una catástrofe financiera como la desencadenada en septiembre de 2008 con la caída de Lehman Brothers.

Yo siempre miré con escepticismo ese temor (aunque podía parecer razonable), ya que pensaba que en un régimen como el chino, con todos los resortes políticos, mediáticos y financieros en manos del Gobierno (y en el que los que no lo están de estos dos últimos pueden pasar a estarlo en un abrir y cerrar de ojos) una crisis del tipo de la que está esbozándose allí siempre se puede controlar. Solo es cuestión de que el Gobierno decida en el momento oportuno quién va a pagar los platos rotos: si la administración central, por vía del rescate de las inmobiliarias, de los bancos convencionales y la banca en la sombra, cuyo futuro está comprometido por las primeras; si los gobiernos locales; si los ahorros familiares o si la banca pública. O si un reparto más o menos equitativo entre todos ellos.

Lea también: La economía mundial frente a peligros pasados, presentes y futuros

Las crisis de este tipo vienen saliendo regularmente a la superficie en China desde hace al menos 24 años. Ya en 1999, el sistema bancario chino pasaba por graves dificultades, con los cuatro grandes bancos presentando problemas de solvencia. El asunto se solucionó aparentemente con la creación de cuatro fondos malos hacia los que se derivaron los activos tóxicos de la banca a cambio de la emisión de bonos a 10 años que quedaron en el activo del balance de los bancos.

Cuando esos bonos a 10 años vencieron, en el otoño de 2009 (¡menudo momento para vencer!), su valoración estaba en el 20% del nominal, por lo que se los renovó por otros 10 años más. Otros 10 años más tarde se renovó la operación, en algún caso.

Posteriormente, en el segundo semestre de 2015, China pasó de nuevo por una situación muy delicada, en la que la Bolsa se hundió, tras haber alcanzado los índices su máximo histórico, y en la que el banco central chino se vio obligado a devaluar el yuan renminbi dos veces, pero, a lo largo de 2016, y tras unos meses en que pareció que la política económica era caótica allí, las aguas volvieron a calmarse.

Lo demás está muy cercano y es más fácil de recordar: el COVID-19 obligó a poner en cuarentena grandes sectores de la economía china con las consecuencias conocidas para el resto del mundo, desde los contagios hasta la dislocación de la cadena de oferta mundial, que llevó al primer impulso inflacionario en Occidente. Y, cuando ya todo eso parecía superado, ascienden a la superficie los graves problemas de las empresas inmobiliarias chinas, así como el hecho sorprendente de que su economía, tras eliminar los últimos confinamientos, no está creciendo lo que se esperaba.

Con la resolución de los problemas inmobiliarios y financieros en China pendiente, ni qué decir tiene que la inestabilidad en los mercados debería de estar más o menos garantizada durante el otoño, aunque vaya por saltos y sobresaltos combinados con períodos de calma, y aunque el Gobierno chino consiga controlar la situación.

De fondo, además de la desaceleración de la economía china, está la pérdida de impulso de las economías de los otros bloques. Así, la eurozona es un caso desastroso, con una recesión económica rampante desde principios de año, tanto en Alemania como en la propia zona euro en su conjunto. Y con una inflación subyacente que se resiste a bajar y que pone a los respectivos bancos centrales en una de esas situaciones en las que no se sabe cuál es el menor de los males, si seguir subiendo los tipos de interés y entrar en recesión (o en una recesión más profunda en el caso de la eurozona) o si iniciar su bajada y dejar a medio hacer el trabajo de controlar la inflación.

Mientras que la mayoría de las otras causas que provocan la subida de la inflación ya han desaparecido, ahora se está cayendo en la vieja espiral inflacionista desconocida desde hace 40 años: la del incremento de precios-incremento de salarios-incremento de precios. Hasta en Alemania, donde las dificultades son grandes, tanto salarios como déficit público están subiendo a buen ritmo. Otro tanto sucede en los demás países.

Caminamos, pues, paso a paso hacia la tan temida estanflación de la economía global. Entre las causas que han dejado de tener un impacto alcista en el IPC está el crédito bancario al sector privado que, tanto en la eurozona como en los EEUU, está creciendo en una tasa anual (frente a como estaba hace 12 meses) del 1,7% (en noviembre del año pasado crecía a ritmos anuales respectivos del 8%, en la eurozona, y del 15%, en EEUU).

Las Bolsas, ante este panorama, siguen mostrando la misma sangre fría, por no decir la audacia, que se apoderó de ellas en octubre pasado, mientras los mercados de renta fija oscilan entre llevar las rentabilidades a las nubes o hacer un repliegue propio de los tiempos de contracción económica.

(*) Juan Ignacio Crespo es estadístico y analista financiero

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