Icono del sitio La Razón

Anapo: ‘La biotecnología mejorará la productividad en un 30%’

anapo.jpg

Bolivia está en un camino cuyo norte es depender menos de la exportación de recursos naturales y diversificar su economía mediante la política de industrialización con sustitución de importaciones (Biotecnología). Al comenzar a producir biodiésel a partir de fuentes renovables, como los cultivos oleaginosos, el país apuesta por asegurar su soberanía energética y paliar las consecuencias de la volatilidad en los precios del petróleo en el mercado internacional.

El biodiésel es un biocombustible que produce menos emisiones de gases de efecto invernadero en comparación con los combustibles fósiles, lo que contribuye a la mitigación del cambio climático y mejora la calidad del aire. Además, esto contribuye a generar empleos en el sector agrícola, ya que requiere el cultivo y procesamiento de materias primas como la soya, además de demandar profesionales para operar las factorías.

Lea también: ‘La Planta de Biodiésel llegará a su producción plena en 40 días’

Biotecnología

En la base de este esfuerzo del país están los productores de granos oleaginosos. Este importante sector tendrá un rol preponderante en asegurar el suministro de la materia prima necesaria para transitar del diésel fósil al biodiésel.

Conversamos al respecto con Fernando Romero, presidente de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo). Poseedor de una vasta experiencia en el sector, el ejecutivo brinda los detalles al respecto desde la perspectiva del gremio agrícola. Destaca la necesidad de complementar los esfuerzos con la adopción de semilla mejorada, capaz de enfrentar de mejor manera las situaciones de sequía y aumentar la productividad.

—¿Cuál es la visión desde Anapo respecto a la producción de biodiésel que impulsa el Gobierno nacional?

—Consideramos que la producción de biodiésel constituye una alternativa para gradualmente disminuir las importaciones de diésel, pero en la medida de que se pueda avanzar con el acceso a la biotecnología para aumentar la producción de grano de soya, que significaría tener mayores excedentes de aceite vegetal de soya que pueden destinarse para abastecer las dos plantas de biodiésel. También es importante tener incentivos para promover una producción importante de potenciales cultivos de oleaginosas como la palma aceitera o el cusi, que pueden generar una alternativa más interesante de abastecimiento de materia prima como es el aceite vegetal.

—¿Qué volúmenes de producción agrícola se espera que vaya a demandar la Planta de Biodiésel 1, ubicada en Santa Cruz?

—Por la información proporcionada por el Ministerio de Hidrocarburos, entendemos que va a demandar unas 70.000 toneladas anuales de aceite vegetal para la producción de biodiésel.

—Para poner en perspectiva el requerimiento de la Planta de Biodiésel 1, ¿qué porcentaje del total producido actualmente representa esto sobre el total actual?

—Ese volumen representa el 15% del excedente de aceite vegetal de soya que anualmente es exportado generando divisas para el país.

—Se ha hablado de soya y sorgo como las alternativas para proveer a la producción de biocombustibles. ¿Con qué granos se piensa comenzar el suministro a la Planta y cómo se prevé que esto pueda evolucionar en el futuro?

—Como alternativa para la producción de biodiésel está el aceite vegetal de soya, en el caso del sorgo es para la producción de etanol que pueda mezclarse con la gasolina. En el corto y mediano plazo el único aceite vegetal disponible en cantidades suficientes para abastecer la demanda de las dos plantas de biodiésel es el aceite vegetal de soya, pero lamentablemente va a recurrir a los excedentes que se destinaban a las exportaciones. Como sector productivo le hemos propuesto al gobierno acelerar la aprobación del evento de biotecnología en soya Intacta, porque es la tecnología que cuenta con genética de alto rendimiento disponible que puede aumentar la productividad de un 30% y con ello generar excedentes para abastecer la demanda de aceite vegetal, incluso de las dos plantas de biodiésel.

—¿Qué es lo ideal que se podría implementar en cuanto a semillas mejoradas genéticamente y qué es lo que se está haciendo actualmente?

—Hemos planteado que se vea la aprobación del evento de biotecnología Intacta y HB4 tolerante a sequía para que podamos aumentar la productividad en un 30% ya que eso

significa producir 900.000 toneladas de grano de soya adicionales que a su vez representan 120.000 toneladas de aceite vegetal de excedente. La mesa técnica de biotecnología, que fue establecida con el gobierno en octubre del año pasado para precisamente consensuar una propuesta para avanzar con la biotecnología en Bolivia, ha quedado paralizada sin mayor explicación, a pesar de que como sector productivo habíamos presentado una propuesta técnica y de normativa para agilizar la aprobación de nuevos eventos de biotecnología.

—¿Cómo se espera que incida la demanda de la Planta de Biodiésel 1 en cuanto a la superficie cultivada de granos en Santa Cruz?

—Consideramos que no va a tener mayor incidencia para incentivar una ampliación de la superficie cultivada porque para ello el gobierno debe primero brindar mejores condiciones a los productores, relacionado con el acceso a la biotecnología, la seguridad jurídica para las tierras productivas, mejoramiento de la infraestructura y logística de exportación, entre otros.

—¿Qué incentivos se requiere idealmente para garantizar el abastecimiento para la producción de biodiésel y qué es lo que efectivamente se está implementando?

—Los principales incentivos que requieren los productores es primero tener la garantía del Gobierno nacional de que va a comprar el aceite vegetal a precio de mercado, como mínimo a precio de indiferencia de exportación, porque de afectar el precio de aceite de soya, eso puede repercutir en el pago del precio de grano de los productores que realizan las agroindustrias locales. Y también es importante tener acceso a nuevos eventos de biotecnología como la Intacta y HB4 porque eso nos permitirá incrementar la productividad y aumentar la producción de grano de soya. Solo estamos planteando producir más con biotecnología, en la misma superficie que sembramos actualmente.

—Se conoció de un acuerdo con el empresariado cruceño que habla de promover la inversión del sector privado en plantas para biocombustibles. ¿Qué posibilidades hay de que los productores del departamento puedan realizar este tipo de inversiones?

—Entendemos que entre los acuerdos está precisamente esa posibilidad, sin embargo, hasta la fecha no conocemos la normativa estableciendo claramente los incentivos, las modalidades de compra de biodiésel, estándar de calidad, entre otros, o sea es importante brindar un marco jurídico adecuado para dar certidumbre jurídica para las inversiones que los productores puedan realizar en plantas de biodiésel.

—¿Cuáles son las principales actividades que Anapo tiene programadas en lo que resta de 2024?

—Las actividades de la institución son varias y están orientadas principalmente a avanzar en la agenda productiva priorizada para que los productores puedan tener mejores condiciones para producir, para aumentar la producción y de esa manera continuar garantizando la seguridad y soberanía alimentaria del país, y también exportando los excedentes para generar divisas que son importantes para nuestra economía. En ese contexto, los principales temas de nuestra agenda productiva están relacionados con el acceso a la biotecnología, la seguridad jurídica de las tierras productivas, el mejoramiento de la infraestructura y logística de exportación, la lucha contra el contrabando, la liberación irrestricta de las exportaciones, entre los principales.

PERFIL

Nombre: Fernando Romero

Cargo: Presidente de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo)

Es Licenciado en Ciencias Políticas y Máster en Administración de Empresas. Trabajó como productor agropecuario de soya, maíz, girasol, trigo, sorgo y chía desde 1997. Estuvo también en el rubro de la ganadería de cabaña, cría, recría y engorde. Fue miembro de CREA desde 1996, presidente del Grupo CREA Santa Cruz Este (2011-2012) y presidente de CREA BOLIVIA (ABCREA) (2012- 2014). Ejerció como director de Anapo por varias gestiones y asimismo, ocupó el cargo de director tesorero y director vicepresidente en dos gestiones. Fue miembro del directorio de la Orquesta Sinfónica Juvenil de Santa Cruz (OSJ) y presidente de la Fundación Melchor Pinto Parada.